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La actriz Verónica Forqué ha aparecido muerta este lunes a los 66 años. Los servicios de emergencia Summa 112 la han hallado sin vida en un apartamento de Madrid que pertenecía a su madre, Carmen Vázquez-Vigo, escritora de cuentos infantiles que falleció hace tres años. Fuentes de la investigación han señalado a EFE y a Europa Press que el suicidio es la hipótesis principal.
Forqué había aparecido recientemente en la edición Celebrity de Masterchef, que abandonó después de diez semanas de concurso. “Hay que ser coherente, procuro ser humilde y si no puedo más, no puedo más. Mi cuerpo y el universo me estaban diciendo que necesitaba parar”, afirmó la actriz delante de las cámaras el pasado 22 de noviembre.
La intérprete había hablado sin tapujos de su depresión en numerosas ocasiones. Se la diagnosticaron en 2014, después de la muerte de su único hermano y de la separación del que había sido su marido durante 34 años, el director de cine Manuel Iborra. “Cuando me di cuenta de que no lo amaba, se me vino el mundo encima. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo lo iba a decir?”, confesó en 2020 en el programa Entre ovejas, de TVE. De aquella relación nació su hija María Forqué, que la fue a visitar a Masterchef en uno de los momentos más emotivos de su polémico paso por el programa. Ese, precisamente, fue el último recuerdo que compartió Verónica en su Instagram.
“Ahora hago lo que quiero, no tengo que pedirle permiso a nadie, porque con él había que pedir permiso para todo. No me dejaba viajar, yo no podía ir a Roma a ver a mi amiga, porque me decía: 'Tú sabrás', con una cara hasta el suelo. Yo he sido una mujer sometida sin saberlo. Lo he sido durante 34 años”, afirmó en una entrevista con La voz de Galicia en septiembre de 2020. Sin embargo, defendió que su exmarido había sido “maravilloso” durante su depresión. “Manolo me confortaba mucho, fue buenísimo”.
Respecto a su recuperación, Forqué le dijo a la revista Hola en 2016 que “con tratamiento y pidiendo ayuda se sale y se sale más fuerte y mejor, pero es necesario la ayuda de psiquiatras, de médicos y del tiempo, además de la fuerza de uno… La vida sigue”. También reveló haber contratado a un gurú espiritual o “maestro” durante los siete viajes que realizó a la India en ese periodo.
Hija del director y productor José María Forqué, Verónica se estrenó en la gran pantalla con 17 años de la mano del cineasta Jaime de Armiñán en Mi querida señorita en 1972, producida por su padre. Sin embargo, no fue hasta 1984, junto a Pedro Almodóvar, cuando alcanzó el estrellato en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Durante la mitad de los 80 y principios de los 90, Forqué se convirtió en un rostro muy solicitado para la comedia y fue nominada a cinco premios Goya, de los que obtuvo cuatro. El año de las luces, de Fernando Trueba; La vida alegre, de Fernando Colomo; Moros y Cristianos, de Luis García Berlanga; y Kika, de Pedro Almodóvar, fueron las interpretaciones que le procuraron más premios.
Antonio Banderas, compañero de la actriz en Bajarse al moro, película de 1988 dirigida también por Colomo, ha sido de los primeros en despedirse públicamente: “Trabajé hace años con ella y mi recuerdo es el de una mujer dulce, espiritual y buena compañera”, ha escrito el actor en sus redes sociales. “Un abrazo gigantesco a la familia y amigos que somos todo el cine español. Es angustioso”, ha dicho el director Álex de la Iglesia.
La organización de los premios José María Forqué, que se acaban de celebrar presididos por Enrique Cerezo, han lamentado la muerte de la actriz, hija del director que les da nombre. “Hoy es un día especialmente triste para el mundo del cine y la cultura, y, en especial, para mí, pues conocía a Verónica Forqué desde su infancia, por ser hija del gran amigo que fue para mí José María Forqué”, ha expresado Cerezo.
También El Deseo, la productora de Agustín y Pedro Almodóvar, ha publicado sus condolencias en Twitter. Con ellos colaboró en tres películas: ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Matador y Kika. “El vacío que deja en nuestras vidas y en nuestro cine es irrecuperable”, le han dedicado los cineastas. “Hasta siempre, Chusa. Espérame en el cielo… corazón. Gracias por tanto que me diste. Dale un abrazo enorme a Alvarito. Seguro que a donde quiera que vayas te recibirá como la Diosa que eres”, ha escrito su amigo Juan Echanove en Instagram, mencionando a su hermano, fallecido en 2014.
La actriz también había sido bastante prolífica en televisión, especialmente con Eva y Adán, agencia matrimonial (1991), Pepa y Pepe (1995), que fue la primera gran serie de la productora que tenía con su marido, y La que se avecina (2014), que según reconoció en entrevistas fue una vía de escape para su depresión. Tito Valverde, su pareja en Pepa y Pepe, reconoció en una entrevista que “Verónica era la verdadera estrella, pero no ejercía como tal”.
Tampoco abandonó las tablas hasta el último momento. Desde su primera aparición con Ay, Carmela, en 1986 bajo la dirección de José Sanchís Sinisterra, realizó una veintena de estrenos distintos, incluyendo Bajarse al moro, de la que también protagonizó la versión en cine, La abeja reina o Shirley Valentine. Como directora había adaptado en 2009 Adulterios, una obra original de Woody Allen, y este mismo año Españolas, ¿Franco ha muerto?, donde reivindicaba el papel de la mujer en la Transición y una Constitución feminista.
Su última gran producción es la serie animada que han escrito y dirigido los chanantes Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, Pobre diablo, que se estrenará en HBO Max en 2022. Verónica Forqué e Ignatius Farray completarán las voces principales junto a los propios directores.
La mayor distinción que recibió a toda su carrera le fue entregada el pasado 2018 en la gala de los Premios Feroz. Los informadores de cine destacaron a Verónica Forqué con el premio honorífico por “haber impregnado de su inconfundible personalidad una parte sustancial del cine y la televisión españolas de las últimas cuatro décadas”.
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