El nuevo informe de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales –CIMA en adelante–, presentado en el marco del 24 Festival de Málaga, es contundente en sus datos: la igualdad está aún lejos de la industria cinematográfica española. En el año 2020, el 33% de profesionales contabilizadas fueron mujeres y el 67% restante fueron hombres.
Pero que la igualdad esté lejos no significa que no se haya avanzado. La presencia de mujeres ha aumentado como media un 5% al año durante el último lustro, y así se refleja en los informes realizados por CIMA, que permiten arrojar luz sobre determinadas tendencias. Dirección de producción y efectos especiales están a la cabeza con una media de aumento de un 15%. Y en el año 2020 hubo más mujeres en áreas como producción (32%), guion (26%), sonido (19%), efectos especiales (26%) y dirección de fotografía (15%).
En lo que respecta a cargos de responsabilidad y división del trabajo por áreas, ellos dirigen mucho más que ellas (81% de hombres frente a 19% de mujeres), firman más guiones (74% frente a 26%), componen más bandas sonoras (89% frente a 11%) y dirigen la fotografía (85% frente al 15%).
Menos presupuesto para directoras más premiadas
“Uno de los datos más preocupantes”, subraya a elDiario.es Cristina Andreu, presidenta de CIMA, “es que las mujeres ruedan con la mitad del presupuesto que los hombres”. Según los datos reflejados, los costes medios de las películas dirigidas por mujeres son la mitad más bajos que los de las películas dirigidas por hombres (-51%). Dato que empeora el del año anterior en cuatro puntos porcentuales.
“Es algo que hemos detectado en los proyectos CIMA Impulsa”, sostiene Andreu haciendo referencia al programa de la asociación que promueve el desarrollo de proyectos escritos por mujeres, “existe cierto miedo a pensar en grande. Necesitamos producciones encabezadas por mujeres en todos los géneros y ámbitos, con presupuestos grandes y pequeños”. Según ella “el simple hecho de ser mujeres no nos debería limitar a contar solamente historias de mujeres: podemos escribir, rodar y contar historias de todo tipo y condición”. Y añade: “de talento vamos sobradas, como corroboran la cantidad de premios recibidos por las cineastas de nuestro país”.
El informe de este año incluye en uno de sus apartados un estudio sobre representatividad de mujeres y hombres tanto en premios como en festivales. Utiliza como medidas los puestos en los cargos de dirección y guion, desde el año 2015 hasta el 2020. En este intervalo temporal se ha reconocido el trabajo de 266 personas, de las cuales un 21% corresponde a la representatividad de mujeres y un 78% a la de hombres. No obstante, el universo de referencia del total de personal en dichos cargos corresponde a 442 mujeres y 1.952 hombres.
Esto se traduce, como sostiene la socióloga Sara Cuenca en el informe, en que “la frecuencia de reconocimiento a las directoras y guionistas es de un 16% y la de los hombres resulta del 14%”. Es decir, ellas ganan premios más a menudo que ellos, aunque el montante de reconocimientos total sea menor para ellas, porque lideran menos largometrajes.
El dato y la visibilidad que con los premios alcanzan las directoras de cine españolas, animan a las mujeres jóvenes que quieran dedicarse a la industria del cine. “Antes veíamos que en las escuelas de cine las mujeres no entraban en dirección, porque pensaban que no iban a conseguir trabajo. Entraban como montadoras o como actrices incluso, con la esperanza de dirigir en un futuro que se eternizaba”, explica Cristina Andreu. Sin embargo, “a medida que las mujeres ganen más premios y dirijan películas más grandes, este mecanismo de autoexclusión puede y debe desaparecer”.
Las televisiones: el gran ausente
El hecho de que las películas dirigidas por mujeres sean más baratas que las de los hombres, abre determinados interrogantes de cara al estado actual de la industria. Según el informe de CIMA las mujeres trabajan en menos largometrajes de ficción que los hombres. Del total de 1.526 personas que trabajan en este género, obtenemos que el 34% del personal son mujeres frente a un 66% de hombres. Y, como hemos dicho, las películas que realizan suelen ser de menor presupuesto con respecto a los filmes de sus compañeros.
El menor presupuesto hace difícil una competición en igualdad de condiciones con películas de presupuesto holgado, mayor distribución y mejor promoción. Como si fuesen piezas de dominó, a menudo estas películas grandes dirigidas por hombres suelen tener mejores resultados de taquilla, y estar respaldadas por televisiones. La película más taquillera del 2020 (Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra), pertenecía a Atresmedia Cine. Las más taquillera del año anterior, a saber Padre no hay mas que uno, Lo dejo cuando quiera y Si yo fuera rico, estaban en manos de Atresmedia la primera y Telecinco Cinema las otras dos.
Sin embargo, esa parte esencial del tejido cinematográfico, esos importantes agentes de financiación que son las cadenas generalistas, no parecen estar por la labor de la igualdad. “Las televisiones no están cumpliendo con la ley de igualdad, pero como no hay sanciones al incumplimiento, pues aquí no pasa nada”, recuerda Cristina Andreu.
En 2020 se han respaldado un 29% de largometrajes dirigidos por mujeres. Atresmedia Cine no ha respaldado ningún largometraje dirigido por mujeres en 2020, Telecinco Cinema solo ha apoyado uno, y RTVE ha apoyado a 15 de los 46 proyectos comprados. Esto supone un 33% de representatividad total.