Una jueza imputa por amenazas contra Nacho Cano a la becaria que le denunció

Elena Herrera

7 de noviembre de 2024 13:55 h

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El Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid, que dirige la magistrada Patricia Jiménez-Alfaro, ha abierto diligencias tras la denuncia por amenazas que Nacho Cano presentó contra Leslie Guadalupe, la becaria que había denunciado previamente al productor por presuntos delitos contra los derechos de los extranjeros y de los trabajadores del musical Malinche. Según ha adelantado El Mundo y ha confirmado a elDiario.es un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la bailarina está citada a declarar el próximo 12 de diciembre. 

El pasado septiembre, Cano denunció por “amenazas condicionales” y revelación de secretos a Leslie Guadalupe. Para ello, presentó como supuestas pruebas mensajes de WhatsApp en los que la joven pedía un pago de 6.000 euros, una carta de recomendación y la estancia en un hotel para evitar que “procediera legalmente”. La bailarina explicaba que había hablado con su letrado por su situación en la obra y que podría demandarle por “negligencia, discriminación, maltrato psicológico y privación de libertad en el hostal, entre otras cosas”. Esos mensajes fueron presuntamente enviados el 22 de diciembre de 2023, antes de presentar la denuncia. 

Esta causa sobre supuestas amenazas es independiente del procedimiento abierto en otro juzgado de Madrid para determinar si el exmiembro de Mecano mantuvo a veinte becarios de manera irregular en su musical Malinche. De hecho, la instructora de esa causa, Inmaculada Iglesias, consideró “irrelevantes e innecesarios” esos mensajes para avanzar con sus pesquisas y rechazó incluirlos en la causa

Leslie Guadalupe estaba citada a declarar el pasado 28 de ocubre en el marco de esa causa, si bien solicitó aplazar su comparecencia dado que no se encontraba “en condiciones”. La mexicana asegura que, tras permanecer “encerrada durante dos horas en el hostal” donde residía junto al resto de becarios, Cano y su equipo le ofrecieron “3.000 euros, un billete de vuelta y que firmara una carta por la que se desligaban” de ella. La bailarina se negó a aceptar sus condiciones y, según detalla a este periódico, le ofrecieron “más dinero, hasta 10.000 euros”. “No acepté nada”, sostiene.