La ensayista y catedrática de arte contemporáneo Estrella de Diego ingresará mañana en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso que reivindica “el malentendido” como territorio privilegiado del arte y la cultura contemporánea.
“Las cosas no son lo que aparentan, el ojo nunca ve lo que mira”, ha señalado a Efe De Diego, cuya candidatura fue propuesta por los académicos Juan Navarro Baldeweg, Fernando de Terán y Simón Marchán Fiz, y que ocupará el vacío dejado por el cineasta José Luis Borau, fallecido en 2012.
Por ello, el cine tendrá un lugar especial en su discurso. “No hay otro lugar mejor para el malentendido que el cine”, opina la académica electa que recordará lo ocurrido con la primera proyección de los hermanos Lumière, en 1895, “La llegada de un tren a la estación de Ciotat”.
El tren avanzaba hasta hacer temer a los presentes por su integridad física, “incapaces de discernir la realidad de su reflejo en la pantalla”. Ese genuino asombro del malentendido es para De Diego el lugar donde surgen las preguntas y donde comienza el relato.
“Por mucho que se explique o se descifre, se diseccione o se mire, la realidad nunca está del todo dicha ni contada”, ha indicado. “Lo que llamamos realidad, lo que creemos percibir y contar, se nos escapa a cada paso entre las manos y las palabras”.
En su discurso de ingreso, que contestará el historiador Antonio Bonet Correa, la ganadora de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2011) saltará del cine a la literatura y a las artes plásticas para ejemplificar la infinita negociación de significados como única posibilidad de comunicación y revisión del mundo.
De las fotografías del nigeriano-británico Yinka Shonibare, que cuestionan las relaciones coloniales y postcoloniales en imágenes de descendientes africanos vestidos como 'dandies', al relato de Borges “Pierre Menard autor de El Quijote”, donde realidad y ficción se solapan y cancelan.
Pero también se remonta a “Las Meninas” de Velázquez, “malentendido por antonomasia” o a “La primavera” de Arcimboldo, que en su puesta en escena juguetona oculta a primera vista una representación más trascendental sobre el poder imperial.
Sin olvidar a América Latina, foco especial de su trayectoria, y a artistas como el escritor cubano Reinaldo Arenas o la pintora brasileña Tarsila do Amaral.
Nacida en Madrid en 1958, Estrella de Diego ha centrado sus investigaciones en la teoría del género, los estudios culturales postcoloniales y la construcción de las identidades en la modernidad, cuestiones en torno a las cuales giran buena parte de sus numerosas publicaciones y exposiciones.
Su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes contribuye a reforzar la escasa presencia femenina en la institución. En la actualidad poseen rango de académicas numerarias Teresa Berganza y Carmen Laffón, académica numeraria electa Cristina García Rodero y académica honoraria Carmen Giménez.
“Creo que en el mundo de los académicos, no solo en esta Academia sino en todas, hay en la actualidad un gran deseo y desvelo por que entren mujeres”, ha señalado la autora a Efe.
También sobre eso hablará en su discurso, ya que curiosamente fue un malentendido lo que propició el ingreso de la primera mujer en la Royal Academy de Londres en 1860.
Laura Hetford presentó sus dibujos para optar al ingreso como estudiante de pintura y firmó la petición con la inicial de su nombre y su apellido. Todos dieron por hecho que se trataba de un hombre y su aceptación accidental abrió el camino a otras mujeres.
Doctorada en Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, centro en el que ocupa actualmente la cátedra de Arte Contemporáneo, De Diego amplió sus estudios en la Universidad de Helsinki y fue becaria Fullbright en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, donde más tarde desempeñó la cátedra King Juan Carlos I of Spanish Culture and Civilization.
Ha formado parte del consejo de redacción de Revista de Occidente, La Balsa de la Medusa, Arenal, Trasdós o Perspective y del consejo asesor de prestigiosas organizaciones y museos, como el Musac de León, la Fundación Carolina o la Academia de España en Roma.
A lo largo de su trayectoria ha comisariado grandes exposiciones, así como los pabellones de España en la 22 Bienal de Sao Paulo y en la 49 Bienal de Venecia y ha escrito numerosos artículos y libros de referencia como “La mujer y la pintura en la España del siglo XIX” (1987) y “El andrógino sexuado: eternos ideales, nuevas estrategias de género” (1992).