El mismo día que se entregan el Premio Nobel de Literatura 2016, otro Nobel se va: Dario Fo. El escritor, y también actor, autor de Muerte accidental de un anarquista (1970) y Aquí no paga nadie (1974), ha muerto a los 90 años. Así lo ha informado el Gobierno italiano, despidiendo a uno de sus más grandes talentos para la sátira política.
Antes de ser el escritor que conocemos, Fo también fue pintor y hasta arquitecto. Empezó a dedicarse a su pasión, el teatro, en Milán estudiando en la Academia de Bellas Artes de Brera. Ya entonces dedicó sus esfuerzos en alcanzar la excelencia por medio de la sátira política directa y mordaz.
Constante activista en los círculos intelectuales de la izquierda italiana, el escritor defendía que la sátira era el arma más eficaz contra el poder, y sostenía que la risa liberaba al hombre. Haciendo uso de ella fraguó una carrera en la que la reflexión ácida sobre la clase política italiana, la mafia y el Vaticano fueron constantes.
Una vida de compromiso y sátira
En 1954 se casó con la actriz Franca Rame con quien creó la compañía teatral Dario Fo - Franca Rame. Paralelamente al teatro, empezó a actua, escribir y diseñar decorados de cine de películas como Lo svitato, de Carlos Lizzani. Entre 1958 y 1959 produjo, dirigió y actuó en espectáculos basados en el tradicional estilo de la Commedia dell'Arte, género que su compañía volvió a popularizar durante más de una década. En 1962 escribió, dirigió y protagonizó con su esposa en la RAI la popular serie televisiva de Italia Canzonísima, que les enfrentó contantemente a la censura.
En 1968 creó junto a su mujer la compañía Nueva Escena, con la que representaron, entre otras obras, La mueca del miedo, y muy especialmente Muerte accidental de un anarquista. Esta última, con la que consiguieron un éxito inaudito, se basaba en un hecho real que narraba la detención policial de un ferroviario de ideología anarquista que, tras ser acusado de la colocación de unas bombas, aparece muerto en el patio de la comisaría. La versión oficial dictaminó una “muerte accidental” por “caída desde un cuarto piso”. La obra dió a conocer su compromiso ideológico y social con la izquierda italiana, que le llevó en más de una ocasión a la retirada del apoyo econonómico oficial a su trabajo y al boicot de las actividad de la compañía teatral.
Tras Nueva Escena, Fo y Rame fundaron el colectivo de teatro independiente y político, ligado a la izquierda y autogestionado, La Comuna. Las luchas sociales de la década de los 80 le condujeron a tratar temas como la desobediencia civil en la famosa Aquí no paga nadie o Bocinas, trompetas y frambuesas. Y ya en los años 90 con el estreno de El Papa y la bruja en la que Fo encarnó a un Papa polaco que acabó convirtiéndose a la causa de los antiprohibicionistas y promulgando una encíclica en favor de la liberación de la droga y del control de la natalidad y del retorno de la Iglesia a la pobreza. La controversia marcó sus últimos trabajos antes del Nobel, tales como Pareja abierta, Tengamos el sexo en paz, o El diablo con tetas -galardonada en 1997 en Mesina (Italia).
Después de haber dirigido más de 80 obras en escenarios de todo el mundo, Darío Fo se hizo con el galardón literario más importante del mundo, el Nobel de Literatura, sin dejar nunca de ser un dramaturgo constantemente transgresor. Su muerte a los 90 años obliga a despedir a uno de los hombres más importantes de la historia del teatro y la literatura del país.