Albert Pla (Sabadell, 1966) entra en la redacción de eldiario.es un poco abrumado. Aunque todavía no ha hecho la presentación oficial de su primera novela ante los medios, lleva ya varios días con la promo, de aquí para allá. El cantante, dramaturgo, actor y ahora escritor configura en España de mierda (Roca Editorial) una idea clásica houllebecquiana: acabar con todo. Arramplar con las instituciones. Quemar los poderes establecidos. Un conjunto que queda decorado con una portada mitad estelada mitad bandera de España, con cacas de perro (o de persona) formando el título del libro.
Hay constantes referencia al rey, a los políticos, a los vividores. A toda esa “peña” que se lo lleva muerto y que apenas da un palo al agua. Albert Pla ridiculiza un país hasta la idea del absurdo, escribe un vodevil cuyo punto de partida se sitúa en Santiago de Compostela y que discurre por toda la geografía española, de la mano de dos personajes: Raúl y Tito. Una joven promesa del rock y un mánager algo alcohólico y drogadicto que no tiene remilgos a expresar su sentir general sobre la situación de España.
Charlamos con Albert Pla acerca de su punto de vista sobre la sociedad y el mundo que nos rodea. Con sus parlamentarios, tertulianos y demás caterva mediática –y política– nacional.
Haces canciones, teatro, cine y ahora también escribes libros. ¿Qué te queda por hacer?
Nada.
¿Estás ya completo?
No... Mañana se me va a ocurrir otra cosa.
¿Y qué puede ser?
No lo sé, ahí está la gracia.
¿Por qué un libro?
Porque una letra fue llevando a la otra, una palabrita a otra... Se me fue alargando el asunto. Disponía de cierto tiempo. Cuando me dí cuenta ya era muy grueso y dije: “Va, pues llego al final”.
¿Cómo ha sido el proceso de escritura del libro?
Como cuando escribo una canción o hago un espectáculo. En cierto momento siempre hay una etapa que es muy intensa. Muy a tope.
¿Cuánto has tardado en escribirlo?
Dos meses.
¿Y en hacer una canción?
[Piensa un rato] Según la canción. Puedo tardar 10 años o 15. En el fondo, el libro también es un truco. No es que haya tardado dos meses. Es que cuando me pongo a hacer algo, yo... Ya lo tengo hecho, de alguna manera. Lo único que varía es el soporte con el que lo haces, que te va llevando y te va haciendo tener asociaciones de ideas, que te despiertan otra mayor. Cuando dices “va, me pongo” lo único que tienes que hacer es hacerlo.
Ya tenías la idea hecha de antemano.
Sí, sí. Tenía tres o cuatro escritos y luego ya el hilo conductor salió solo.
Criticas todo. Eres un poco Michel Houllebecq: no dejas nada en pie. ¿Qué queda entonces, cuando no hay instituciones, ni reyes, ni poderes?
La gente, imagino. Ya que hablas de instituciones... No es que yo esté contra el rey. No creo que un presidente sea “tan” necesario. La gente se puede organizar sin tener un presidente. En mi compañía no tenemos presidente. A veces, incluso, las cosas las decidimos mediante una vía no democrática, fíjate que horror. Y de 10 podemos pensar una cosa unos y uno no, y ganar el del no.
No creo que sea necesario tener un partido político, un presidente, un líder... Para nada.
¿Y por qué hay reyes, entonces?
Porque imagino que la gente querrá un presidente, alguien fuerte. Un líder.
Algunos psicólogos sociales defienden o han defendido que las masas necesitan de líderes que les guíen...masas necesitan de líderes
Parece que sí. Además, ellos están orgullosos. Mariano Rajoy es un líder de la ostia [Se ríe].
En el libro, una bandera española y una estrella, simulando la estelada. ¿La portada es idea tuya?
Sí.
¿Cómo se te ocurrió?
Me pidieron un título llamativo. Una portada vistosa. Y pensé que a nadie se le había ocurrido esta tontería. Como a nadie se le ha ocurrido este chiste. Ni a los de El Jueves.
¿España es un chiste?
Se pueden hacer bastantes, pero vengo de Argentina, que también tienen mucho sentido del humor.
¿Qué tal el panorama por allí? Acaban de celebrarse elecciones.
Según ellos, peor que nunca. Como los españoles dicen ahora. Todo el mundo está peor que nunca, pero parece ser que hay un tipo que se lo va a arreglar todo, como aquí.
¿Mauricio Macri?
Más que un tipo que lo va a arreglar todo, tienen muy claro que si sigues a otro, ese sí que te va a llevar al puto desastre. Pero no solo en Argentina. También he estado en Chile y Uruguay, incluso en Francia. Los españoles no somos originales ni en eso.
¿Debería Occidente fijarse más en América del Sur?
No entiendo mucho de política, pero creo que los movimientos políticos en Sudamérica han sido mucho más audaces que los de aquí. También creo que en Sudamérica faltan por resolver muchas cosas. Por ejemplo, la gente tiene criados. Hay una rotura social en este aspecto. También hay muchas armas, aquí en Europa no tantas.
¿Es bueno o malo eso?
Las armas sirven para matar. En eso no voy a ceder un ápice. Quien no lo entienda, es que es idiota. Lo puedes poner de titular. Esta no me la voy a callar. Lo tengo clarísimo.
Si se pidieran responsabilidades... Cuando se vende cocaína, el culpable no es el consumidor sino el traficante. En una red de prostitución las culpables no son las prostitutas sino los proxenetas. Cada vez que se mata a un tío se debería tomar la matricula del arma para que eso no vuelva a ser posible.
Nunca has votado. ¿Por qué?
¿A quién voy a votar?
Hay muchos partidos, muchas opciones políticas. Vivimos en democracia.
Lo dudo bastante.
Le han cancelado conciertos en más de una ocasión. ¿Hay censura en este país?cancelado conciertos
Sí. Bueno, hay cosas, como que los dueños de teatros, alcaldías, medios de comunicación, etcétera, tienen una manera de hacer que impide a la gente que no esté de acuerdo con ellos, piense de manera diferente o quiera hablar de otros asuntos, actuar.
¿Qué opinión te merece la política en general?
La política debería servir para evitar las guerras, pero parece que es todo lo contrario.
Condensas en el libro una fuerte crítica hacia los poderes establecidos. También hacia el rey. ¿Albert Pla es más Tito o más Raúl?
Me encariñé más con Tito, porque cada vez que tú te cagas en algo piensas: “Voy a hacer que lo diga Tito”, pero es que a Tito no me lo he inventado yo. Uno pregunta a un taxista y rápidamente le dice “Me cago en tal o cuál...”.
No soy ni original en ese aspecto. He suavizado muchas opiniones o intelectualizado frases que escuchas cada día decir a 1.800 personas. Es un tío que cuando le preguntan por el político dice “Me cago en su puta madre”. Que es lo que dice todo el mundo en la charcutería, en el taxi, en el autobús o cuando te encuentras con un amigo.
¿Qué crees que va a pasar en las próximas elecciones?
Yo es que soy un poco profeta [Se ríe]. Sabía cuatro meses antes que los catalanes iban a empatar, que los nacionalistas dirían que han ganado y que los castellanos dirían que han perdido; y sé perfectamente que va a ganar Mariano Rajoy con el apoyo de Ciudadanos, y hace cuatro meses que no leo un periódico ni veo la televisión. Está clarísimo.
Cuando estaba en Argentina no leí ni un periódico. Sabía perfectamente que iba a ganar Macri.
¿Algún favorito para las elecciones del 20D?
[Piensa] No sé. De verdad que no lo sé. Sé esto por las capulladas que me dice todo el mundo. Cuando tengo una conversación política con alguien no le hago caso. Puede hablar media hora, pero sé que no me está hablando él, es un espíritu poseído de alguien que habla en nombre de la televisión o de un periodista que le cae bien.
No veo ningún debate político. No veo a nadie que me hable de política bien. Me hablan de Rajoy, de este, el de la coleta... Pero para mí eso no es hablar de política. Eso es hacer el gilipollas. Y hablar en boca de otro, no decir nada. Como cuando hablas del puto tiempo. Y además, con una gran pérdida de tiempo, con mucha agresividad y siendo más papista que el Papa.
¿Hemos convertido la política en salsa rosa?
Es muy invasiva. Yo a estos tíos les diría: “Apártate. Vale ya, tengas razón o no. Siéntate, cojones. Lee un libro, ve una película, pero no me comas más la oreja”. No les tengo ninguna envidia, más bien me dan un poco de pena, de coraje. Les veo ahí sufrir...
Leyendo la reciente entrevista con el diario El País [“Mañana habré cambiado de opinión”], recuerdo una obra del escritor rumano Emile Ciorán, Ese maldito yo, a base de aforismos. Él mismo asegura que lo que dice una vez puede no ser cierto más adelante en el libro. ¿La contradicción es inteligencia?El País[“Mañana habré cambiado de opinión”]Ese maldito yo
No sé, pero la razón eterna es un síntoma de tontería, seguro.
¿El ser humano es inquieto per se?per se
Por lo que he visto, más que inquieto lo que pasa es que quiere más. Todos queremos más. Hay un vacío. No sé si es que estamos huecos de verdad... Pero hay un vacío que hace que queramos más.
Igual nos han hecho huecos.
Pues igual eso. O nos han rellenado mal [Se ríe].
Los anuncios, siempre presentes.
A eso me refería antes con que es un poco invasivo todo. Tanto la sociedad, como los políticos actuando de portavoces de esta sociedad. Joder, no hace falta que pongan un anuncio a cada momento, en cada calle. No es necesario que uno vaya por las ciudades y piense que las ha visto todas, porque si te fijas, el centro de todas ellas son tiendas y tiendas y tiendas.
Creo que el individuo debería de tener un poco más de derecho a estar solo, a pensar en sí mismo. No ser un ser social tanto rato. Igual mejoraríamos.
¿Te sigue dando asco ser español o has cambiado algo tu opinión desde 2013?asco ser español
Tengo muy claro lo que digo en las canciones y lo que digo en el libro, pero en las entrevistas se me escapa de las manos. Si digo gilipolleces... Oye, que se jodan. Voy a seguir perdiendo todo ese público encantador que ya no tenía. No puedo controlarlo. Son 20 entrevistas al día y cada periodista tiene sus mecanismos.