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Letras y momentos de inspiración para recordar el 15M

El movimiento siempre se ha mostrado astutamente reacio a los protagonismos individuales y contrario a que se comprima lo que ocurrió en las plazas del 15 de mayo en un puñado de experiencias. Un terreno farragoso que colea en este quinto aniversario y seguirá estableciendo límites entre aquellas sentadas pacíficas y la retórica del poder.

Sin embargo, es evidente que la revolución callejera fue el germen de diversas plataformas que pelearon por lo que hoy nos parece de obligada reivindicación. Sin querer ser caer en homenajes autónomos, recopilamos los testimonios de diez personas muy diferentes que se involucraron por un fin común y por unos derechos para la mayoría. Todos ellos recomendarán el libro que necesita ahora 'la plaza' y destacarán un momento que no hubiese ocurrido -de la misma forma- sin la catársis de la indignación, sin las jerarquías horizontales y sin la voluntad de trabajo.

Santiago Alba Rico

El filósofo madrileño y guionista -de La bola de cristal- lleva años reivindicando el conservadurismo democrático en los movimientos de izquierdas. Alba Rico también fue candidato de Podemos al Senado por la provincia de Ávila en las elecciones del 20D. 

El libro. Llevaría el penúltimo capítulo de Lo que está mal en el mundo del católico Chesterton, un texto poético, transversal, genial, que explica de manera irrefutable, a partir del pelo rojo de una niña, por qué es necesario acabar con el capitalismo. Y cómo hay que llamar a las cosas por su nombre. Ese texto me parece mucho más revolucionario y movilizador -y mucho más espíritu 15M- que, por ejemplo, los de Zizek o Lordon, e incluso que los de mi amigo Amador Fernández Saváter, con el que no siempre estoy de acuerdo pero que es uno de los autores que mejor han entendido el 15M y que siempre ha tenido muy presente a Chesterton. 

El momento. Los antiguos distinguían entre tres tipos de tiempo: lineal, circular y vertical. El vertical, que partía el tiempo en dos, era el tiempo de la revelación y, si se quiere, el de la re-creación del mundo. El 15M fue una disrupción vertical (en términos de lógica, no de organización) en los marcos de la sensibilidad colectiva, los trasladó de algún modo a otro carril y desde entonces la legitimidad común discurre por otras vías. Pero el 15M no es causa de nada, como el espacio no es causa de los árboles ni el agua causa de los peces. Sencillamente sin él no habrían ocurrido ciertas cosas. No nos habríamos vacunado contra el protofascismo rampante en toda Europa, no habríamos cuestionado el bipartidismo, el descontento habría adoptado formas no liberadoras y, sobre todo, no se habría producido la renovación cultural y política de un mundo que envejecía sin sucesión.

Ya mitificado, como debe ser, la sombra del 15M se proyecta sobre el presente como la de un remoto acto fundacional -tan intensos han sido estos años- que hay que invocar y en el que hay que apoyarse para “autorizar” cualquier decisión. Todos los proyectos de cambio necesitan un pasado y una tradición. La nueva izquierda tiene ya las dos cosas gracias al 15M. Mítico o mitificado, es una gran suerte haber introducido en la historia este corte que nos permite romper viejas cadenas ideológicas sin tener que empezar de cero. Está tan lejos como el big-bang; es tan actual como el universo o la democracia.

Rita Maestre

La actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid tiene un pasado de compromiso social que eclosionó durante el 15M. Pero su popular episodio en una capilla de la Complutense sucedió cinco días antes, como las otras muchas protestas que sucedían en la sombra del entorno universitario.

El libro. Si estuviera llena de gente y de alegría como entonces, no llevaría un libro, porque querría compartir con los demás. En un día tranquilo como hoy, me llevaría Arcángeles, de Paco Ignacio Taibo II. Una preciosa colección de historias de mujeres y hombres que pusieron su granito de arena para cambiar la vida. Una fuente de inspiraciones modestas. Mi preferida: Sebastián San Vicente, un nombre sin calle (Una versión maileriana).

El momento. Y sin el 15M seguramente nunca habríamos visto la Cuesta de Moyano llena de madrileños cantando “sí se puede” el 24 de mayo de 2015.

Pablo Soto

El concejal de Participación de Manuela Carmena es considerado uno de los españoles más influyentes en el ámbito de Internet. Pablo cuenta con una larga trayectoria de activismo en el mundo de la Cultura Libre y siguió con especial interés el papel de las nuevas tecnologías en la Primavera Árabe y el 15M.

El libro. Aunque había biblioteca en la acampada y recuerdo gente leyendo, cosa que me asombraba un poco, en realidad lo que estaba ocurriendo allí era algo mucho más importante que lo que pudiera ser allí ponerte a leer. Entonces, quizá, lo que ocurrió fue más bien al contrario. Como una explosión de gente que se le disparó la creatividad. Si yo me llevara un libro, me llevaría una libreta en blanco y un bolígrafo, porque de hecho había gente tomando notas. Yo mismo estaba sacando fotos. Quizá no era el sitio para llevarse un libro y ponerse a leer sino mas bien a observar y a vivirlo.

El momento. El 80% de las cosas que han ocurrido importantes desde el 15M tienen mucho que ver con ese cambio profundo en la sociedad. Y cuando digo sociedad no hablo solo de una masa etérea o abstracta: en las personas, por lo menos en mí, en mi vida, mucho tiene que ver con lo que viví allí como en la vida de millones de personas, tanto en lo individual como en lo común. Es impensable todo lo que esta ocurriendo ahora, si alguien me lo hubiera adelantado el día antes del 15M: “Pues mira, dentro de cinco años España va a estar así, tu vida va a ser esta, el clima social y político va a ser este...”, no le habría creído.

Cuando ocurrió el 15M llevábamos décadas en las que en España ya se sabía quien iba a ser el próximo presidente del gobierno siempre. Y si no era ese, iba a ser el otro. Ahora no sabemos quien va a ser el presidente de dentro de dos meses. Y no es que tengamos dudas entre dos, es que estamos entre cuatro o cinco personas. Fíjate qué apertura. Eso es algo que revela muy bien cómo ha cambiado el horizonte de lo posible y lo imposible.

Esto respecto a la política institucional. En lo humano, antes del 15M era prácticamente imposible conseguir parar desahucios. Era algo que costaba muchísimo. Desde el 15M se han parado miles de desahucios, literalmente.

Belén Gopegui

El retrato social que bebe del 15M encuentra su representación literaria -pretendida o no- en novelas como 'El comité de la noche'. Pero la literatura no está al servicio de nadie y no cree que haya que hacer literatura costumbrista del movimiento. Gopegui también fue una de las mayores críticas con la Ley Sinde durante las reuniones de la Red SOS.

El libro. Los libros se leen en soledad, aunque luego puedan comentarse en compañía. La plaza es lo contrario de un libro, y más aún de una novela. Los libros son para el antes de salir y también para el regreso. Un libro para el regreso podría ser Historias de la lucha por el común, de César Roa, publicado este año en Catarata. Porque ayuda conocer otros intentos.

El momento. La incorporación de personas menores de treinta años a la acción política, de no haber habido 15M creo que se habrían incorporado menos, y con menor confianza.

Sandra Ezquerra

Esta socióloga y profesora de la Universidad de Vic tuvo un rol fundamental en la comisión de dinamización de asambleas generales del 15M. Exige un eje de género a las nuevas formaciones políticas de izquierdas para que su discurso deje de ser marginal y se establezca una igualdad de derechos.

El libro. Me llevaría Subversión feminista de la economía, de Amaia Pérez Orozco, no sólo para tener claves sobre como introducir el feminismo en el movimiento de manera pedagógica (lo cual al principio costó un poquito) sino sobre todo para haber reflexionado desde entonces sobre maneras de vivir y de participar más sostenibles, saludables y duraderas.

El momento. Creo que el modelo de participación e implicación que muchísimas personas tuvimos en el 15M, así como los modelos de participación relacionados con experiencias resultantes de aquello como los gobiernos del cambio en diversas ciudades del Estado español, fueron y son insostenibles y sólo accesibles para ciertos perfiles de personas (sin responsabilidades familiares, sin un empleo a tiempo completo, etc.). Una asignatura que tenemos pendiente es como extender la noción de sostenibilidad de la vida que defiende la economía feminista también a nuestras vidas cotidianas como activistas e imaginar nuevos modelos de militancia que de facto permitan a números mayores de personas implicarse de forma sostenida en el tiempo.

Una cosa que recuerdo con muchísimo cariño de mi paso por el 15M, particularmente de aquellos meses intensos de finales de la primavera y el verano de 2011, es como muchísimas personas que veníamos de espacios y culturas distintas, a menudo separadas por el desconocimiento o la desconfianza, nos pusimos a trabajar de manera colaborativa para contribuir a construir un movimiento que iba mucho más allá de nosotros y de cualquier espacio que hubiéramos conocido hasta el momento, y como fuimos capaces de trascender certezas y tics para ponernos al servicio del bien común del movimiento y de lo que significaba. Eso fue muy bonito y sería bonito continuar siendo capaces de trabajar así  en todos los procesos de cambios que están actualmente en marcha. 

Stéphane Grueso

Cuando el Time dedicó su especial del año a los manifestantes, destacó la labor indignada de este documentalista entre todas las protestas europeas. El “perroflauta digital” Fanetin fue el ojo objetivo de un movimiento que iba engendrando plataformas y militantes entre las redes sociales. Pero pasó de contar lo que ocurría, a estar allí de forma permanente.

El libro. Me llevaría un libro del que me han hablado pero no he leído, El libro vacío de Josefina Vicens (México, 1958). Narra cómo se escribe una obra prima. Es una reflexión acerca de cómo escribir libros sin ni siquiera saber que se está escribiendo uno. Algo parecido a esto es lo que hemos estado haciendo desde 2011. Yo creo que más que leer un libro tenemos que seguir escribiendo el nuestro. Este es uno de los mayores logros del 15M: saber contarnos.

El momento. “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos [...] establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho.” Este texto es el artículo 47 de la Constitución Española (que como tantos otros no se cumple lo más mínimo). Pues con el trabajo de los grupos de vivienda y el apoyo del 15M se ha conseguido que la vivienda -el derecho a la vivienda- sea un tema central en el Estado. Se ha consolidado la idea de ejercer ese derecho.

Jon Aguirre

Otro de los hombres del año de la revista Time fue el exportavoz de Democracia Real Ya. El arquitecto reconvertido en activista debatía frecuentemente en la televisión, lo escuchábamos en la radio e incluso aparecía en los periódicos. Pero un día desapareció. Le pareció necesario dar un atrás.

El libro. Micropolíticas de los grupos. Para una ecologia de las prácticas colectivas, es un breve manual sobre la construcción de prácticas colectivas sostenibles, no tanto desde una perspectiva ambiental, sino con los aspectos relacionales y afectivos de los proceso de transformación. Una especie de Rayuela de la participación, que incluye  capítulos sobre conceptos clave (Acontecimiento, Cuidado de sí, Decidir, Evaluar, Hablar, Juntarse, etc.) ordenados alfabéticamente que pueden leerse independientemente o con dos itinerarios marcados por los autores para “grupos en formación” y “Grupos en crisis”.

Para ello se basa en la propia experiencia y también aborda algunas cuestiones a nivel más filosófico (muy influenciado por el pensamiento de mayo del 68 y la retórica de pensadores franceses como Deleuze o Foucault). Su tesis central es que en esto de las prácticas colectivas y la participación ciudadana la buena voluntad no es suficiente: se requieren de metodologías y herramientas ara hacerlas sostenibles. Los procesos “naturales” tienden a no ser sostenibles (emocionalmente, afectivamente, económicamente, etc...) y autodestruirse por nuestros hábitos culturalmente heredados. Es por ello que resulta imprescindible empezar conocer y poner en práctica métodos ya desarrollados y aprender de experiencias previas.

El momento. Creo que el 15M aportó sangre fresca a la manera en la que se desarrollan los procesos de transformación social, y así lo recogen muchos de los manuales editados a posteriori, pero también creo que algunas veces no se cuidadaron bien los aspectos relacionales, los afectos, etc. Temas básicos en la participación y construcción colectiva. Por lo tanto, pienso que de haber tenido este tipo de manuales, junto a otros más prácticos publicados por la Red CIMAS, Antígona, Traficantes de Sueños o Ecologistas en Acción, hubieran sido muy útiles en las acampadas. Aunque también es cierto que  de haberse guiado por ellos tal vez hubiéramos perdido la frescura y la capacidad de plantear nuevos imaginarios políticos.

El surgimiento de las candidaturas municipales y su acceso a las alcaldías de numerosas ciudades. Creo que estas candidaturas que surgen del impulso de plataformas ciudadanas directamente herederas del 15M (caso Ganemos Madrid o Guanyem Barcelona), plantean la confluencia con otras fuerzas políticas (Podemos, Equo, etc.), actúan como nodos locales autónomos pero conectados y coordinados, me parece que es una herencia bastante directa de los planteamientos del movimiento y, por tanto, que no hubieran sido posibles sin él.

Lucía Lois 

El patio Maravillas fue uno de los baluartes del movimiento 15M, que sirvió como laboratorio para la Asamblea de Malasaña y proyectos culturales de todo perfil y color. Lucía es la portavoz del Pario y fue la vecina más votada del distrito Centro en las elecciones organizadas por Ahora Madrid. 

El libro. Como libro me llevaría Dónde está mi tribu, de Carolina del Olmo, de 2013. Imprescindible poner los cuidados en el centro y visibilizarlos. En la plaza estuvieron muy presentes y el 15M ha ayudado mucho a hablar de estas cosas, pero siempre tenemos que llevar voces de mujeres a la primera fila si queremos cambiar la forma de hacer política en este país.

El momento. El movimiento que creo que no hubiera sido lo mismo sin el 15M es la PAH. Aunque seguro que no soy la única en nombrarlo, creo que es importante poner en valor lo muchísimo que aportó y la Plataforma al movimiento 15M (recordamos que la PAH nació antes que que la toma de las plazas) y lo mucho que el 15M ayudó a que la lucha antidesahucios y por el derecho a la vivienda se convirtiera en sentido común en todo el país. Creo que es un buen ejemplo de lo que supuso el 15M: trabajo colectivo, sentido común, defensa de derechos de todos y todas a través de la cooperación.

Yayo Herrero

Casi todo el que estuvo en la pomada del 15M o el movimiento activista de Madrid, se referirá a Yayo como una intelectual con un don para mediar. Ecologistas en Acción rejuveneció bajo su coordinación durante las protestas pacíficas de aquel mayo. Ahora es presidenta de la fundación FUHEM, centrada en la educación y sostenibilidad ambiental.

El libro. Me llevaría a la plaza el libro En la espiral de la energía de Luis González y Ramón Fernández Durán, porque, a raíz del 15 M hemos dado un salto importante en politización de la sociedad, pero creo que profundizar en las causas y consecuencias sociales y políticas de la crisis ecológica es aún un asunto pendiente.

El momento. En mi opinión el 15M y sus derivadas posteriores (Mareas, Rodea el Congreso, cuestionamiento radical de la corrupción) contribuyeron a forzar la abdicación del anterior rey.

Rubén Martínez

Este licenciado en Bellas Artes ha interactuado con diferentes grupos desde el inicio del 15M como investigador en el Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (Universidad Autónoma de Barcelona), miembro de La Hidra Cooperativa o de la Fundación de los Comunes.

El libro. Me llevaría a la plaza sería La hidra de la revolución de Peter Linebaugh y Marcus Rediker.

Lo expreso con un fragmento: “Desde el comienzo de la expansión colonial inglesa a principios del siglo XVII hasta la industrialización de la metrópolis a principios del XIX, los gobernantes recurrieron al mito de Hércules y la hidra para simbolizar la dificultad de imponer orden en unos sistemas laborales cada vez más globales. Con el símil de las numerosas cabezas cambiantes del monstruo designaron de una manera u otra a plebeyos desposeídos, criminales deportados a las colonias, trabajadores ligados por un contrato de servidumbre temporal, radicales religiosos, piratas, trabajadores urbanos, soldados, marineros y esclavos africanos.

Pero estas cabezas (…) no tardaron en desarrollar por su cuenta nuevas formas de cooperación mutua contra dichos gobernantes, desde motines y huelgas, hasta disturbios, insurrecciones y revolución. Al igual que sus productos, su experiencia circulaba con las corrientes planetarias por todo el Atlántico, a menudo hacia el este, llegando de vuelta a las metrópolis europeas desde las plantaciones americanas, los terrenos comunales irlandeses y los barcos que navegaban por alta mar“.

El momento. Como supongo que muchas dirán algo de la PAH o la entrada de caras nuevas en la instituciones, diré que sin el 15Mparato, no habría sentencia del Supremo contra Bankia.