“El objetivo es mostrar e impulsar una pluralidad de voces jóvenes que están hoy confrontando el sistema desde la poesía. Que la gente pueda tener un mapa de diferentes estéticas y posiciones”, describe Alberto García Teresa, doctor en Filología Hispánica, prologuista y coeditor de esta antología, el arduo trabajo que ha realizado junto a su compañero David Trashumante, encargado del epílogo, para sacar adelante el proyecto. Bajo el título Última poesía crítica, jóvenes poetas en tiempos de colapso (Lastura Ediciones, 2023), la compilación ofrece un conjunto de poemas críticos escritos por 34 autores del Estado español nacidos a partir de 1992. Es decir, menores de 31 años en estos momentos.
El año 1992 supuso para España la entrada en la posmodernidad europea. El capitalismo neoliberal patrio se convierte en la antorcha triunfante y un nuevo ciclo político se abre paso tras el dominio absoluto del PSOE de Felipe González. Muchos de los poetas que componen este libro vivieron crisis como la de 2008 o experimentaron el 15M. Precariedad laboral, carestía de la vivienda y de la educación, degradación de los servicios públicos, procesos migratorios de salida y recepción son algunos de los temas que tratan los poemas repartidos a lo largo del libro.
La idea de publicar esta obra nace a partir de un encuentro producido por Voces del Extremo, Madrid 2023. Un colectivo de poetas vinculado a la poesía crítica y al activismo social. Desde 2008 se realizan estos encuentros en distintas ciudades itinerantes, pero la idea central nació en Moguer (Andalucía), allá por 1999 coordinada por el poeta Antonio Orihuela. “Nuestra línea ha sido ser honestos, buscar poetas de calidad”, admite García Teresa.
Algunos nombres ya están plenamente consolidados en el panorama como Mayte Gómez Molina o Ismael Ramos, ganadores del Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández. Sin embargo, otros son completamente inéditos como Ander Villacián (Bilbao, 2003) o Youssef Taki (Marruecos, 1995).
En el prólogo se aclara que se entiende por poesía crítica a poemas con una construcción “ideológica y ética” frente a las “injusticias o desigualdades” provocadas por el “statu quo capitalista patriarcal, ecocida y excluyente”. La recopilación también cuenta con poetas de origen migrante, lo cual es “una noticia novedosa para la poesía española”, según García Teresa. El impulsor de la obra defiende que es importante resaltar que “esos poetas están allí” más allá de lo que presenta “la prensa cultural oficial”. Asegura que el lector se va a encontrar con “poemas que cuestionan el mundo” de una manera radical. Poemas cuyos versos no se quedan “en las circunstancias” y muestran “disconformidad”.
La poesía de la conciencia crítica actual
La llamada “poesía de la conciencia crítica” es un término concreto dentro de la poesía crítica española. Surge en 1987, a partir del primer poemario Cántico de la erosión (Hiperión, 1987), de Jorge Riechmann. Una tendencia que se sigue nutriendo con un relevo intergeneracional representado en las 34 voces que componen esta antología.
Algunos autores incluidos en esta obra como Víctor Benavides Escrivà, poeta y gestor cultural, considera que es “necesaria una mirada crítica” para “cuestionar y desafiar estructuras”. La poesía del poeta valenciano es una reflexión sobre la defensa de la memoria democrática o la gentrificación. “Esta edición es una marca de un grupo que comparte espacio, tiempo y laceraciones”, añade. Por su parte, la poeta venezolana Sofía Crespo expresa que la mirada crítica en la poesía sirve para “intentar la deshumanización del mundo”. La autora recalca que los temas tratados a lo largo de la antología son “nuestras identidades, derechos y preocupaciones inmediatas”. Sobre la publicación del libro puntualiza que todos los poemas “disponen ante los ojos un canto distinto” que espera que alguien escuche.
Los lectores encontrarán versos como “Vivo en un barrio / donde el pobre no lo es tanto / como para incendiar la revolución / pero sí lo suficiente / como para no ser feliz”, de Raúl Castañeda, poeta madrileño y autor de Poesía de barrio (Eirene Editorial, 2022). El joven se lamenta de que atravesemos tiempos donde la batalla cultural gana “adeptos en el negacionismo del cambio climático, de la violencia de género o de la dictadura franquista”. Frente a ello dice que lo poético “puede y debe combatir esos relatos”. Por ello, alaba el gran triunfo de esta Última poesía crítica, porque para él es “una oportunidad de aglutinar objetivos comunes” con otros poetas.
“Están contados con los dedos de las manos los proyectos que tienen este tipo de iniciativa, de salirse del yo para abarcar lo colectivo”, afirma Ivette Dalianna. La poeta afrocubana explica que esta recopilación es un claro ejemplo de “cómo unificar esos versos disidentes para que suenen al unísono”. Le gusta la idea de crear versos revolucionarios “capaces de remover conciencias”. Dalianna arremete contra la sociedad actual destacando que “vivimos en un sistema que se sustenta en el capital, el patriarcado y el racismo”.
Más allá de lo literario
“Una de las propuestas que tenemos con el libro es realizar muchos encuentros, diálogos y debates. Que los poetas se conozcan entre sí. Que haya un debate entre generaciones mayores y jóvenes”, cuenta García Teresa. Y es que la antología no quiere quedarse en la mera publicación y presentación del libro por diversas ciudades españolas. La poesía crítica lleva en España publicándose y distribuyéndose desde los años 80. Sin embargo, David Trashumante, autor del epílogo, nos recuerda que los poetas que componen este libro han madurado en un “entorno continuo de crisis económica” que lo que ha hecho es empeorar las relaciones de estos con el mundo laboral.
“Han crecido mientras se desmoronaba la quimera de la ‘clase media’ y del ‘estudia para tener un buen trabajo’”, escribe Trashumante en su Epílogo en tiempos de colapso. A su vez, apuesta porque la antología pueda “ofrecer herramientas e impulsar encuentros desde todos los ámbitos”, ya sea entre los lectores, investigadores, activistas o militantes. Otro de los autores partícipes en la antología como Daniel Martínez Bauzá (Mallorca, 1994) expresan que esta publicación puede suponer “un puente hacia el establecimiento de relaciones con poetas coetáneos”. “Algunos nombres incluso los desconocía”, sentencia el poeta mallorquín.