El jurado que ha concedido el Premio Nacional de Artes Plásticas 2014 al artista valenciano Jordi Teixidor estaba presidido por el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Miguel Ángel Recio. Han destacaso en su fallo que el esfuerzo de Teixidor ha sido “sostenido en el tiempo” hasta configurar un conjunto “que confiere al arte español contemporáneo la entidad que hoy tiene”.
“Reivindicador de la pintura, rasgo decisivo de su obra es la distinción en su quehacer respecto a nuestro contexto artístico, con una práctica, ya desde mediados de los sesenta, próxima al arte conceptual o a la sensibilidad minimalista”, señala el fallo del premio, dotado con 30.000 euros. Es un artista, añade el jurado, “silencioso”, “amante de la poesía y la filosofía” y “elogiador de la duda en el arte”. Perteneciente a la corriente artística denominada Nueva Generación, Teixidor, “un creador constante en su empeño”, “avanzó las corrientes artísticas que llegarían durante la Transición”.
Cachorros de la Nueva Generación
El premiado se formó artísticamente entre 1959 y 1964 en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y fue nombrado en 1966, junto con José María Yturralde, conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoció a la generación del llamado Grupo de Cuenca. En ese mismo año formó parte del grupo Nueva Generación, promovido por el crítico Juan Antonio Aguirre, y es en esa época cuando emplea la madera como soporte y en la que las formas recortadas que hace relacionan su trabajo con los planteamientos de la pintura hard-edge.
En 1973 viaja a Nueva York y allí centra su interés en Mark Rothko, Barnett Newman, del que asimila el empleo de bandas laterales, y Ad Reinhardt. En 1976 participa en la Bienal de Venecia en la muestra “España: Vanguardia artística y realidad social. 1936-1976”, y tres años después es becado por la Fundación Juan March, instalándose en Nueva York hasta 1981. En ese tiempo, Teixidor, académico de la Real Academia de Bellas Artes de Madrid desde 2000, es seleccionado por Margit Rowell para participar en la exposición New Images from Spain, en el Guggenheim de Nueva York.
En 1982 se instala en Madrid y en 1990 comienza las series cuyos títulos aluden al límite -“Los límites de la memoria”, “Los límites del engaño” y “Los límites de la razón”, entre ellos- y progresivamente va abandonando el color hasta llegar al negro, aunque incorpora colores de oro. Es el momento de los paisajes nórdicos y de la trilogía compuesta por “El final de la batalla”, “La muerte de Virgilio” y “La derrota”.
El jurado ha estado formado también por Begoña Torres, Inmaculada Corcho, Alfonso de la Torre, Isabel Durán, Manuel Fontán, Esther Pizarro, Teresa San Segundo y Carmen Calvo, Premio Nacional de Artes Plásticas de 2013.