Madrid, 29 nov (EFE).- El Teatro Real acoge entre el 14 y el 30 de diciembre el estreno mundial de una nueva producción de la ópera 'Maria Stuarda', del belcantista Gaetano Donizzeti, un “duelo de reinas” con la soprano Lisette Oropesa como monarca católica y la mezzosoprano Aigul Akhmetshina en el papel de la protestante Elisabetta.
Con dirección de escena de David McVicar y musical de José Miguel Pérez Sierra, la obra se presentará posteriormente en los teatros coproductores: el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Donizetti Opera Festival de Bérgamo, la Monnaie de Bruselas y la Ópera Nacional de Finlandia.
Por su temática histórica sobre el viejo continente, basada en un libreto de Friedrich von Schiller (1759-1805) sobre el enfrentamiento entre estas dos reinas británicas del siglo XVI, se trata de una “producción muy pensada para verse en teatros europeos”, ha explicado este viernes en la presentación el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch.
También McVicar -responsable de la aclamada puesta en escena de 'Adriana Lecouvreur', con la que comenzó la temporada en el Real- ha explicado que su intención ha sido “inyectar algo de historia en un relato muy romantizado de Donizzeti”, y evitar poner a María como la buena y a su prima Elisabetta como “una bruja”, ha explicado.
“Desde un punto de vista personal y político veo la interconexión de los personajes, ambas mujeres poderosas en un mundo dominado por hombres. La tragedia de estas mujeres es que eran prisioneras, Maria de Elisabetta, y Elisabetta de los sacrificios que debía realizar debido a su posición”, ha asegurado.
Los ensayos, que se iniciaron con retraso debido a que la escenografía se estaba montando en Valencia cuando se sufrió la dana a principios de noviembre, coincidieron en su comienzo con el día después de las elecciones de EE.UU. del 5 de noviembre, en las que Donald Trump resultó vencedor frente a Kamala Harris.
“No hablaré de estos resultados, pero sí que nos llevaron a reflexionar sobre la gran polarización de nuestro mundo actual, similar a la del siglo XVI, cuando ellas vivieron” y Europa estaba dividida entre católicos y protestantes, incapaces de coexistir y de ver el punto de vista del otro, ha dicho McVicar.
Matices que también se pueden observar en la música, pese al trato romantizado que le dio Gaetano Donizzeti (1797-1848), ha explicado por su parte el director musical, José Miguel Pérez Sierra, al que los tres intérpretes presentes han agradecido la libertad y comodidad que les ha proporcionado en la preparación de la obra.
Lisette Oropesa (estadounidense de origen cubano, que ha dado la rueda de prensa en español) se enfrenta su primera reina donizettiana, un papel “ligero, apropiado para este viaje al bel canto”, ha explicado.
Maria Stuarda fue “una mujer que sufrió muchísimo, rechazada por muchos, pero tampoco una paloma blanca. Era orgullosa y recordaba su derecho de ser la reina de Francia, Inglaterra y Escocia”, ha recordado.
Un papel dual que le ha llevado a la exploración de colores y sentimientos más oscuros de los que habitúa con su voz solar y ligera, “sin hacerme daño o gritar”, ha relatado.
La mezzosoprano Aigul Akhmetshina ha dicho por su parte que ha intentado despojar con su canto y su actuación teatral a Elisabetta de su rol de villana y aportar todo lo que tiene de vulnerable y frágil el personaje que ordenó ejecutar a su oponente católica.
En la parte ficcionada de esta historia, ambas reinas -que en realidad no se conocieron en persona- están enamoradas del conde de Leicester, interpretado en el primer reparto por el tenor andaluz Ismael Jordi.
“Es un papel ingrato y difícil que he hecho más de veinte veces, pero esta es la vez que más lo he disfrutado hasta ahora”, ha dicho Jordi en la rueda de prensa, en la que ha explicado con humor que en este rol “se canta mucho pero no te aplauden”.