Spike Jonze: “Con 'Her' quería hacer algo romántico y divertido”
Nada más ver a Spike Jonze, uno percibe de inmediato que no es un tipo ordinario. Es cierto que le precede su fama de rehuir los encuentros con la prensa y avisa cuando nos sentamos ante él: “Nada de fotos, por favor. Tengo aspecto cansado”.
Pero mantiene una sonrisa y se levanta de su asiento para saludar, uno a uno, a todos los periodistas que van a charlar con él sobre su última película, Her. El photocall previsto un par de horas antes para reporteros gráficos no ha tenido finalmente lugar –por petición expresa del propio Jonze–, pero el realizador sí ha decidido mantener los encuentros previstos con la prensa.
Her puede tener bastantes lecturas y habla sobre relaciones y tecnología, pero es básicamente una película sobre la soledad. Joaquin Phoenix interpreta a Theodore, un hombre recién separado incapaz de empatizar con las mujeres, que encuentra sustento amoroso en un sistema operativo (Scarlett Johansson) especialmente diseñado para hacer compañía y conversar con sus usuarios.
Pero a pesar de que el argumento tiene claros indicios que pueden emparentar a la película con la ciencia ficción, Jonze se resiste a categorizarla así: “No sabría calificar Her. No estoy muy seguro de que pueda decirse que es ciencia ficción, pero tampoco sé si es realmente una comedia romántica. Quizá sea las dos cosas en cierto modo. Lo único que sé es que mi intención inicial al hacerla era que fuera una historia de relaciones y que tuviera una historia de amor. Pretendía que fuera romántica y divertida”.
Artífice de filmes tan especiales como Donde viven los monstruos, Adaptation o Cómo ser John Malkovich, Jonze también ha sido realizador de multitud de videoclips para grupos de talla internacional y de referencia como Arcade Fire, Beastie Boys, Fatboy Slim, Weezer, Chemical Brothers, R.E.M., Kanye West o Björk. Con Her, vuelve al cine y lo hace con buenas críticas, aunque él no las lea con demasiada profusión. En numerosas declaraciones, Jonze ha dejado claro que no suele hacer demasiado caso a las críticas especializadas.
Otra cosa es lo que piense la gente de a pie: “Me interesan mucho las reacciones que la gente tiene tras ver mis películas. Me gusta que la gente saque sus ideas y opiniones propias de las cosas que en ese momento están pasando en la película y me vinieron a la cabeza. No quiero decir cuál es mi idea concreta en ese momento de la película ni que lo que yo pienso sea una verdad absoluta. Ciertamente es interesante escuchar distintas reacciones y es bueno que cada uno saque sus conclusiones. Precisamente por eso, al hacer Her intenté que hubiera bastantes ideas y que fueran muy diferentes”.
Johansson, la voz; Phoenix, el corazón
Jonze debe de ser el único cineasta que se ha privado de la belleza física de Johansson para una película, incluyendo únicamente la voz de la actriz en el filme. Una voz que al comienzo del rodaje fue encarnada por Samantha Morton (de hecho, el sistema operativo del que se enamora el protagonista responde al nombre de Samantha). Sin embargo, al terminar el film, Jonze decidió que Scarlett Johansson grabara todas las secuencias de nuevo aún sin aparecer en pantalla.
Curiosamente, al humanizar hasta el extremo a ese sistema operativo tan especial, la actriz logra con la voz una de sus mejores interpretaciones. ¿Considera Jonze que este cambio de actriz ha sido sustancial para Her?
“Todo forma parte del proceso para la elaboración de la película. Algunas veces ocurren cosas así en el cine. Hay toda una preparación durante el film que constituye un proceso y a través de él llegas al resultado final. Lo importante de verdad era encontrar el sentimiento. De hecho, aunque Joaquin estuvo al principio filmando secuencias en las que le daba la réplica Samantha Morton, también hubo momentos en que le dábamos esa réplica algunos miembros del equipo e incluso yo mismo”.
Hablando de Phoenix, Jonze no se corta en los halagos: “Si esta película tiene de verdad corazón, es gracias a la interpretación de Joaquin Phoenix. Logró el difícil reto de meterse en Theodore. Me gusta porque además es un actor que habla mucho con el director sobre todos los aspectos de su personaje. Me preguntaba a menudo cosas que no veía claras para intentar mejorar el papel”.
A pesar de su enorme interpretación, Phoenix no opta este año a los Oscar pero para Jonze el actor va demasiado por libre y eso influye: “A Joaquin le parece absurdo todo lo que rodea al mundo de la fama y los famosos en general. Es un poco como ese personaje que hizo en el falso documental I'm Still Here, donde se reía de todo ese mundo. Joaquin tiene su personalidad y no le gusta venderse ni dar una imagen ante nadie”, cuenta entre sonrisas.
Corto - I'm here(2010) from K4IS3I2 on Vimeo.
El ser humano ante las tecnologías
Al tratar Her asuntos de amor y tecnologías, hay quienes han visto en su cortometraje I'm Here una especie de anticipo de Her. Jonze se muestra contundente sobre el tema y no ve tales similitudes: “Empecé a escribir las dos historias a la vez, allá por 2010. Para mí, lo único que tienen en común es que en ambas hay una historia de amor ambientada en la ciudad de Los Ángeles. En las dos hay un personaje saliendo de una relación larga y complicada, pero en el corto la trama es completamente distinta. Puede que alguien vea relación entre ambos trabajos, pero para mí sólo les une algo muy superficial”.
Pero ¿cree Jonze que estaremos abocados a ser seres deshumanizados rodeados sólo de tecnología en el futuro? El cineasta es explícito: “No me gusta hablar en términos generales de si la sociedad es de este modo o de este otro, ni si la gente se comporta de esta manera o de aquella. No tengo ni idea sobre nada de eso, y no puedo generalizar. Sólo puedo hablar por mis propias experiencias, desde mi punto de vista particular. Yo sé, cuando escribo a alguien o hablo con una persona, si estoy siendo auténtico. No quería explicar nada concreto”.
Pero Jonze sabe que las tecnologías son necesarias, aunque parezca renegar de ellas: “Como todo el mundo, las utilizo para enviar mensajes a amigos o familiares en ocasiones. Pero en las tecnologías todo es cuestión de algo individual. Lo importante es que yo siempre sé cuándo quiero usarlas y cuándo no”.
Aunque venga curtido en multitud de circuitos independientes, la fama y el reconocimiento de los filmes de Jonze es cada vez mayor, tanto en EEUU como en otros países. Sin embargo, el realizador insiste en que Her sigue siendo una película humilde y pequeña: “La clave del film fue el ambiente que se creó durante el rodaje, que fue muy íntimo y personal. Éramos un equipo muy pequeño de personas y en el plató estábamos continuamente juntos, ayudándonos. Creo que haber logrado ese ambiente tan íntimo fue fundamental. Había momentos en que los miembros del equipo se metían tanto en la atmósfera creada que estaban casi llorando cuando terminaba alguna secuencia”.
Ganadora del Globo de Oro al mejor guión, Her ha logrado colarse como una de las películas “tapadas” del año en múltiples festivales y, aunque su dificultad en los Oscar es manifiesta ante rivales como Nebraska, La gran estafa americana, El lobo de Wall Street o Gravity, no hay que olvidar que opta a cinco categorías –incluidas las de mejor película y guión–.
Su carácter de independiente y la atmósfera tan especial que la rodea puede hacerle ganar puntos. ¿Qué hace a Her ser distinta de sus competidoras? “Cuando hice la película no traté de compararla con ninguna otra, y ahora tampoco lo voy a hacer”, explica Jonze.
“Al rodarla intenté mostrar una versión acentuada de nuestro mundo actual. La idea era encontrar una ambientación concreta para mostrar una forma de vida cálida, fácil y confortable. Para transmitir esas sensaciones usamos esos colores y esas luces determinadas. Pero, además, también quería mantener en los personajes una sensación de la melancolía. Como dije, sólo quería hacer algo romántico y divertido”.