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El amor entre Frida Kahlo y Josep Bartolí, a subasta

La casa de subastas Doyle de Nueva York ha subastado un lote compuesto por 25 cartas inéditas que la artista mexicana Frida Kahlo escribió a Josep Bartolí, su amante español, un pintor catalán que estaba exiliado en América.

Doyle tenía estimado conseguir en torno a los 80.000 y 120.000 dólares por ellas pero la realidad ha superado cualquier tipo de predicción. Un comprador particular, cuya identidad se desconoce pero del que sabemos que es un coleccionista de arte y artista residente en New York, ha ofrecido 137.000 dólares para conseguir este lote que contiene los sentimientos más íntimos de Kahlo.

La correspondencia entre los dos amantes era desconocida hasta el momento. Ahora, y gracias a ella, sabemos que la pareja de artistas se conoció en Nueva York y que fue en esta ciudad donde empezó su apasionado romance.

Frida Kahlo se enfrentó a múltiples operaciones quirúrgicas causadas por un accidente de autobús que tuvo cuando tenía 18 años y que siempre le dio complicaciones en la espalda, además de mantenerla postrada en la cama durante largos períodos de tiempo. Es cuando esperaba para ser intervenida en una complicada intervención de la columna cuando la mexicana conoció a Bartolí, a través de su hermana Cristina.

El pintor español solía ir a verla al hospital y fue en esta época, y durante los tres años que duró su relación, cuando se escribieron esta íntima correspondencia que ahora ha sido rescatada.

“No sé cómo escribir cartas de amor”

Estas 25 cartas, redactadas entre agosto de 1946 y noviembre de 1949, hablan de la enfermedad de Frida, de la tempestuosa relación que mantenía con su marido, Diego Rivera, y de la dificultad que tenía a la hora de pintar, pero, además de hablar de estos temas, hablaban de amor, de planes y de futuro.

“Mi Bartolí... No sé cómo escribir cartas de amor. Pero quería decirte que mi entero ser está abierto a ti. Desde que me enamoré de ti todo se ha transformado y está lleno de belleza... El amor es como un aroma, como una corriente, como la lluvia. Sabes, mi cielo, que llueves en mí y yo, como la tierra, te recibo. Mara”, recoge una de ellas.

Las cartas se firmaban bajo seudónimos. Frida era “Mara”, nombre que sale del diminutivo de “maravillosa”, como solía llamarla Bartolí. El pintor español, por su parte, firmaba como “Sonja” un nombre de mujer con el que los amantes pretendían pasar por alto cualquier tipo de sospecha en caso de que el marido de la mexicana descubriera algún día la correspondencia.

La relación llegó a su fin a finales de 1949 pero Josep Bartolí nunca dejó de amar a Frida Kahlo por lo que guardó siempre sus cartas junto a él en su domicilio hasta que murió en Nueva York en 1995. Su familia vendió, años después de su fallecimiento, estos documentos que contienen recuerdos, flores prensadas y fotografías.