Se hizo famoso en 2015 comprando la patente de un fármaco contra el sida y subiendo su precio en un 5.000%. El magnate estadounidense Martin Shkreli fue entonces apodado por los medios nacionales como “el hombre más odiado”, ya que la medicina para los enfermos de toxoplasmosis pasó de costar 12 a 670 euros. Ahora ha vuelto a la carga con sus conocidos juegos por redes sociales, donde ostenta con orgullo el título impuesto.
Para desgracia de los amantes de la música, Shkreli es un melómano coleccionista. Por eso cuando el colectivo de raperos Wu-Tang Clan sacó a subasta su nuevo disco Once Upon a Time in Shaolin, el empresario de 32 años se lanzó presto a agitar la billetera. Este último trabajo de los neoyorquinos es una pieza de arte limitada que desde el comienzo fue pensada para salir al mercado en esos términos. Wu-Tang Clan solo quería una copia ahí fuera e hicieron todo lo posible para evitar duplicados.
El álbum incluye colaboraciones de todos los miembros vivos de Wu-Tang Clan entre 2006 y 2013, además de un libreto de 178 páginas encuadernadas en piel y una caja cincelada en Marruecos, donde ha permanecido guardado hasta ahora en la bóveda del hotel Royal Mansour.
Esta fórmula funcionaba como un ataque directo contra los intereses económicos de la industria musical y la capitalización del talento, como explican en su página web. Pero quizá ya no estén tan convencidos de su decisión.
Martin Shkreli lo adquirió por 1.7 millones de euros, echando por tierra cualquier posibilidad de compra por parte de los seguidores. Al enterarse de que “el más odiado” quería pujar, el club de fans de Wu-Tang Clan organizó un crowdfunding en Kickstarter para competir con el broker. Al final recaudaron 14.000 euros y un puñado de buenas intenciones que no sirvieron para detener a Shkreli.
Si gana Trump
La cuantiosa suma que aseguró la victoria del empresario farmacéutico también batió récords en la historia mundial de la música. Hasta entonces el disco más caro había sido un single inédito de la banda The Quarrymen -formada por los Beatles antes de ser los Beatles- y adquirido por 200.000 libras.
Desde su posición de poder y con miles de personas esperando, Martin Shkreli lanzó a finales de octubre una amenaza en Twitter: si se imponía Donald Trump en las elecciones, haría público el disco; pero si ganaba Hillary Clinton, lo destruiría.
No es la primera vez que alardea de su papel de villano moderno y muestra en redes que le divierte. Así que todos le veían capaz de destruirlo si vencía la candidata demócrata. Cuando el martes por la noche Trump se alzó como presidente, muchos miraron de reojo a Shkreli a la espera de que cumpliese su promesa. Y lo ha hecho, pero no como esperaban.
Según los términos de copyright de Once Upon a Time in Shaolin, el propietario podría distribuirlo entero por la plataforma que quisiese. Shkreli ha elegido sus canales de Periscope y Youtube, donde se graba a él mismo escuchando fragmentos sueltos del álbum en una calidad ínfima. Los fans de Wu-Tang Clan prenden fuego a sus redes cada vez que sube un vídeo, pero Shkreli siempre disfruta. Como también lo hace con la etiqueta de ser inhumano más odiado del mundo.