Adonis, el poeta y ensayista árabe, firme candidato al Nobel de Literatura, publicó en los setenta su famoso “Epitafio para Nueva York”, una mirada poética sobre una “desmesurada” Norteamérica y ahora se edita con dos poemas que completan la visión del poeta sobre Nueva York.
Alí Áhmad Said Ésber, Adonis, nacido en Siria en 1930, con nacionalidad libanesa desde 1962 y residente en París desde hace años, está considerado el mayor exponente de la poesía árabe, pero también como uno de los escritores y pensadores universales que más puentes ha tendido entre la cultura árabe y occidental.
Y en el bellísimo “Epitafio para Nueva York”, que publica ahora Nórdicas, con traducción de Federico Arbós, premio Nacional de Traducción por este libro, Adonis muestra sus múltiples influencias y lecturas universales para dar con su mirada en una Nueva York, “cruel”, “confusa”, “vital” e “insolidaria”.
Donde recuerda la tensión Oriente y Occidente y donde se muestra también criticó con su país.
Además mira y se cruza con John Dos Passos, Federico García Lorca y Walt Whitman. Toda una visión que se completa para esta edición con dos poemas suyos posteriores: “Garganta de piel roja” y “Paseo por Harlem”, escritos por el poeta en Princeton y Nueva York, en 1996 y 1997, respectivamente y que amplían y cierran la visión del poeta sobre Norteamérica.
Para algunos, este poemario que sale a al calle trece años después de los atentados de Nueva York del 11 de septiembre, es una mano tendida, un puente entre Oriente y Occidente, a pesar de las miles de contradicciones que existen entre ambos mundos.
“'Epitafio para Nueva York' tuvo una primera versión en Hiperión en el 87 y luego en Alianza, en bilingüe, en 2006 y esta es una tercera edición revisada y complementada con estos dos poemas. Es un poemario donde se nota que Adonis ha leído muy bien 'Poeta en Nueva York', de Lorca”, explica a Efe Federico Arbós.
En el libro, que es fruto de su primera visita a la ciudad en 1961, según Arbós, hay una serie de citas indirectas basadas en la carga surrealista de unas imágenes que “fotografían” la confusión, la insolidaridad de la Gran Manzana, de la Urbe del siglo XX por excelencia, descarnada pero atrayente, vital, desmesurada“, escribe en el prólogo el traductor.
“Para Adonis, como para Lorca, los negros -los oprimidos, los marginados- y su barrio de Harlem son la fuerza vital que el futuro puede oponer a la ciudad devoradora e inhumana”, subraya el traductor.
“Harlem, el tiempo agoniza, más tú eres el Presente: Oigo lágrimas que retumban como volcanes/Veo mandíbulas que devoran hombres como se devora el pan/ Tu eres el resplandor que borra el rostro de Nueva York/Tu eres el huracán que la levanta cual hoja y la lanza al aire”, escribe Adonis en “Epitafio...”.
En este poemario el autor relaciona el exterminio de Vietnam con la situación de Palestina y compara la América democrática del poeta Walt Whitman y Lincoln con la de los verdugos de la América de Nixón, General Motors o Wall Street, comenta el traductor.
En el poema que ahora se incorpora a este mítico libro, “Garganta de piel roja”, del 1997, que es un poema largo dividido en cinco partes, Adonis habla de los indios americanos, de los pieles rojas. “Hache de piel roja/hache de Harlem/Dos ventanas de una misma casa”, escribe el poeta sirio.
Y en el último, “Paseo por Harlem” vuelve otra vez a hacer una recreación de Harlem negro, pero habla de nombres como Luter King, Duke Ellington o Louis Armstrong.
“Una visión americana que hoy es muy actual -dice Arbós-. Estos dos poemas últimos dan una visión menos combativa. En su primera visita de Adonis a Norteamérica éste tenía una visión más esperanzada, más combativa. Existía una utopía, digamos. Pero en estos últimos del 96 y 97, su visión es más desesperanzada, con una denuncia más oblicua, más melancólica”, concluye Arbós.
“Nueva York, mujer, de estatua de mujer/que alza en una mano un harapo llamado libertad/una hoja de papel que llamamos historia/mientras con la otra estrangula a una niña/cuyo nombre es tierra”, escribe Adonis.