Constantino Bértolo (editor de Caballo de Troya): No veo la palabra incompatible, me parece que las incompatibilidades que tienen los ministros durante dos años no tienen nada que ver con el trabajo de escritura. Lo extraño es que exista el premio Planeta, a partir de ahí…
Bernardo Atxaga (escritor): Estoy a mil kilómetros luz de este asunto. Me parece bien. ¿Por qué no? Todo depende de lo estrechos que nos pongamos. Las personas son libres de hacer lo que les plazca, y en principio no veo que ese tipo de fisiones, como presentarse a un premio, tenga relevancia con respecto a nada que sea importante. Es un hecho que no tiene relevancia con respecto a lo que es importante como, por ejemplo, cómo están poniendo leyes para quitar de en medio a los sindicatos reivindicativos. Lo otro es irrelevante.
Luisge Martín (escritor y amigo de González-Sinde; trabajó con ella en el Ministerio): En principio, lo de la puerta giratoria tiene que estar estrictamente restringido a aquellas cosas en las que uno haya podido haber prevaricado en sus áreas. Pero cualquier editor sería imbécil si a una exministra que no tiene poder ni está en el PSOE le diera un premio en pago a unos servicios prestados que es difícil saber cuáles han sido. Desde el Ministerio no hubo nada de eso. Ángeles escribe mucho mejor de lo que la gente pueda creer y el premio Planeta tiene unas reglas de mercadotecnia… No hay ningún vinculo ni incompatibilidad. Otra cosa es que vivimos en un país en el que hay que cuidar las formas. Pero no podemos pedirle a un ministro que no trabaje en ningún lado. El libro lo ha escrito después de estar en el Ministerio. En enero debió de acabar el borrador. Para mí, ha sido una sorpresa.
Luis Magrinya (editor y escritor): A mí me da exactamente igual. Me interesa tan poco que me da igual lo que hagan. Yo creo que la prensa no debería hablar del premio Planeta.
Juan Marsé (escritor): No tengo opinión. No conozco su libro. Y sobre que sea la exministra de Cultura tampoco tengo nada que decir.
Ana María Moix (escritora): Incompatible no, porque no es la ministra ahora. Ángeles ya era escritora antes y fuera de la política tiene que seguir su carrera. Me parece bien. No tiene ningún cargo público. No es una cosa de aprovechar que haya tenido un nombre.
Benjamín Prado (escritor): Me parece bien. Tiene derecho. Ha sido guionista durante muchos años y había escrito algún libro infantil. Casi peor es que haya expresidentes y exministros escribiendo memorias absurdas por ahí.
Julián Rodríguez (editor de Periférica): Ministros o no ministros, no creo en los premios literarios en general, no me parece nada interesante, y precisamente nuestro trabajo como editor va al margen de los canales estrictamente comerciales.
Manuel Rivas (escritor): No tengo nada que objetar a que ella se presente al premio y sea premiada. Me parece normal. Aunque fuera el primer libro, en este caso libertad por encima de todo. La literatura es una cuestión de libre pensamiento. Podemos adoptar la actitud de buscar tres pies al gato, pero no veo ningún problema. En todo caso, la reflexión es cómo funcionan determinados premios en España, pero esa es otra cuestión. González Sinde, que ha hecho muchos guiones, tiene algo que decir y la conclusión la sacaré cuando lea el libro. Me parece más grave que exministros o expresidentes después, por esto de la puerta giratoria, estén todos en el capitalismo impaciente. Ángeles González-Sinde al menos ha tenido que escribir el libro.
Santiago Roncagliolo (escritor): Sería incompatible si fuese ahora ministra, pero ella siempre ha escrito. Que súbitamente Planeta hubiera sacado una importante concesión pública y luego Planeta la hubiera premiado sí sería raro, pero, pobre mujer, que escriba libros y que algo le salga bien.
David Villanueva (editor de Demipage): En un premio donde estaban todos los políticos, qué importan los ganadores. Es un escaparate que lo crea una editorial dando un premio a un libro que nada tiene que ver con la literatura. Para la empresa es la manera de tener un escaparate, pero que sea un encuentro literario no es verdad. El problema es que eso sea una referencia para las demás editoriales. Esto es un premio que no tiene nada que ver con eso y dárselo a una exministra será beneficioso para ellos y venderá mucho. Pero no tengo ningún interés literario y no hay ni que mencionarlo. Me da igual a quién se lo den o si es polémico. Todo lo que sea generar polémica repercute en todo lo que hacemos los que queremos sacar nuevos talentos.