Madrid, 18 feb (EFE).- Más allá del reconocido internacionalmente flamenco, España es un país rico en folclore con toda una serie de prácticas culturales como la Danza de Las Lanzas, con 350 años de historia, que corren el riego de perderse con la desaparición de las generaciones más mayores, alertan varios etnógrafos.
“El tiempo apremia para recopilar parte del patrimonio inmaterial. Por ello, las actuaciones deberían ir enfocadas hacia la recopilación de nuestra tradición para su posterior estudio, difusión y divulgación. Cada anciano que fallece es una biblioteca de saberes que perdemos”, explica la conservadora y restauradora de patrimonio Beatriz Cea Díaz en entrevista con Efe.
Se refiere a patrimonios culturales en riesgo de toda la geografía española, como la mencionada Danza de Las Lanzas en Cantabria o la tradicional Mateixa en las Baleares.
La pequeña población cántabra de Ruiloba, de apenas 700 habitantes, guarda en sus libros de historia ilustres visitas de prestigiosos estudiosos del folclore como Ramón Menéndez Pidal, María Goyri o Jesús Cancio. Expertos que acudían al pueblo maravillados por las danzas (La Danza de Las Lanzas, el Baile a lo Llano y los Picayos) que allí conservan.
Tres danzas arraigadas en el folclore cántabro, entre las que destaca la de Las Lanzas, actualmente bajo la denominación de Bien de Interés Cultural, y con un origen que se remonta siglos atrás, al conservarse un texto, de 1669, en el Archivo Municipal de Santillana del Mar, detallando el pago a unos danzantes de Ruiloba.
“La Danza de Las Lanzas se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta nuestros días sufriendo algunos periodos de olvido y algún pequeño cambio o adaptación, pero conservando su pureza original”, dice Cea.
Danza a la que investigadores le han asignado vínculos guerreros, “concretamente ligada a los tercios de Flandes”, especifica Cea, en la que los danzantes, unidos por lanzas, forman diferentes figuras (casetas, caracoles, olas, castillos, túneles, círculos...), guiados por el director, el primero de los bailarines.
Una demostración folclórica a la que cada vez se acercan menos jóvenes. “En general los jóvenes no se interesan por el folclore, pero porque nadie se interesa por algo que no sabe que existe o cuya importancia no alcanza a comprender”, opina Cea.
Y que como consecuencia trae a primer plano el riesgo que se corre de perder parte de nuestro patrimonio cultural. “Es importantísimo que no se pierda el folclore, no solo porque así lo digan las leyes de patrimonio a nivel estatal y cántabro, sino porque son nuestras raíces, es nuestra identidad, lo que hace que sintamos arraigo hacia nuestra tierra”, manifiesta Cea.
Desde la isla de Mallorca, la polifacética artista Joana Gomila lleva años experimentado con la música folclórica balear desde una perspectiva en la que se mezcla la tradición con la música electrónica. Una innovación que está muy presente en su disco “Folk Souvenir” (2016), donde se mezclan voces de archivo y paisajes sonoros procedentes de los directos.
“En 2005 la Casa Pare Ginard me propone un concierto basado en el Cançoner Popular de Mallorca. En ese momento me encuentro delante de un material tradicional, canciones que de una u otra manera habían formado parte de mi infancia y adolescencia, y esto me plantea una serie de dudas que acaban siendo el cultivo sobre el que crece 'Folk Souvenir'”, explica a Efe Joana Gomila.
Álbum de alto interés antropológico que orbita en torno al cuestionamiento de si estás formas musicales folclóricas pueden tener su público o si los espectadores deben ser siempre parte activa del proceso tradicional.
Interrogantes que para Gomila tienen una respuesta clara: “Si un día despertamos y no tenemos reproductores de música ni partituras escritas, para mí la música que cantaríamos y sonaría en nuestro inconsciente colectivo sería la música popular”.
Preocupaciones artísticas que están presentes también en su último disco, “Paradís” (2020), creado junto a la teclista y compositora Laila Vallés, en el que se continúa “la línea explorativa con la tradición, pero así como en 'Folk Souvenir' la tradición era el concepto sobre el que se basaba el disco, esa pregunta infinita sobre qué es la tradición, en 'Paradís' el concepto es la isla (Mallorca)”.
“En España la tradición fue folclorizada por la dictadura, que provocó un vaciado del sentido sano de la tradición y la vistió de folclore vistoso para ser mostrado. Para mí lo importante es no perder la capacidad de estar despiertos para entender el presente, con su flujo irremediable hacia el pasado y hacia el futuro”, finaliza Gomila.
Laura Tabuyo