Una de las mejores noticias de los últimos años en materia de propiedad intelectual. Así califica Cedro el convenio alcanzado con las universidades españoles, a través de la CRUE, para que paguen cada curso 3 millones de euros por el uso de obras protegidas en sus campus virtuales con fines docentes.
A los campus virtuales se suben copias de libros y revistas por las que no se pagan derechos, algo que el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) llevaba años intentando regularizar y que ante la resistencia de las universidades había llevado a los tribunales, ganando el pleito en cada ocasión, según han explicado hoy a Efe fuentes de esa institución.
Ahora, 74 de los 76 centros de la CRUE Universidades Españolas ha suscrito con Cedro y Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos (Vegap) un convenio, de dos años de vigencia prorrogable por un tercero, por el que se permite el uso de los textos pero se acuerda un pago anual conjunto de 3 millones de euros.
El reparto de esos 3 millones entre las 74 universidades que han firmado por el momento el convenio se hará, según las fuentes de Cedro consultadas por EFE, en función del número de alumnos de sus campus virtuales y la cuantía saldrá de sus presupuestos.
Con este acuerdo, subrayan las mismas fuentes, se cumple lo dispuesto en el artículo 32.4 de la reforma de Ley de Propiedad Intelectual, que entró en vigor en enero de 2015.
Ese marco legal reconoce explícitamente a los autores y editores de las obras reproducidas y puestas a disposición en los campus virtuales el derecho a percibir una remuneración equitativa, que se tiene que hacer efectiva a través de las entidades de gestión.
En una nota remitida por Cedro, el presidente de Crue Universidades Españolas, Segundo Píriz, considera que con este convenio se muestra “su compromiso con la defensa de los derechos de los autores y editores, parte de los cuales forman parte del sistema universitario español”.
Para el presidente de Vegap, Antón Patiño, el acuerdo “es una excelente noticia que refleja el respeto que a los autores se tiene en el mundo universitario” y Carmen Riera, presidenta de CEDRO, estima que acerca a la universidad española “a la de los países más avanzados y democráticos donde las buenas prácticas en materia de propiedad intelectual son un requisito indispensable”.