Sangre y fantasía para el verano
Durante el mes de julio se celebran dos de los festivales literarios más importantes del año, ambos en Asturias: la Semana Negra de Gijón y el Celsius 232, en Avilés. El primero, dedicado al género criminal (en todas sus vertientes) acaba de celebrar su 27º edición y ya está asentado como plataforma para conocer nuevos autores y para recrearse con algunos de los mejores escritores del género en todo el planeta.
El segundo, que fue puesto en marcha por antiguos participantes de la Semana Negra –hasta hace dos años existía un importante espacio dedicado a la ciencia-ficción- inaugura el próximo 30 de julio su segunda edición y pretende ser el punto de encuentro para todos los amantes del género fantástico y el terror.
Si bien la literatura de género muchas veces ha sido vilipendiada, no es posible dejar fuera de cualquier canon que se precie a autores como los clásicos Raymond Chandler, Dashiell Hammett o James M. Cain, ni por supuesto a los contemporáneos Lawrence Block, Dennis Lehane o incluso Lee Child y Don Wilson, además de los españoles Manuel Vázquez Montalbán, González Ledesma, Juan Madrid y Andreu Martin.
Lo mismo ocurre con la ciencia-ficción y el mundo de las distopías: Philip K. Dick, J. G. Ballard, Yevgeni Zamiatin, Stanislav Lem, Ray Bradbury y Ursula K. Legin, entre otros, elevaron el género a la categoría de literatura en mayúsculas. Y a ellos se han unido en décadas más recientes Larry Niven, Orson Scott Card y Dan Simmons. En España tuvo una época de esplendor a finales de los setenta y ochenta con la revista Nueva Dimensión y un buen número de fanzines.
La celebración de ambos festivales demuestra que la literatura de género –aunque esta ya esté mezclada con todo tipo de guarnición- posee una vigorosa vitalidad. Por ello, aquí os dejamos algunos de los títulos y autores que han estado o estarán presentes en estos encuentros como una opción para llevarlos en la maleta de cara a las vacaciones:
Fundido a negro
Yo fui Johnny Thunders: Es la última novela de Carlos Zanón, uno de los autores ‘negros’ con mejores críticas en los últimos años. En ella retrata la historia de un perdedor, un hombre que una vez fue una estrella del rock and roll –imaginen los ochenta y principios de los noventa- y que regresa a Barcelona para reencontrarse con lo que jamás pudo olvidar. No hay investigación, no hay crimen, no hay policías, pero sí hay violencia: el terror de vivir y la muerte del mito.
Un millón de gotas: Víctor del Árbol ha ganado ya varios premios literarios en Francia, pero apenas es conocido en España. Con esta novela, sin embargo, están empezando a cambiar las tornas, puesto que en unos meses ya va por la segunda edición. Del Árbol ha construido la historia de un mosso d'esquadra que bucea en el pasado de su padre comunista. La novela realiza un amplio recorrido desde la Rusia de 1933 hasta la Barcelona de 2002 pasando por la Guerra Civil española y los campos de Siberia. Misterio, thriller, acción y mucho dolor –la caída del mito del padre- pueblan sus páginas.
El gran frío: La escritora Rosa Ribas, que lleva años afincada en Fráncfort, ha conseguido este año ser una de las más aclamadas en la Semana Negra por esta novela escrita junto a Sabine Hoffmann. En ella aborda el fanatismo religioso de la España rural de los años cincuenta en una historia en la que sí hay muertos y también extrañas apariciones. Un microclima helador en el que se desarrollan todos los fantasmas con los que convivía un pueblo embrutecido por las asfixiantes circunstancias políticas.
La estrategia del pequinés: Alexis Ravelo ha ganado este año el Dashiell Hammett de la Semana Negra con esta historia que pendula entre una prostituta, un parado y un exdelincuente que se las ven con un narcotraficante de la isla de Gran Canaria. Los llamados bajos fondos, la miseria y las ganas de salir de ella al precio que sea son los pilares en los que se asienta la prosa de Ravelo, como ya ha demostrado en novelas como La última tumba.
Extraños eones: Si conocieron a Emilio Bueso con Cenital o Esta noche arderá el cielo, esta novela continúa el mismo camino: lenguaje duro, buen pulso y terror. Esta vez se acerca a los niños de la calle que nunca salen en los informativos recreando un ambiente que produce inquietud y mucha extrañeza. Es, desde luego, un autor para no perdérselo.
Beya: La argentina Gabriela Cabezón Cámara ya aterrizó en España con La virgen cabeza, que narraba la historia de amor entre un travesti y una lesbiana. Ahora ha vuelto con Beya, recreación del mito de la Bella Durmiente, pero con una protagonista que ha sido violada y prostituida. Y ese es el mundo en el que habita, que provoca terror y desasosiego. Y tristeza. Porque es crudo. La escritora llama a las cosas por su nombre, también aquellas que no queremos ver ni nombrar.
Oigo sirenas en la calle: Si les interesa el conflicto de Irlanda del Norte y la guerra desatada en los años ochenta entre independentistas y unionistas, no dejen de leer a Adrian McKinty. Esta es su última novela, que posee todos los ingredientes del género: un policía solitario y atormentado que busca solucionar los casos un poco por su cuenta, crímenes y una atmósfera opresiva. Y todo hilvanado mediante los grupos clásicos de los ochenta. Un poquito de historia y entretenimiento puro y duro.
El mundo fantástico
Anima Mundi: Esta trilogía de Elia Barceló que ya tiene publicadas dos novelas, Hijos del clan rojo e Hijos de Atlantis, narra las aventuras de Lena en un mundo donde tiene que enfrentarse a los Karah, unos seres que desprecian a los humanos. Barceló es una de las voces más importantes de la literatura fantástica y con el segundo libro de la trilogía acaba de obtener el premio Celsius.
Un minuto antes de la oscuridad: Ismael Martínez Biurrun es uno de los autores españoles más destacados del género fantástico en los últimos años y por sus novelas ha recibido algunos de los premios más prestigiosos. En esta historia ha imaginado un Madrid que ha dejado de existir tal y como lo conocemos. Con un argumento que recuerda a Children of men, el escritor explora en la supervivencia de una familia que observa cómo más allá de la M30 todo es muerte y destrucción.
Ydill: Elio Quiroga es cineasta y escritor. Y un avezado conocedor del género de terror. En esta novela fantasea con una ciudad en la que no todo es tan idílico como parece. No es el anuncio technicolor de las familias felices que aparecían en los inicios de la televisión en color en EEUU. Curiosamente, no hace muchos meses también publicó Los códices del Apocalipsis, ambientada en los secretos del Vaticano y los enigmas de la Iglesia.
Legión y El alma del emperador: LegiónEl alma del emperadorBrandon Sanderson: La fantasía épica se hace carne en las páginas de estas novelas de Brandon Sanderson con las que ha ganado el premio Hugo 2013. En ellas hay una mezcla de historia y de las coordenadas básicas de la prosa detectivesca. Una investigación en la que entran en juego las nuevas tecnologías y los juegos de poder de la política.
Crónica del asesino de reyes: En España se han publicado ya tres libros de esta saga de Patrick Rothfuss (los dos siguientes saldrán en inglés este año). Es la historia de un mago y aventurero contada a partir de un cronista. Novelas de aventuras épicas y ritmo endiablado, han sido calificadas como joyas del género por la crítica especializada.
Tiempo de sembrar piedras: Tim Powers es uno de los veteranos del steam-punk y la fantasía histórica y, probablemente, muy conocido por los lectores de este género. Tiempo de sembrar piedras es su último libro publicado en español, una recopilación de sus mejores relatos que pueden servir para conocer a este autor si aún no ha formado parte de vuestros libros de cabecera.