El dibujante Francisco Ibáñez, uno de los autores que más firman en Sant Jordi, ha comentado a mitad de la jornada en el tradicional almuerzo que organiza el grupo Penguin Random House, que hoy no ha parado de ejercitar “la muñeca y la mandíbula”.
Ibáñez ha precisado que le duele la muñeca de tanto dibujar, firmar y dedicar sus libros, pero “también me duele la mandíbula y la cabeza y no sabía por qué, y al final me he dado cuenta de que los lectores te cuentan su vida y lo menos que puedes hacer es estar atento y mostrar la mejor de tus sonrisas. Y son muchas horas con la sonrisa fija”, ha bromeado.
En sus dedicatorias, Ibáñez pregunta siempre si quieren que les dibuje algún personaje concreto, pero “casi siempre me piden a Mortadelo”.
La dedicatoria más extraña que ha firmado hoy ha sido para tres periodistas, a los que ha dibujado un Mortadelo en tres servilletas, aunque rápidamente ha preguntado: “¿Lo saben los del restaurante? No vayan a ir detrás mío para que les pague las servilletas”.