Inés la Maga es, sin duda, la ilusionista más importante de nuestro país. Desde que alcanzó fama nacional en 2006 con el añorado programa de magia televisiva Nada x Aquí, se ha prodigado a menudo en la pequeña pantalla. ¡Qué tiempo tan feliz!, Menuda noche y los canales autonómicos son parte de su feudo catódico, pero como todo ilusionista genuino, necesita ponerse a prueba en las distancias cortas y con público real.
Por eso, aunque no ha abandonado la televisión del todo (acaba de estrenar en Londres su intervención en The Next Great Magician, una especie de talent show británico para magos donde también ha participado Jorge Blass y en el que Inés ha llevado a cabo un número de escapismo), lleva unas semanas instalada en Madrid con su espectáculo en directo Magic ROOM.
Se trata de una función sin grandes estridencias ni virtuosismos, una pequeña demostración de magia sencilla y para todos los públicos que encuentra su fuerza, precisamente, en los pequeños detalles de una sesión de ilusionismo clásico: apariciones, adivinaciones, efectos imposibles a pocos centímetros de las narices del espectador... Con una técnica ya depurada y sin artificios innecesarios, Inés muestra sus armas como maga ante una treintena de espectadores por sesión.
¿Qué hace diferente a MagicROOM de los cada vez más abundantes espectáculos de magia de cerca que van plagando ciudades como Madrid?
MagicROOM es un espectáculo insólito, porque consiste en una sesión de magia sólo para 30 espectadores. Tiene lugar en una habitación del Hotel Petit Palace Santa Bárbara (Madrid), que es un antiguo palacio, y eso ya predispone al público. Tienen la oportunidad de ver la magia desde muy cerca, a escasos centímetros. Todos los efectos están realizados con objetos cotidianos: monedas, billetes, tizas, globos, grapadoras...
Buena parte de su fama viene de la televisión, que siempre ha sido un medio complicado para la magia. ¿Qué impresión tiene acerca de la plataforma, proporciona a los magos más ventajas o inconvenientes?
Gracias a la televisión, una moneda puede ser tan grande a los ojos como un elefante, así que la tele es un buen medio para la magia. Sólo hace falta un requisito: hay que establecer un pacto ético con el espectador. El que ve un juego a través de la tele tiene que ver lo mismo que vería si estuviese en el set del programa. La traición al espectador sucede cuando algunos magos sin ética utilizan compinches, efectos especiales, trucos de cámara… Después el espectador lo descubre y se siente estafado. Y con razón. Por eso a mí me gusta hacer magia en televisión, pero en directo, porque queda bien claro que no hay trampas de montaje.
Ahora da algunos pasos hacia la televisión internacional con The Next Great Magician, un talent show con magos de fama internacional.The Next Great Magician
Se emitió el pasado domingo y me enterraron viva para la cadena británica ITV, ejecutando mi propia versión del escape que creó Houdini hace exactamente un siglo, y sobre el que cuenta la leyenda que ni él mismo se atrevía a realizarlo.
¿Qué diferencias ha notado en la grabación televisiva de la magia en la ITV con la que se hace en España?
Grabar en Londres me ha ayudado a valorar lo bien que se trabaja en España. Allí tienen más medios, más personal... Pero la capacidad para sacar el máximo rendimiento con medios modestos y el altísimo nivel que tienen los profesionales de TV en España no lo he visto en ningún otro país.
Desde que empezó a ser conocida en Nada x Aquí, ¿en qué ha evolucionado como maga?Nada x Aquí
He ido aprendiendo a saber qué juego hacer en cada ocasión. Cuando empecé en Nada x Aquí tenía muy poco repertorio. Cuando acabó la primera temporada ya había hecho todos mis juegos. Entonces renovaron el programa y tuve que ponerme las pilas para ensayar más juegos. Y después empezó la época de ¡Qué tiempo tan feliz!, y no sólo tenía que tener juegos nuevos de semana en semana, sino que además los juegos tenían que estar relacionados con los invitados, lo cual era una gran exigencia, pero también un pequeño reto creativo semanal
¿Se siente más cómoda con la magia de escenario como la que acabas de grabar para The Next Great Magician o con la intimidad de la magia de cerca?The Next Great Magician
He hecho de todo. Magia grabada con cámara oculta, magia en televisión, en teatro… ¡hasta en la radio! Incluso hice un show en italiano de magia del siglo XVIII en el teatro que tenía Mussolini en Roma. De todo lo que he hecho, lo que más me gusta es la magia de cerca, porque tiene muchísima técnica y establece una conexión muy especial con el espectador. Parte del éxito de los shows en directo como MagicROOM está en que los espectadores están saturados de imágenes trucadas, y quieren ver cosas sorprendentes en vivo, sentirse protagonistas de la magia y vivirla de primera mano.
Ahora hay cierta proliferación de salas dedicadas en exclusiva a la magia de cerca.
Lo que me extraña es que no hayan surgido antes, porque en España somos especialistas en magia de cerca y no teníamos dónde mostrarla.
¿Qué momento vive la magia en España actualmente: de remisión tras el boom de los últimos años, o cree que ha ido a más?
La magia en España es excelente desde hace muchísimos años. Tenemos un país pionero a nivel mundial, todos los magos del mundo quieren venir a España a formarse. Sin embargo, el público español no está tan acostumbrado a acudir a un espectáculo de magia. Mucha gente que viene a verme me dice que es la primera vez que ve magia en directo. ¡Con la cantidad de buena magia que hay aquí!
¿A qué cree que se debe esta importancia a nivel mundial, qué tenemos aquí que nos distingue?
Con Ascanio, Carrol, Tamariz… hemos tenido muy buenos cimientos teóricos y técnicos. Los magos españoles le damos mucho valor a la técnica y combinamos muy bien la magia con el humor.
¿A qué nombres propios cree que le debe más en su estilo?
Mi mago favorito es David Williamson, un grandísimo ilusionista y cómico. Me encanta todo lo que hace, de mayor me gustaría ser como él.
¿Y cuál fue el primer mago que le impresionó?
A quien vi hacer un juego de magia por primera vez fue a don Eduardo, mi profesor de 2º de EGB. En cada recreo lo buscaba, le tiraba de la chaqueta y no lo dejaba escapar hasta que me repitiese una y otra vez el juego de la moneda que desaparecía en su codo. ¡Pensaba que ese hombre estaría lleno de monedas por dentro!
Precisamente, su magia es muy accesible y para todos los públicos. ¿Nunca le ha apetecido hacer algo más “para adultos”?
A mí me gusta que entren como adultos y salgan como niños.
Finalmente, no podemos renunciar a la pregunta tópica pero inevitable: ¿cómo se siente siendo mujer en una escena dominada por hombres?
Siento que soy muy afortunada por poder dedicarme a lo que me gusta, que nací para esto y moriré haciéndolo. Nunca he tenido ningún problema por ser mujer: entre mis amigos magos soy un mago más. Por cierto, en los talleres de magia que imparto para enseñar magia a los niños tengo tantas niñas como niños, así que presiento que en el futuro habrá tantas magas como magos.