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La Sala Mirador seguirá siendo el parlamento del teatro
El actor Juan Diego Botto, que vuelve a programar la Sala Mirador, ha presentado hoy la nueva temporada, en la que sigue apostado por el teatro “a pie de calle”, caracterizado por la crítica social, ya sea a modo de drama, comedia, cabaret o de danza.
“Cuando el parlamento es un teatro, el teatro debe ser un parlamento, sigue siendo esta temporada la fuente de inspiración para la programación general que nos hemos marcado”, ha declarado Botto, que busca presentar un teatro social entendido en el sentido más amplio del término: que pueda hablar de “lo que pasa y de lo que nos pasa”.
Este año será el último para el actor como programador, que después de dos años, dará paso a un grupo de 5 o 6 personas del mundo del teatro para que la sala “no se acomode a una única mirada”.
La temporada arranca en septiembre con cinco espectáculos de danza: Festival un cuerpo mil danzas, una exhibición de baile y circo urbano; Pure, danza en estado puro, que fusiona danza oriental y contemporánea; Ruido Blanco, una combinación de flamenco y lenguaje audiovisual; Tuyo Chopin, una demostración de danza contemporánea, y para los más pequeños, Solete.
Teatro militante
La temporada teatral se inaugura con La Gente, una pieza sobre las asambleas ciudadanas que fue nominada a los premios Max como mejor dramaturgia revelación.
Además, septiembre rescata el espectáculo La Katarsis del Tomatazo, en el que distintos artistas exhiben números como si fuera un cabaret, y en el intermedio el público valora cada representación con aplausos o tomates.
Estefanía De Los Santos representará en octubre Las Plantas, en la Sala pequeña de La Mirador. También este mes, se estrena Las mejores ocasiones, que según su director Gorka Lasaosa, “refleja una reflexión perturbadora sobre el corporativismo y sobre el miedo. En definitiva, un coctel de metafísica, humor y violencia”.
Al final de año se programarán Mongolia el musical, que apuesta por el humor ácido y Granos de uva en el paladar, una pieza de Susana Hornos que llega desde Buenos Aires pero habla de la memoria histórica en España.
Sabor argentino
La Sala Mirador también acoge otros espectáculos todavía sin fecha concreta como: Corre, una obra sobre el amor fraternal; La fiebre, de Israel Elejalde y Plaza Avellaneda, inspirada en los eventos de la masacre de Avellaneda en Argentina.
Esta temporada, los espectadores también podrán volver a disfrutar de María Botto y Roberto Drago bajo la dirección de Cristina Rota en Rudolf. La argentina también dirige Lo que no te digo que, según ella, habla de “por qué conviene a los poderes pervertir el lenguaje para que entremos en confusión permanentemente”.
Este año se abrirán nuevos espacios como el Club de Amigos de La Mirador o un curso de charlas y debates con Juan Carlos Monedero sobre la coyuntura política actual, en el que también participará Ada Colau.