Sorpresa en las nominaciones a los Goya. Una ópera prima, dirigida por una mujer, y estrenada el pasado febrero en la Berlinale se colocó como la gran favorita para plantar cara a una superproducción de Netflix. 20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola, una delicada historia sobre la infancia trans, enamoró al comienzo del año y su encanto sigue hasta este momento, donde fue acumulando candidaturas hasta llegar a las 15 nominaciones. Su rival será la gran favorita, La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, que logró 13. Todos contaban con que el filme de Urresola estaría entre las más nominadas, pero pocos pensaban que sería la que más veces mencionaron Luis Tosar y Anna Castillo, encargados de leer los sobres con los nombres de los finalistas.
Es la primera vez que la plataforma logra ser nominada al Goya a la Mejor película. Lo hace gracias a Bayona, un seguro de vida en los premios que aunque ya tiene tres cabezones (dos a la Mejor dirección y uno a la Mejor dirección novel) no sabe lo que es ganar en la categoría reina. Lo hace con el filme que la Academia ya eligió para representar a España en los Oscar, donde la buena acogida del título y la maquinaria promocional de Netflix coloca a la opción española como una de las favoritas en casi todas las encuestas. De hecho, mientras se daban las nominaciones a los Goya, la película de Bayona lograba los galardones de Mejor maquillaje y peluquería y Mejores efectos especiales de los próximos premios del cine europeo.
Las dos películas se enfrentarán a Saben aquell, de David Trueba; Cerrar los ojos, de Víctor Erice; y Un amor, de Isabel Coixet, por el premio gordo de la noche, el de Mejor filme español del año. Pocas sorpresas en el quinteto finalista que volvió a olvidarse del cine de animación y propuestas más arriesgadas como Creatura, de Elena Martín Gimeno. Saben aquell y Cerrar los ojos llegaron a las 11 nominaciones, mientras que el filme de Coixet se quedó descolgado con siete candidaturas, aunque logró las más importantes.
En la categoría de Mejor dirección sí que entró Elena Martín Gimeno, por Creatura, que aprovechó el hueco que no ocupa Estíbaliz Urresola, que como debutante no puede optar en esa categoría sino en dirección novel. A Martín Gimeno se suman el resto de nominadas a Mejor película: Víctor Erice, por Cerrar los ojos, Juan Antonio Bayona, por La sociedad de la nieve, David Trueba, por Saben aquell, e Isabel Coixet, por Un amor.
Sí que hubo sorpresas agradables, como las cinco nominaciones de El maestro que prometió el mar (entre las que destacan Mejor actor y Mejor guion adaptado), o las cuatro de Robot Dreams, logrando una nominación a Mejor montaje y otra a guion adaptado pero sin colarse en las categorías gordas, dejando por romper ese techo de cristal que impide que el cine de animación opte al Goya a la mejor película. Nunca un filme animado lo ha logrado.
Con sus 15 candidaturas pocos dudan que Urresola será quien se lleve el Goya a la Mejor dirección novel, aunque se tendrá que enfrentar a otro de los fenómenos del año, Upon entry (La llegada) (Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez); a Alejandro Marín, por Te estoy amando locamente; a Álvaro Gago, por Matria y a Itsaso Arana, por Las chicas están bien.
En la categoría de Mejor actor protagonista los cinco nombres que sonaban en todas las quinielas se cumplen en uno de los Goya más reñidos. Alberto Ammann, por Upon Entry (La llegada); Enric Auquer, por El maestro que prometió el mar; Manolo Solo, por Cerrar los ojos; Hovik Keuchkerian, por Un amor y David Verdaguer, por Saben aquell se enfrentarán en la competición. De todos los nominados solo Hovik Keuchkerian falta por ganar el premio de la Academia, ya que sus rivales lo lograron en otras ocasiones. En Actriz protagonista los nombres elegidos fueron Laia Costa, por Un amor; María Vázquez, por Matria; Malena Alterio por Que nadie duerma; Carolina Yuste, por Saben aquell, y Patricia López Arnáiz, por 20.000 especies de abejas. Destaca aquí la ausencia de Blanca Portillo, por Teresa, otra de las olvidadas de las nominaciones que se fue de vacío.
La fuerza del filme de Urresola se vio en las categorías técnicas, donde se sintió ese efecto arrastre que tienen las películas que gustan mucho a los académicos. 20.000 especies de abejas rascó hasta la sorprendente candidatura de Mejores efectos visuales en una situación que recordó a la comentada candidatura de El buen patrón en la misma categoría. Pero también en las categorías de interpretación de reparto. En la femenina hizo doblete. Ane Gabarain e Itziar Lazkano entraron en un quinteto que completaron Ana Torrent, por Cerrar los ojos; Luisa Gavasa, por El maestro que prometió el mar y Clara Segura, por Creatura, una de las sorpresas agradables de la lectura de nominados.
20.000 especies de abejas también se coló en la categoría de Mejor actor de reparto, sin duda la más imprevisible del día. La ausencia de favoritos hizo que entraran nombres que pocos esperaban, como el de Martxelo Rubio, por el filme de Urresola; Juan Carlos Bellido, por Bajo terapia; José Coronado, por Cerrar los ojos; Hugo Silva, por Un amor y Alex Brendemuhl, por Creatura.
Otra de las ausencias más comentadas fue la de O Corno, un filme que hizo historia al convertir a su responsable, Jaione Camborda, en la primera directora española en lograr la Concha de Oro en San Sebastián y que en los Goya se va casi de vacío. Solo su protagonista logra la merecida candidatura de Mejor actriz revelación. Las dos actrices de Chinas, Xinyi Ye y Yeju Ji (Chinas); Clàudia Malagelada, por Creatura y Sara Becker, por La contadora de películas, completan el quinteto.
La ausencia casi total de La sociedad de la nieve en los apartados interpretativos fue lo que hizo que no fuera la más nominada. La única candidatura fue en Actor revelación, donde la logró Matías Recalt; que se enfrentará a Brianeitor, por Campeonex; Julio Hu Chen, por Chinas; y el doblete de La Dani y Omar Banana por Te estoy amando locamente.
Hablan los nominados
Una de las primeras en comparecer frente a la prensa fue Estíbaliz Urresola, directora del filme más nominado, 20.000 especies de abejas, que reconoció la sorpresa de ver tantas agradeció el cariño. También tiró un poco de las orejas a la avalancha de predicciones y rumores, algo que cree que pone muy nerviosos a los creadores. “Cuando estas tan expuesta intentas no escuchar, no leer, no ver pronósticos de la prensa, porque es una situación muy delicada. No hacemos películas para los premios, sino con otra vocación pero una vez ya estas aquí no puedes evitar estar ilusionada. Te enfrentas a esas opiniones y pronósticos y sufres mucho”, dijo la autora.
La productora del filme, Valerie Delpierre, que también fue productora de otro debut fundamental para el cine español como fue el de Carla Simón -que logró la nominación por su corto Carta a mi madre para mi hijo-, se refirió al equipo del filme como “una colmena familia” y reconoció que muchas de las candidaturas técnicas muestran ese “efecto arrastre” del que se benefician las pelis que “gustan y se quedan en la memoria de los académicos”.
La directora también habló sobre el tema del filme, las infancias trans, y contó lo feliz que se sentía porque “la comunidad se haya sentido representada por la película”, lo que para ella era el “mayor reto” por las “madres y padres que compartieron su vida”, con ellos. “Nos falta cuerpo para acercarnos a esta realidad, ponernos en la piel de esas personas, no hacerlo desde un terreno político e ideológico en el que muchas veces se libran estas discusiones”, añadió.
Su gran rival, Juan Antonio Bayona, entró de madrugada, con cara de dormido, como reconoció, y desde Los Ángeles, donde se encuentra en plena promoción de la película de cara a los Oscar, donde están haciendo “dos o incluso tres pases por día”. Su productora, Sandra Hermida, desveló que el filme acababa de ser proyectado en el rancho Skywalker de George Lucas, dando una muestra de hasta donde están esforzándose en dar a conocer al filme en Hollywood. Cree que las nominaciones son el premio a “un esfuerzo muy grande” y que es su labor “dar la cara por todos ellos”.
Desde su estreno en salas todo son buenas noticias para El maestro que prometió el mar. A pesar de no ser un estreno masivo, el boca a boca ha convertido el filme sobre el maestro republicano Antoni Benaiges, asesinado por el franquismo, en un pequeño éxito sorpresa que continúa entre las más vistas en la cartelera. Ese buen momento se confirmó con sus cinco nominaciones. Su actor protagonista, Enric Auquer, atendió a la prensa por zoom y enseñó una foto de Benaiges que le acompañó durante la lectura de las nominaciones.
Este país no puede tener fosas. Es indigno. Es inmisericorde. Es inhumano. Un país con muertos en las fosas no tiene honor, y a mí me gustaría vivir en un país honorable
Reconoció que no eran optimistas hace unas semanas. “Pensábamos que íbamos al matadero cuando sacamos la película y luego mira la taquilla, y ahora las nominaciones. Creo que Antoni nos esta protegiendo. Esto s bueno para la película, es bueno para la memoria y bueno para todos”, dijo Auquer.
Su compañera de reparto, Luisa Gavasa, nominada cono actriz de reparto, hizo un discurso contundente y emocionante por la Memoria Histórica. “Esta película tendrían que verla los universitarios, los jóvenes que desconocen mucho de la historia del país, que tienen una ignorancia de un pasado muy reciente. Que hubo una guerra donde mataron a maestros solo por ser maestros. Millan Astray dijo ‘muera la inteligencia’, y parece que lo están consiguiendo. Que haya chicos de 16 años cantando el Cara al sol… como dijo Hamlet, algo huele a podrido, hay una generación que tiene que saber lo que pasó. Este país no puede tener fosas. Es indigno. Es inmisericorde. Es inhumano. Un país con muertos en las fosas no tiene honor, y a mí me gustaría vivir en un país honorable”.