Joaquín Sabina ha abandonado este lunes la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Rúber Internacional de Madrid, donde proseguirá su recuperación tras la grave caída que sufrió el pasado miércoles durante un concierto junto a Joan Manuel Serrat.
El representante del artista, José Navarro “Berry”, ha avanzado que “no habrá” más partes médicos por parte de la familia del artista respecto a su evolución. En este sentido, el pasado domingo Navarro confirmó que el estado de salud del cantante evolucionaba “en la línea esperada”. “Todo va correctamente”, comentó.
Durante el concierto que ofrecía el pasado 12 de febrero en el Wizink Center de Madrid, Sabina cayó al foso desde el escenario, a una altura aproximada de 1,70 metros, y aquejado de un fuerte dolor en el hombro hubo de interrumpir y posponer su actuación. Tras los exámenes pertinentes, se diagnosticó que presentaba “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico”, así como un “pequeño coágulo” del que fue intervenido sin complicaciones a la mañana siguiente.
Ya entonces se señaló que el artista pasaría “al menos” 48 horas en observación por su historial clínico y las diversas afecciones sufridas durante estos años, especialmente desde que padeciera un derrarme cerebral en 2001.