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Concha Hernández: “Conde Duque jamás va a estar en manos privadas”

Hace menos de un año que Concha Hernández empezo en la dirección de programación de actividades del Conde Duque en Madrid y desde entonces este lugar, cuya rehabilitación costo al erario público 75 millones de euros, ha dado un giro espectacular. De estar completamente parado en su anterior gestión a convertirse, poco a poco, en uno de los sitios que hay que ir en Madrid. Hernández, trabajadora de plantilla de la empresa pública Madrid Destino, que ya estuvo en el Matadero y al frente de los festivales de Emociona Madrid, ha traído a estas instalaciones el festival Ellas Crean –una de sus señas de identidad quiere que sean las mujeres- ha potenciado las obras de teatro de la Joven Compañía para los colegios e institutos, ha revitalizado el Festival de Jazz y para la próxima temporada ya ha preparado  un arsenal de actividades dedicadas a la danza. Recibe a eldiario.es en una de las salas de este centro para hablar de este cambio en la gestión, incluso ante las dificultades económicas, y afirma contundente que el Conde Duque “jamás pasara a manos privadas”.

Llega al Conde Duque hace casi un año. ¿Con qué se encuentra?

Con un sitio magnifico, porque yo, además,  soy del barrio. Yo soy una trabajadora de Madrid Destino y me dijeron “te vas al Conde Duque”.  Trabajaba con turismo. Cuando me lo dijeron me asusto un poco porque es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid junto a Matadero y Centro-Centro. Cada uno con una línea muy diferente. Conde Duque estuvo parado durante mucho tiempo. Pero llego aquí y me encuentro con unas instalaciones maravillosas, con un auditorio con una acústica estupenda, aunque se echa de menos aquella capilla donde se hacían los conciertos de jazz y en los que estuve trabajando mucho tiempo. Yo regreso a un lugar en el que ya había trabajado, pero ahora mismo me parece un lugar esplendido, que tiene todo el componente institucional, porque alberga todo la memoria de Madrid con el Archivo de la Villa, la Biblioteca Histórica, la Biblioteca Musical… Es un contenedor increíble. Son 66.000 metros cuadrados, es el segundo edificio cultural después del Palacio Real. Y después de la restauración tiene un punto moderno. Y también me encuentro con un lugar para la creación con dos salas de ensayo, una de teatro y otra de danza, un teatro equipado maravilloso, que está funcionando con unos proyectos incipientes que no se conocen mucho. Un salón de actos perfectamente equipado…

Pero estaba parado todo. ¿No se había gestionado bien?

No lo sé. A  mí me dijeron que me viniera para acá. Alguien miro mi trayectoria y me encargaron que viniera. Entonces vine. Yo soy una trabajadora y lo que hice fue ponerme a trabajar. No es más.

Pero pasaron años desde su rehabilitación sin que se hiciera nada.

A ver, es que la memoria también es muy frágil. Conde Duque estuvo muchs tiempo parado, tuvo una obra brutal. Esto estaba  destrozado. El patio parecía Sarajevo. Pero es que parar un gran centro durante tantos años y luego ponerlo a funcionar… Hasta que se instala la biblioteca, hasta que se instala el Archivo… Los tiempos administrativos son muy largos. El ayuntamiento es una maquinaria pesada y hasta que se han instalado todos… Pero yo creo que ahora es un momento dulce para Conde Duque, aunque hay mucho trabajo detrás.

¿Y cómo se plantea revitalizarlo?

Hay dos miradas. Una es la a la Historia. Este fue un faro de la cultura en los ochenta, donde ha habido exposiciones muy potentes,  donde se acogieron los Veranos de la Villa, donde había una tradición de venir que se había perdido. También veo que estoy en un barrio y que tengo que trabajar con el y darle la importancia que merece. Y veo que también tengo que proyectarlo internacionalmente. Esas son las línea de trabajo: acompasar la vida del centro a lo que pasa en Madrid. Si en Madrid hay moda, me traigo aquí los desfiles de moda en streaming. Me pongo en contacto con  los más jóvenes. Este tiene que ser un lugar p[ara dar oportunidades a los jóvenes. Y después las otras dos líneas son las mujeres y la danza. Como institución pública tengo el deber y la obligación de dar oportunidades a aquellos que menos las tienen y ponerlo en relación con lo que tengo que es la historia de Madrid y el barrio.  Pero no quiero que el Conde Duque sea un contenedor más, llenarlo de actividades y ya. También busco la excelencia. Si Matadero tiene una personalidad en cuanto a la creación contemporánea muy definida y Centro-Centro está en un lugar emblemático y ha apostado por el patrimonio de las grandes colecciones, Conde Duque tenía que ser diferente y mirar hacia los más jóvenes e integrarse en el barrio. Por eso me puse en contacto con una Asociación que estaba incipiente que se llama Sinfonos, también está el Museo Cerralbo, el Conservatorio Amaniel, unas galerías de arte que están aquí, lugares de ocio como las salas de música en vivo…  Yo quiero que Conde Duque lata al tiempo que la ciudad.

¿Y las dificultades que halló?

En principio los equipos. Ves que tienes que pocos soldados. Pero me encontré con  mucha complicidad por parte del equipo de Marisa Cuenca de Archivos, Bibliotecas  y Museos, y nos pusimos a trabajar mucho. Ella llego en enero de 2014.

Precisamente, ¿qué ha pasado con el Museo de Arte Contemporáneo, que aún no se ha abierto?

Eso depende de ella. Yo no tengo competencias ahí. Pero si es verdad que está ahí y lo contamos como un todo. Trabajamos en red. Conde Duque funciona como un todo. No concibo estar a la espalda del Museo de Arte Contemporáneo o la Biblioteca Histórica. Toda la programación que yo fraguo tiene que ver con todo lo que hay aquí.

Dificultades también con la cuestión económica. En Madrid los presupuestos para Cultura no han dejado de bajar.

Yo me he acomodado a ello. Por eso lo que he hecho ha sido trabajar en red y me he asociado con el barrio. Si quieres programar cultura ahora no puedes ir solo. Tienes que colaborar y unirte a otros para sumar. Me he sumado a La Noche en Vivo, me he asociado con las tiendas del barrio para ver que se puede hacer… También me he asociado con el Instituto de la Mujer para hacer el Festival Ellas Crean. Hay muchas maneras de programar conjuntamente.

¿Cuál es su modelo de gestión cultural?

Yo creo en el modelo mixto. Tenemos que ser conscientes del momento en el que vivimos.  Los tiempos de las vacas gordas han  pasado. La Administración no puede estar atendiendo como atendía antes, pero desde luego el servicio público hay que seguir haciéndolo. No tenemos una Ley de Mecenazgo y creo que ahí tenemos un déficit muy grande porque facilitaría mucho la gestión cultural. El IVA cultural también está machacando muchas programaciones. Y es que lo veo. Lo que te costaba antes menos, ahora te cuesta más. Pero yo implicaría mas a las grandes empresas y que estas vean que invertir en cultura es rentable, pero ya no solo en términos económicos, sino en términos de imagen. La cultura es un  vehículo de comunicación que está por descubrir. A mí me gusta mucho el modelo ingles  donde por ejemplo el dinero de las loterías lo destinan a cultura. Hace falta la implicación del Estado en el sentido no  solamente de subvenciones, sino de ser imaginativo y buscar otros recursos. Y falta una cultura empresarial en España de invertir en cultura, quizá porque nos falta esa Ley de Mecenazgo y no hay beneficios fiscales.

Lo que pasa es que la Cultura siempre es la que sale perdiendo cuando llegan las vacas flacas.

Si, cuando hay que elegir entre salud, educación y esto es lo que hay, la cultura parece que no es una necesidad básica para el ser humano cuando si que lo es. La belleza genera bienestar también y eso se nos olvida. Y además la cultura genera puestos de trabajo. Estamos en el 4% del PIB. Ahí hay muchos puestos de trabajo. Y en Madrid no podemos olvidar que tenemos el Museo del Prado, el Reina Sofía…

Si, pero la cultura de Madrid no se ve. Ahí están los datos a nivel turístico. Madrid no se visita por sus centros culturales y lo que se organiza casi siempre pasa desapercibido, frente a otras ciudades como Barcelona, que si saben explotar mejor su imagen turística y cultural. ¿Qué es lo que pasa en Madrid? Es como si no hubiera coordinación entre las diferentes instituciones culturales, la municipal, la autonómica y la estatal.

Pues yo no concibo la gestión municipal sin ponerla en relación con las grandes instituciones que hay en Madrid. Aunque si, entiendo que es un déficit y comparto contigo que falta una imagen común. Yo creo en una imagen global en la que no está separado lo que es de la comunidad, del municipio y del Estado. Si hay algo que caracteriza lo que estamos haciendo desde Conde Duque es poner a funcionarlo en relación con toda la ciudad. Por ejemplo, en Ellas Crean están todas las instituciones. Se trata de proyectar el turismo cultural con todos.

Ha dicho varias veces en esta entrevista que se ha asociado con el barrio, desde Conde Duque a Malasaña. ¿Que haría usted por ejemplo con el Patio Maravillas?

Es que ahí me pillas… Es que no es mi competencia.

Si, ya se que me va a hablar de Conde Duque, pero como gestora cultural, ¿no tiene una opinión?

Lo único que te puedo decir es que trabajamos con el barrio, con el Orfeo Malasaña. La línea de trabajo de Conde Duque es trabajar con todo lo que está pasando en el barrio. Con Mala KIds, por ejemplo.Se trata de traer a gente que es muy buena, como es la gente del Orfeo Malasaña. Pero es que yo tengo también mis límites. Yo no soy política, yo soy gestora cultural y lo que hago es atraer hacia mi centro todo lo que está pasando en el barrio. Conde Duque es un ágora, no una barrera,

Ahora que dice que no es política sino gestora cultural, ¿la cultura ha de estar desligada de la política? Se lo digo porque ha habido veces que ciertos presupuestos culturales han ido a bolsillos donde no deberían haber ido, como el caso del Palau de la Música en Barcelona o lo que ha sucedido en Valencia con el Palau de les Arts.

Políticos somos todos. La política la hacemos todos. Los políticos son personas que tienen el deber y obligación de hacer un servicio público. Yo he trabajado con ellos siempre y me he encontrado con personas muy honestas y con una vocación de servicio público muy alta. Yo creo que hay una mala imagen de los políticos por culpa de unas personas que no han hecho bien su trabajo. Y como tendemos a generalizar, esta es una generalización que perjudica a la democracia. Creo que hay que ser críticos porque les elegimos, pero también hay que defenderles cuando lo hacen bien. Si me hablas de estar fuera o estar dentro, yo creo que todos estamos dentro porque todos tenemos un deber colectivo de compromiso público.  Yo he trabajado con políticos toda la vida y cuando el político ve que eres un profesional y ve resultados, que no eres sectario… porque tienes que gobernar para todos. Este centro es una pequeña ciudad, y no tienes que pensar en lo que a ti te gusta sino en todos. Si tienes muy claro eso, yo no me he encontrado con problemas.

¿Cómo ha sido la relación durante estos meses con el Ayuntamiento?

La relación no ha sido mala. Amable y correcta. Nadie me ha dicho nada, ni por qué programo esto o lo otro. Me han dado libertad absoluta.  Por ejemplo, lo que ocurrio con el festival de Jazz. Yo estoy en la plantilla, soy una trabajadora pública y ¿quién había hecho jazz? Yo. Por lo que lo normal es que me lo encargaran, lo cual fue controvertido porque antes había un empresario… Pero yo tengo una línea muy clara y es que un festival no puede estar gestionado por un empresario. Por ejemplo, yo no  entendería que el director artístico del Festival de Salzburgo fuera un empresario. El director artístico tiene que ser siempre independiente y tiene que gestionarse desde lo público.

En mayo hay elecciones. ¿Teme que se pueda cortar su gestión si cambian los colores? En otros centros culturales públicos es muy posible que si se da un giro político, los responsables cambien.

Yo sigo haciendo mui trabajo. No soy política ni me han puesto aquí a dedo. Tengo un currículo de gestión cultural y estaba en la plantilla. Estamos aquí y ya veremos. Con respecto a la responsabilidad de gestión, el Matadero es que es diferente, ya que hubo una designación de responsables de acuerdo con unos responsables políticos. En mi caso no, yo ya estaba en la plantilla. Había que poner a funcionar Conde Duque porque los que estaban se marcharon. Que mañana llega otro de fuera que decide otra cosa, yo seguiré trabajando en lo que sea, a mi no se me caen los anillos. Yo soy una trabajadora de la cultura y si tengo que hacer otra cosa lo hare.

¿Y qué proyectos tiene ahora?

Por ejemplo, ahora con EL Quijote, lo ponemos a funcionar en el centro de la programación. Empezamos con presentaciones de libros y acabamos con los niños y entremedias una exposición de las partituras musicales de El Quijote, ya que tenemos la mayor colección que hay en la Biblioteca Víctor Espinos, que la tenemos aquí.

Precisamente son esas cosas las que se desconocen. El ciudadano no sabe que existen esas partituras y que están aquí.

Totalmente de acuerdo. A Conde Duque le hace falta una operación de marketing increíble.  Pero yo solo llevo unos meses. Para mayo ya tenemos prevista la celebración del 1 de mayo y San Isidro. Por eso nos hemos puesto en contacto con la Organización Internacional del Trabajo, que es la más antigua que existe y en 2019 celebrara su centenario. Hemos llegado a un acuerdo con ellos y por eso vamos a mostrar aquí en Conde Duque como el trabajo esta en la cultura, como se ha visto reflejado en la música, en el cine y la literatura. ¿Que géneros musicales están mas ligados al trabajo? El flamenco y el blues. El flamenco con el Cante de las Minas y vamos a tener aquí a dos generaciones, a Curro y Antonio Piñana, a poetas que van a componer expresamente sobre el mundo del trabajo… Y siempre con la mirada de las mujeres presente.  En Junio vamos a celebrar el Día de la Música, el solsticio de verano…

¿Va a volver el cine de verano?

Estamos en ello. Realmente fue una singularidad que además estaba asociado con el  proyecto solidario de la terraza de verano. Por supuesto que queremos, pero estamos en ello porque la gestión de los patios va por Urbanismo, por lo que… Pero si, yo lo apoyo totalmente porque fue un éxito… En septiembre estamos en negociación con Ifema para volver a traer la retransmisión en streaming de todos los desfiles de la Cibeles Fashion Week… Y estamos preparando que la rentree sea la danza.

Es una de las grandes agraviadas en Madrid. En los últimos siete años las representaciones han bajado a la mitad. Y han bajado los presupuestos en festivales como Madrid en Danza.

Pues yo lo voy a poner a funcionar. Quiero que en el Conde Duque haya cuatro momentos en el ano dedicados a la danza. Porque es verdad que la danza no tiene una programación estable en otros sitios en Madrid. Hay mucho teatro y  nosotros lo vamos a seguir apoyando con  proyectos como La Joven Compañía, ya que estamos muy orgullosos de ellos, pero la danza tiene que estar. Para finales de septiembre y octubre la programación va a ser danza y poesía. Vamos a tener un homenaje a Gabriela Mistral con la Embajada de Chile, vamos a tener los conciertos de Otoño y Poemad. Quiero que la inauguración de la temporada sea con danza, pero  no con un festivalito.

A lo largo de esta entrevista ha nombrado mucho a las mujeres. Cristina Rosenvinge dijo hace poco que todavía era muy difícil que una mujer encabezara el cartel de un festival.

Yo es que llevo desde el año 2000 con Emociona Mujer, así que imagínate si he forzado la maquina con este tema. Y Conde Duque va a ser el lugar de las mujeres. A mi es que ya me sale solo. Cuando quiero organizar algo me salen más mujeres que hombres. Eso es lo que hacen festivales como Ellas Crean: mostrar que tenemos mujeres que escriben  que componen, que dirigen orquestas… Mírenlas, están aquí y están esperando a que se las programe. Hay que torcer la  tendencia. Yo trabajo mucho también con las asociaciones de mujeres en la cultura donde hay mucho compromiso con la igualdad, y yo ese compromiso lo tengo desde hace muchos años.

Si me permite la pregunta, ¿cree que hay una forma de gestionar distinta entre hombres y mujeres?

Es un terreno complicado. Siempre se dice que las mujeres tenemos que imponernos, Yo no lo comparto. No sé si hay una manera de gestionar distinta. En el equipo de Ellas Crean también hay hombres y yo no concibo la vida sin ellos. No concibo luchar por la igualdad sin ellos. No concibo que sea solamente una cosa de mujeres. La igualdad nos beneficia a ambos. Si es verdad ha habido un sistema patriarcal que ha impedido que las mujeres se incorporen a la vida de lo público, pero creo que ellos también se han perdido mucho de lo privado., con lo cual también les beneficia a ellos.  Es una cuestión de derechos humanos. Pero yo no comparto que una  mujer tenga ser dura porque si no no me respetan. Yo lo que noto es que me respetan si hay complicidad, si les potencias en lo que ellos mas valen… Y ellos son tan trabajadores como yo. Tienen una responsabilidad y yo otra, pero es compartida. Y lo que tengo muy claro es que cuando uno llega a un sitio lo que no puede hacer es tirar todo lo que se ha hecho antes para que se vea mi trabajo. No. La Joven Compañía estaba aquí ya, los Coreógrafos en Comunidad también. Yo lo que he hecho ha sido potenciarlo e incorporar mi bagaje. Pero yo no creo en el adanismo, en el descubrir cosas. La fórmula de la cocacola ya está inventada.

Por cierto, ¿no hay peligro de que ocurra en el Conde Duque lo mismo que con MediaLab y Telefonica? Es decir, que pueda venderse y se privatice.

No.  Eso te lo garantizo. Conde Duque jamás va a estar en manos privadas. Como también te decía antes que los festivales que aquí se hagan no van  a estar montados por un empresario.