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Frida Kahlo da el estirón en las subastas: 34,9 millones de dólares por 'Diego y yo'

El autorretrato titulado "Diego y yo", de la pintora mexicana Frida Kahlo

Peio H. Riaño

17 de noviembre de 2021 08:09 h

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Las lágrimas de Frida Kahlo se han vendido por 34,9 millones de dólares (30,8 millones de euros), en Sotheby’s Nueva York. A pesar del buen registro, se ha quedado muy lejos del máximo precio estimado, 50 millones de dólares. Era el lote más anunciado desde hace meses y el más deseado en el otoño de las subastas postpandemia. La venta de 'Diego y yo' (1949), uno de los autorretratos más dolorosos de la artista mexicana, pintado una década después de divorciarse del muralista Diego Rivera y nueve años más tarde de volverse a casar con él, ha superado ampliamente el antiguo récord de Kahlo, con la venta en 2016 de 'Dos desnudos en el bosque (la tierra misma)' por ocho millones de dólares. También se ha convertido en la obra de arte latinoamericana más cara vendida en subasta, superando —justicia poética— el registro de 9,8 millones de dólares marcado por la venta en 2019 de 'Los rivales', de Diego Rivera.

El cuadro pertenecía a la coleccionista y galerista Mary Anne Martin, la responsable de promocionar el arte latinoamericano en Manhattan desde 1982. 'Diego y yo' fue la primera obra latinoamericana en romper la barrera del millón de dólares cuando se vendió por 1,4 millones de dólares, en 1990. Ahora, treinta años más tarde, vuelve a convertirse en el referente de la artista mexicana en las subastas. El mercado del arte sólo ha tardado treinta años en reaccionar ante uno de sus mejores productos: Frida Kahlo, una artista muy popular, muy poco prolífica y con muy poca oferta. 

En 1984 el Gobierno de México despertó al talento de Kahlo y declaró toda obra de Frida Kahlo patrimonio nacional. Esto impuso unas fuertes restricciones que impiden sacar la obra de la artista fuera del país. Sólo aquellas que permanecen en los EEUU —las que Frida y Diego sacaron cuando viajaron por California, Detroit y Chicago— están disponibles para el mercado internacional. Se calcula que apenas un 10% del catálogo de la artista está a la venta fuera del país después de la norma ejecutada por el presidente mexicano Miguel de la Madrid. Desde entonces hay dos mercados de Frida Kahlo: el de interior y el de exterior, con precios ostensiblemente inferiores en el primero. La escasez de obra ha provocado una increíble cantidad de falsificaciones. Los especialistas se encuentran con un centenar de cuadros falsos al año. 

En la pintura vendida en Nueva York este martes por la noche Kahlo se retrató como una mujer obsesiva. Era lo propio en la parte final de su carrera, como puede verse en otras obras como 'La mesa herida' (1940) y 'La columna rota' (1944). 'Diego y yo' la inició unos meses antes de la operación de la columna vertebral que acabará con la amputación de una pierna. En la tabla no falta la sangre, las lágrimas y el sudor como señales inequívocas de la iconografía dolorosa de la artista. A imagen y semejanza de un retrato renacentista, Kahlo se retrata con la presencia de su marido en su frente, como un pensamiento inevitable, mientras su pelo le rodea el cuello como si quisiera estrangularla. Es un cuadro intenso, inquietante y dramático. 

Para poner en contexto la cantidad pagada por el Frida Kahlo, 'Propped' es la pieza de una artista viva por la que más se ha pagado en subasta: en 2019 Jenny Saville vio cómo su obra llegaba a los 12,5 millones de dólares. Un año antes, Jeff Koons (creador de Puppy, el perro del Guggenheim de Bilbao) había marcado el récord masculino: 91,1 millones de dólares por su 'Rabbit'. Como indicaba el pasado año el profesor de finanzas en la Escuela de Administración de Yale, William Goetzmann, el arte de las mujeres representa una gran oportunidad, porque se puede acceder a arte de grandísima calidad “a un precio de ganga”. Quizá este resultado de Kahlo sea el final de las rebajas. 

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