- La compañía de teatro gallega que se hizo famosa por torturar a Rodrigo Rato recibe el Premio Nacional, dotado con 30.000 euros, “por su capacidad de transgredir géneros” y su vertiente humorística y participativa
El jurado ha concedido el premio por mayoría a la compañía de teatro gallega Chévere “por su coherente trayectoria de creación colectiva basada en fuentes del teatro documento y en la transgresión de géneros”. También ha resaltado su vertiente humorística y participativa, “siempre conectada con la realidad social y económica”, tan presente en obras como Citizen, Eurozone y Ultranoite no País dos Ananos.También resalta su “fuerte compromiso” con el ámbito cultural gallego y su “creciente proyección internacional”.
No se lo esperaban. Según explicaba uno de los cuatro directores de la compañía, Xesús Ron “Xron”, la noticia ha sido “una sorpresa absoluta” porque lograr este premio no entraba “para nada” en sus cálculos. De hecho, la mitad de la formación “está fuera”, “porque cada vez cuesta más tener trabajo y hay que estar picando aquí y allá”.
Mucho más que gallegos
Chévere, formada por 12 actores, es, subraya, una compañía “de ámbito gallego” y muy comprometida con la cultura gallega y su lengua, por eso todas sus obras, textos propios, son siempre en ese idioma. “Somos gallegos cien por cien, aunque nuestro fundador hace 25 años fue un inglés. Somos militantes en que haya la mayor riqueza posible de nuestro idioma. Hacemos el esfuerzo por llevar la lengua a todas partes y que la gente joven pueda acercarse a ella desde un teatro fresco, comprometido y actual”, detalla.
Su teatro es de creación propia, nacida del trabajo en grupo, comprometido con los debates del presente: “nos interesa llevar al escenario lo que está en discusión o debate y llevarlo a públicos muy amplios”. Xron no tiene “ni idea” de a qué destinarán el dinero del premio, pero a algo que les permita, quizá, superar la dificultad mayor que tienen ahora los montajes, su movilidad.
Chévere, comandada por Xron, Miguel de Lira, Patricia de Lorenzo y Manuel Cortés, ha actuado en “cientos” de pueblos y ciudades de Galicia, España, Portugal y otros países europeos, latinoamericanos y africanos.
A la vanguardia por la vía política
Han hecho espectáculos de muy diferentes estilos y formatos y trabajado en espacios tan poco convencionales como barcos, aeropuertos, carpas de circo, escaparates, ríos, puertos, radios o aulas, siempre con el humor como filosofía y el debate de la actualidad como premisa. La compañía creó la Nave de Servicios Artísticos-Nasa en 1992, un espacio cultural independiente situado en Santiago de Compostela, ocupándose de la dirección artística hasta su cierre a finales de 2011.
Allí mantuvo su cuartel general durante 20 años y sirvió de soporte a infinidad de proyectos escénicos, grupos, autores y obras tanto locales como de otros territorios. Desde 2012, la compañía trabaja en residencia en el concello de Teo (A Coruña).
En los últimos años Chévere ha diversificado su actividad y ahora preparan un musical y siguen en proyectos audiovisuales como los que hicieron para televisión, Pepe O Inglés o la película Crebinsky, o filme o el de internet Amores prohibidos 2.0, junto a un grupo de adolescentes.
También han experimentado con la divulgación de la nanotecnología, la colaboración con los Museos Científicos Coruñeses o la promoción del pequeño comercio a través del teatro.
El jurado, presidido por el directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Montserrat Iglesias Santos, y vicepresidido por Cristina Santolaria ha estado integrado por Gregoria Navarro, Itziar Pascual, Roberto Pascual, José Manuel Sánchez Jiménez “Eusebio Calonge”, Salvador Sunyer y José Ramón Barea.