El kilómetro cero de la vía Agusta ha sido hallado en Mengíbar (Jaén). Se trata del Arco de Jano, una estructura que se construyó en la Vía Augusta en el siglo II a.C. y servía de línea divisoria entre las provincias Tarraconense y la Bética. Es el arco más antiguo de la Península y se estima que pudo haber medido 15 metros de ancho y 8 de alto. Lo han encontrado los arqueólogos del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.
El hallazgo hará avanzar el debate historiográfico que ha supuesto su localización. La Vicerrectora de Promoción de la Cultura y Deportes de la Universidad María Dolores Rincón ha señalado en su presentación que “ayudará a disipar incógnitas sobre el pasado romano de Andalucía”.
Lo primero que encontraron los investigadores fueron los cimientos de uno de los pilares del arco al lado del denominado Camino de los Romanos, en Mengíbar, antigua Iliturgi. Juan Pedro Bellón, responsable del proyecto, ha informado de que no se conserva entero pero que “tienen la hipótesis de que pudo ser utilizado en la construcción, como base, de la Torre de Mengíbar”.
Las molduras y demás restos arquitectónicos hallados aportan información suficiente como para restituir la estructura del arco. Ahora van a añadir trabajo con georrádar, que permitirá determinar si junto al él pudo ubicarse un templo.
Para el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Íbera de la Universidad de Jaén, Manuel Molinos, el descubrimiento está llamado a ser “uno de los más importantes de las últimas décadas en relación con el final del mundo Íbero y el comienzo de la presencia romana”.
Ya en los años ochenta, el Instituto Arqueológico Alemán realizó una serie de prospecciones cerca de donde finalmente se ha encontrado el arco, aunque con menos suerte. Ahora se ha podido confirmar que, como muchos sostenían, se encontraba en la provincia de Jaén.
La vía Augusta fue el principal eje de comunicación a partir del siglo I en Hispania. Era la calzada romana más larga de la península, con más de 1.500 kilómetros de longitud. Discurría desde los Pirineos hasta Cádiz y rendía homenaje a su impulsor y primer emperador Octavio Augusto. Fue él quien determinó la importancia vital que la red viaria tendría para el desarrollo imperial de Roma en Hispania. Los célebres grabados Vasos de Vicarello recogieron las etapas, distancias y mansiones de su trazado.
El nombre de Jano del arco se debe al dios de las puertas, de los comienzos, de los portales, las transiciones y los finales en la mitología romana. Por eso le fue consagrado el primer mes del año y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes del que derivó de su nombre.