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Éric Vuillard: “la gente no se acostumbra a las desigualdades”

Éric Vuillard: "la gente no se acostumbra a las desigualdades"
Madrid —

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Madrid, 18 sep (EFE).- La desigualdad, la figura del teólogo alemán Thomas Münster y cómo las sublevaciones del pueblo se repiten de forma periódica y sistemática en la historia son los temas sobre los que versa “La guerra de los pobres”, la nueva obra presentada por el escritor francés Éric Vuillard.

“En la historia, existen distintos momentos o figuras que han pasado desapercibidos, y a veces es como si vinieran a hablarnos desde el pasado, en búsqueda de una reinterpretación”, explica a Efe Éric Vuillard (Lyon 1968) en una entrevista sobre su nueva obra “La guerra de los pobres” (Tusquets editores).

El autor aborda esta vez las sublevaciones del pueblo alemán en 1524, en una historia cuyo eje gira en torno al teólogo Thomas Münster, un “intelectual que se entrega a la lucha de los campesinos y el pueblo”, en búsqueda de la igualdad y en una época en la que la aparición de la imprenta y la traducción de los textos sagrados a lenguas vulgares juegan un papel esencial a través de la posibilidad de llegar a oídos del pueblo.

“Thomas Münster fue un escritor de gran talento, de una prosa inflamada muy expresiva e imaginativa, que me hizo reflexionar sobre cómo se comporta la literatura cuando la temperatura política aumenta”, desgrana el autor sobre el protagonismo del teólogo en su nueva obra, tras haber escrito títulos centrados en periodos temporales como la Revolución francesa o la Primera Guerra Mundial.

También destaca la figura de Lutero, que dio posibilidad a todo aquel que supiera leer de “forjar sus propias opiniones” sobre los fundamentos de la religión, al tener acceso directo a los textos y poder interpretarlos, es decir, tener “capacidad de decisión” y de entendimiento, al igual que lo tenían las élites.

Además, Vuillard convierte en protagonistas a los levantamientos del pueblo, narrando diferentes episodios históricos acontecidos antes de llegar a Münster, que parten de un mismo eje central: la sublevación del pueblo frente a las distintas élites dominantes, un hecho que “se repite continuamente en el tiempo”.

“Al igual que en nuestra época, las personas que se revelan lo hacen contra las desigualdades sociales y en búsqueda de la libertad, mediante reivindicaciones que señalan la traición de principios por parte de los políticos y la élite dominante a su favor, algo que no está alejado de la crisis de la reforma protestante en la que Münster, campesinos y obreros se revelaron en su día”, detalla.

Tomas Münster acercó los textos sagrados al pueblo en un idioma vulgar llegando así a campesinos y pobres, y señalando “la interpretación errónea que las élites hacen de las sagradas escrituras”, generando un debate en torno a lo que hasta el momento permanecía “oculto al ser pronunciado en latín, reducido a los intelectuales, cuando era algo que debía estar en las plazas de los pueblos”, destaca.

“En cualquier época o lugar la gente no se acostumbra a las desigualdades, y en este entorno siempre hay alguien que retoma la lucha y reivindica las cosas”, puntualiza sobre Münster, que “reformuló el cristianismo y lo convirtió en la lengua de la libertad, al acercarlo al pueblo”, del que el provenía antes de conocer la lengua de los teólogos, lo que se convirtió en crucial para que se convirtiera en “portavoz del pueblo y su dolor”.

Por María Muñoz.

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