Penélope Cruz (Madrid, 1974) ha sido distinguida con el Premio Nacional de Cinematografía 2022 por el Ministerio de Cultura y Deporte. El jurado ha decidido por unanimidad otorgar el galardón a la actriz madrileña “por los éxitos cosechados en 2021, que se unen a todos los recogidos en una trayectoria excepcional”.
El año pasado, Cruz fue la primera española en conseguir la Copa Volpi en el Festival de Venecia y consiguió su cuarta nominación al Oscar gracias a Madres paralelas, que finalmente ganó la actriz norteamericana Jessica Chastain. “Todas las veces lo he vivido con una emoción increíble, pero lo de hoy ha sido más fuerte para mí. Por estar nominada junto a Javier [Bardem], por ser una película de Pedro [Almodóvar] y por la forma de vivir ese personaje. Necesito procesarlo”, declaró entonces a este diario.
“Comprometida con su oficio, busca la excelencia en su trabajo, gracias a lo cual ha creado algunos de los personajes más inolvidables de la historia de nuestro cine. Por todo ello, Penélope Cruz es una actriz icónica cuyo brillante legado enriquece el patrimonio cultural español”, han añadido los nueve miembros del jurado en la nota. La intérprete toma el relevo así a José Sacristán, galardonado en 2021, y recibirá el premio en manos del ministro, Miquel Iceta, el próximo septiembre en el Festival de San Sebastián.
Estos han señalado otros premios que “reconocen su talento” como el de mejor interpretación femenina en Cannes junto al reparto de Volver, el Oscar a la mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona, el Cesar honorífico, el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, y las trece nominaciones al Goya, “de las que ha ganado tres”. “Ella es historia del cine, español e internacional”, ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de conocer el veredicto.
El fallo ha destacado a Penélope Cruz como “una de las cabezas visibles de una generación, la de los años 90, que supuso una renovación del cine español, participando en muchas de las películas emblemáticas y aclamadas internacionalmente”. Con más de 60 películas a sus espaldas, “su enorme talento y versatilidad le han abierto las puertas a colaborar con cineastas de todo el mundo manteniendo igualmente un firme vínculo con el cine español”.
En los últimos diez años, seis mujeres y cuatro hombres de la cinematografía española han sido destacados por el Ministerio con el Premio Nacional, que está dotado con 30.000 euros. El galardón reconoce la labor profesional del año anterior al que se entrega y, en casos contados, premia una trayectoria vitalicia, como ocurrió el año pasado con Sacristán. Iceta admitió entonces que había sido “un acto reparador que estaba pendiente”.
Cruz, una carrera disparada en 30 años
Todo empezó con Jamón, jamón en 1992, tres décadas antes de recibir el Premio Nacional. Con la película de Bigas Luna consiguió su primera nominación a los Goya y compartió cámaras por primera vez con Javier Bardem, hoy su marido y padre de sus dos hijos. A partir de ahí se sucedieron sus trabajos con Fernando Trueba, Fernando Colomo o Amenábar, pero ella había empezado a actuar por Pedro Almodóvar, y su oportunidad llegó en 1997 con Carne Trémula. Sería la primera de siete.
“Mi referente político desde que era una niña era él. Y no era ningún político. Yo decía: mira, las cosas pueden ser de otra manera. Yo decía, por ahí es por donde hay que ir, y no me refiero a la movida, sino a su mensaje. Me movía muchas cosas por dentro, decía: esa persona tiene que estar en mi vida”, admitía este año en el Festival de Venecia.
Mi referente político desde que era una niña era Pedro Almodóvar
En 2001, Hollywood le abrió sus puertas con Vanilla Sky, Blow, Sahara o Bandidas, pero en ningún momento se desligó del cine español, del que es una vehemente defensora. De hecho, en 2006 hizo su película más relevante hasta la fecha con Almodóvar: Volver, que le procuró su primera nominación al Oscar, que ella no se llevó pero él sí consiguió como Mejor película extranjera. Quizá la excepción sea Madres paralelas, con la que ambos han disfrutado de una trayectoria internacional a la altura de aquella obra maestra almodovariana.
“Me gusta que la memoria histórica esté presente a través del mensaje de Pedro, que pueda viajar. Además lo hace desde un lugar que habla de los derechos humanos y va más allá de los debates políticos. Cada persona podrá mirar en su historia y encontrar alguna lección para no repetir los mismos errores”, declaró Cruz sobre los temas que destacan en su última película con Pedro. También las mujeres, que fueron su “motor durante el rodaje”.
Siempre ha mostrado su apoyo a la industria española –“necesita muchos apoyos y no es algo que yo pueda cambiar, pero sí aportar mi granito”– y se ha pronunciado para impulsar el interés del público por el cine: “Me rompe el corazón ver que todas las salas estén cerrando. No me imagino un mundo sin el que ir al cine no forme parte de nuestra vida”.