Aunque puede que Daniel Craig siga interpretando a James Bond en la próxima película de la franquicia, los rumores de su sucesor como 007 no han parado ni un instante. Nombres como Tom Hiddleston o Idris Elba suelen aparecer en los titulares como intérpretes adecuados para el personaje de Ian Fleming. Pero todos ellos son hombres, claro. Al menos hasta ahora.
Una campaña en internet ha empezado a reclamar una intérprete femenina para 007 y el nombre de Gillian Anderson, eterna Scully de Expediente X, parece haber convocado a los fans. Ella se muestra encantada e incluso ha bromeado sobre el tema con un tuit en el que aparece en el póster. Y, sinceramente, el cambio cuadra perfectamente.
Seguramente, muchos clamarían al cielo por el cambio de sexo de un personaje icónico clásicamente interpretado por un hombre que, finalmente, es interpretado por una mujer. Se trata de transformar imaginarios arraigados y superar constantemente prejuicios sin fundamento. Para muestra, un botón. Ahí está el reciente odio que ha despertado la nueva adaptación de Los cazafantasmas antes de estrenarse por el simple hecho de que los roles protagonistas han recaído en mujeres.
Cuando se confirmó el reparto con Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones, muchos sintieron ultrajada su memoria cinéfila. Los ataques llegaron hasta el director, Paul Feig, que afirmó públicamente estar harto de tantas opiniones venenosas vertidas antes de su estreno. “No me importa de qué talla o de qué color son las actrices, ni nada por el estilo. Sólo me preocupa si son graciosas y si la gente se lo va a pasar bien con ellas” dijo. No es, para nada, un fenómeno nuevo.
A lo largo de la historia del cine y la televisión son muchos los ejemplos de personajes que habían sido pensados para hombres, y que terminan siendo interpretados por mujeres. Entonces nadie puso el grito en el cielo porque lo esencial, en lo narrativo, no dependía del sexo del personaje sino del personaje en sí mismo. Veamos algunos.
Rosalind Russell en Luna Nueva
Luna Nueva
En el 31, en la versión de The Front Page dirigida por Lewis Milestone, el reportero Hildy Johnson fue Pat O'Brien. Posteriormente sería Jack Lemmon en la adaptación de Billy Wilder del 74. Pero en 1940, el personaje se había convertido en mujer para Howard Hawks. El mítico director escuchó a su secretaria dar la réplica a uno de los actores durante un ensayo y lo tuvo claro. El reportero podía ser reportera y, así, Rosalind Russell se hizo con el papel.
Sigourney Weaver en Alien, el octavo pasajero
Alien, el octavo pasajero
Hoy nadie se imagina a la teniente Ripley siendo interpretada por un hombre. Pero lo cierto es que Ridley Scott había pensado en el personaje como un rol masculino. Sin embargo, un cambio de opinión meditado convirtió a Sigourney Weaver en mito absoluto de la ciencia-ficción contemporánea. Hoy, Ripley parece un personaje pensado y escrito para ser el alias de la actriz y lo entendemos hecho para ella.
Grace Jones en Conan: El Destructor
Conan: El Destructor
La cantante, modelo y actriz jamaicana Grace Jones lleva toda su vida cuestionando los estereotipos sexuales y raciales. En el 84 lo hizo con la guerrera Zula, un personaje fuerte y exótico que había sido pensado para ser interpretado por un hombre. El mismo Arnold Schwarzenegger llegó a quejarse de la agresividad con la que ella hacía de guerrera. Un año después, Jones repetiría en el papel de villana letal: la fabulosa May Day de Panorama para matar, aunque aquel papel sí fue pensado para ella.
Jodie Foster en Plan de vuelo: Desaparecida
Plan de vuelo: Desaparecida
Sobre el papel, el guión de Flightplan contaba la historia de un padre que pierde a su hija durante un vuelo de avión. Al poco, toda la tripulación hace creer al hombre que está loco y que no hay constancia de la entrada de ninguna niña en el vuelo en el que viaja. Pero el padre, que iba a ser Sean Penn, luchará contra el complot generalizado para conseguir rescatar a su hija. Su director, el alemán Robert Schwentke, decidió que en lugar de un sacrificado padre fuese una sacrificada madre y el papel fue a parar a las manos de Jodie Foster sin más revuelo.
Birgitte Hjort Sørensen en Juego de Tronos
Juego de Tronos
Ahora Hjort Sørensen triunfa con la Ingrid que interpreta en Vinyl. Hace a penas un año, lo hacía con la guerrera Karsi de Juego de Tronos. Un personaje que, en un principio, había sido pensado para un hombre. El destino quiso que terminara interpretado por la actriz danesa que lo daba todo en aquel impresionante capítulo de la batalla de Casa Austera, el octavo episodio de la quinta temporada de la serie.
Lucy Liu en Elementary
Elementary
La polémica del cambio de sexo de un personaje tan enraizado en el imaginario popular como el Dr. Watson, inseparable compañero de Sherlock Holmes, cayó sobre las espaldas de Lucy Liu. Cuatro años y tres temporadas después de verla en Elementary, nadie discute que Lucy Liu ha hecho completamente suyo el personaje de Conan Doyle.
Viola Davis en El juego de Ender
El juego de Ender
En la novela de Orson Scott Card el mayor Anderson es un veterano de guerra rudo y viejo. Cierto es que el clásico de la ciencia-ficción juvenil no tuvo una adaptación a su altura en el cine, pero nadie niega que Viola Davis fuera perfecta para el personaje. Gavin Hood tuvo buen ojo al encomendarle la tarea a una de las actrices más solventes del panorama estadounidense que sigue sorprendiendo como protagonista de la serie How to Get Away with Murder.
Estos son sólo algunos ejemplos. No obstante, todos nos hacen pensar que no pasaría absolutamente nada si el nuevo James Bond fuese mujer. Es absurdo pensar que con el cambio de Los cazafantasmas a Las cazafantasmas, vaya acompañado de una devaluación de su calidad. Y lo mismo pasaría con 007, por mucho que a una industria fundamentalmente patriarcal le cueste imaginarlo. Jane Bond, bromea Gillian Anderson y, ¿por qué no?