El arquitecto Vicente Guallart gana un concurso internacional con un proyecto de viviendas poscovid

Barcelona, 5 ago (EFE).- El arquitecto valenciano Vicente Guallart ha ganado un concurso internacional convocado por el gobierno chino con un proyecto que define un nuevo estándar para los edificios de viviendas en la era poscovid, haciendo énfasis en la autosuficiencia y que puede aplicarse en todo el mundo.

En un comunicado, el equipo de Guallart, con despacho en Barcelona, ha explicado este miércoles que el concurso, que ha recibido más de 300 proyectos, fue convocado para diseñar los edificios de Xiong'an, una nueva ciudad a 100 km de Pekín que el gobierno chino impulsa como centro de desarrollo para el triángulo económico Pekín-Tianjin-Hebei con altos criterios ecológicos, fusionando el urbanismo chino y europeo.

“No podemos seguir diseñando ciudades y edificios como si nada hubiera pasado”, ha destacado Guallart, que ha señalado: “En los últimos tiempos están ocurriendo fenómenos de escala mundial que nos obligan a repensarlo todo. Nuestras propuestas nacen de la necesidad de aportar soluciones a las diversas crisis que está viviendo nuestro planeta”.

El proyecto, bajo el título “La ciudad autosuficiente”, concreta en cuatro manzanas un modelo urbano donde las personas pueden vivir, trabajar y descansar en el entorno de su domicilio y que, en época de crisis sanitaria, energética o alimentaria, puede dar una respuesta adecuada desde el entorno de la vivienda, mediante confinamientos de diversos grados.

En concreto, los edificios están pensados para poder producir alimentos, energía y objetos de uso diario, como mascarillas, gracias a la instalación de invernaderos, placas fotovoltaicas e impresoras 3D.

A la vez, todas las viviendas cuentan con una amplia terraza orientada al sur y áreas de teletrabajo para adaptarse a posibles nuevos confinamientos.

El conjunto de las cuatro manzanas diseñado está construido con edificios de madera siguiendo principios de la nueva bioeconomía circular y en ellos se mezclan viviendas, residencias de gente joven y mayores, oficinas, una piscina pública, tiendas, un mercado, guardería, un centro administrativo y un parque de bomberos.

“Desarrollamos este proyecto durante el confinamiento, cuando todo el equipo trabajaba desde sus casas y decidimos incluir todos aquellos aspectos que podrían hacer nuestra vida mejor, de forma que se pudiera definir un nuevo estándar que aplicar en China, en España o en cualquier país del mundo”, ha destacado Guallart.