Desde que “Hamilton” se estrenó en 2015 no ha visto una butaca vacía en Broadway, con el público rendido a un musical que convirtió la biografía de uno de los fundadores de EE.UU. en un fenómeno cultural ganador del Pulitzer, un Grammy y 11 premios Tony; y que esta semana llega al gigante Disney+.
“'Hamilton' no es una obra política, excepto que todas las cosas presentes en la fundación de EE.UU. aún siguen vigentes, tienen su huella y discutimos sus efectos”, responde su creador, Lin-Manuel Miranda, en una videollamada con Efe.
Faltan días para que la obra de este autor de origen puertorriqueño, que escribió sin grandes ambiciones después de quedar fascinado por la biografía de Alexander Hamilton, desembarque el viernes en la plataforma de “streaming” de la mayor factoría de entretenimiento del mundo.
“Estuve 6 años escribiendo y yo pensaba que al menos, bueno, pues algunos grupos de escuela irían a ver el espectáculo, que maestros de historia llevarían a sus estudiantes. Pero nadie pudo anticipar lo que ha pasado”, asegura Miranda en perfecto español.
Lo que pasó es que además de arrasar entre la crítica, el público se entregó completamente a un musical que rememora el nacimiento de Estados Unidos a ritmo de hip-hop, pop, soul, R&B y géneros más clásicos.
Beyoncé, Julia Roberts, Madonna, la familia Obama, los Clinton, Kanye West, Tom Hanks, Bernie Sanders, Mike Pence, Selena Gómez y Jennifer López; todos ellos se han sentado en las gradas -cuando no una, varias veces- para ver y aplaudir el espectáculo.
Incluso Donald Trump eligió el musical como el objetivo de sus incendiarios tuits nada más estrenar mandato.
¿Por qué? Aunque son dos horas de puro entretenimiento, la celebración de los orígenes del país norteamericano, del pasado migrante de su protagonista y de asuntos como la esclavitud tocan profundamente el fondo de esa nación.
LA HUELLA DE LA ESCLAVITUD Y DE LA INMIGRACIÓN EN ESTADOS UNIDOS
“Cuando 'Hamilton' se estrenó en 2015 gobernaba Obama y dijeron que era la obra de ese momento, cuando ganó Trump nosotros estábamos en Broadway con el mensaje ”los inmigrantes movemos el trabajo“ y ahora también se señala”, analiza Miranda.
Pero el artista entiende que, en medio de la ola de protestas contra el racismo más importante en décadas, resulte imposible no dar con paralelismos entre el sentir de las calles y el musical.
“Como 'Hamilton' trata del origen siempre tiene algo que decir, pero lo que sale de ella y te golpea... cambia según el momento en el que estamos como país”, apunta.
Entre las discusiones de Hamilton con el resto de políticos aparece la esclavitud, “cuya huella sigue presente y aún se habla de sus efectos” o la profunda división política entre los estados que formaron esta potencia mundial, “aún peleándose por el dinero y por controlar la pandemia”.
“Estamos teniendo conversaciones sobre qué queremos mantener de EE.UU. y qué cambiar -opina-. Hablar del pasado con honestidad es la única manera de hacerlo”.
Pero en plena disertación sobre la actualidad política, Miranda quita peso a la conversación: “Mi trabajo fue dar dos horas y pico de espectáculo para dejarte riendo y llorando, no es un libro de historia, es un musical”.
DOS HORAS DE ESPECTÁCULO QUE VALEN MILLONES
Pero esas “dos horas y pico” de espectáculo han dado para mucho: Casi 2.000 funciones en Broadway, tres giras, 500 millones de dólares (445 millones de euros) en taquilla y otros 75 (67 millones de euros) que pagó Disney por los derechos.
Ha inspirado libros (“Hamilton's America”, “Hamilton: The Revolution”), exposiciones y algunos de sus lemas pueden leerse en pancartas de las actuales protestas.
Ahora, un sencillo gesto hará que el fenómeno llegue a miles de hogares: Será tan fácil como dar al “play” para ver una función del musical íntegra, con Miranda en el papel de Hamilton.
“Es el elenco completo, lo filmamos a finales de junio de 2016. No hay sustitución para la experiencia de verlo en vivo pero es un poco cómo se sentía la función entonces”, describe.
El único cambio son dos palabras malsonantes (“F-word” en inglés) por temas legales.
“Se escucha hasta la advertencia inicial de que va a empezar el espectáculo y de que apaguen los teléfonos móviles porque están en el teatro”, afirma Miranda.
EL PRIMER SECRETARIO DEL TESORO DE EE.UU., UN ÍCONO POP
A partir de entonces el público que aún no sepa de qué va todo este prodigio conocerá la chispa que lo prendió: La vida de Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de EE.UU., un hombre que nació en 1757 pobre, sin familia y emigró a Nueva York para formarse.
“Para mí él era otro gringo impreso en nuestro dinero, el tipo del billete de 10 dólares”, recuerda.
Pero entonces leyó su biografía, supo que nació en el Caribe, viajó a la Costa Este para formarse gracias a un ensayo que escribió y se identificó con él: “Conozco a este tipo, es mi padre”, pensó.
Y parece que transmitió esa identificación a muchos más, pues cuando en 2015 el Tesoro estadounidense quiso reemplazar la cara de Hamilton en los billetes de 10 dólares, la popularidad que le dio el musical frenó los planes. Y ahí sigue, del Caribe a quedar inmortalizado en los billetes... y en un musical.
Javier Romualdo