Javier Marías tomó la decisión de no recibir ningún premio institucional o estatal en el año 1998, justo después de recibir un galardón de la Comunidad de Madrid. Si bien la noticia hubiese sido que hoy aceptase el Premio Nacional de Narrativa con el que le ha galardonado el Ministerio de Cultura, el autor de Los Enamoramientos ha visto oportuno explicar el por qué a este rechazo: “Es una cuestión de consecuencia. No se trata de un desdén, un feo ni un agravio hacia nadie. Sería indecente y una sinvergonzonería desdecirme de lo manifestado y aceptarlo”.
El escritor ha negado en rueda de prensa que su determinación se deba a que gobierne el Partido Popular. Haría lo mismo “independientemente del partido que gobernase”. El motivo principal, ha dicho, fue siempre el evitar verse involucrado “en esa parte de la prensa que siempre habla de favoritismos cuando alguien recibe esta clase de premios”. “En este país hay una tendencia a politizarlo todo. Siempre lo achacan al partido gobernante y yo no quiero prestarme a eso”, ha señalado.
Existen, sin embargo, más razones que explican el no. Entre otras cosas, Marías ha reconocido que el Estado no debe darle “nada” por su “tarea de escritor”. “Es algo que he elegido yo”, ha argumentado.
Asimismo, ha afirmado que este año suma un motivo más a su lista: los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy en Cultura. A este respecto, ha denunciado que este Ejecutivo “recuerda al franquismo en lo que a la actuación en Cultura se refiere”. Ha hecho principal hincapié en lo destinado en los últimos presupuestos a las Bibliotecas Públicas: cero euros. “Ojalá el Ministerio utilice el dinero del premio -está dotado con 20.000 euros- a las bibliotecas, aunque a lo mejor se lo dan a los bancos”.
Marías ha insistido en el tema de los recortes al asegurar que no comprende la subida del IVA y por qué el Gobierno ve “el cine como un espectáculo pero el fútbol no”.
Por otro lado, el escritor ha reiterado que desde hace un tiempo los Premios Nacionales no le merecen “mucha estima”, sobre todo después de que su padre, el ensayista Julián Marías, nunca recibiese el Premio Nacional de Ensayo. “Siempre pensé que si él no lo hacía recibido, yo tampoco me lo merecía”.
Pese a todo, Marías ha agradecido en varias ocasiones el reconocimiento y la consideración del jurado del Premio Nacional de Narrativa, que, según ha explicado, sabía que esto podía suceder y aún así han persistido en su fallo.