El arquitecto italo-británico Richard Rogers ha muerto la noche de este sábado a la edad de 88 años, según varios medios internacionales que citan que el fallecimiento fue confirmado por su hijo Roo Rogers, sin que hayan trascendido por el momento más detalles sobre la causa de su defunción.
Rogers de Riverside era miembro de la Cámara de los Lores desde 1997 y en 2007 recibió el Premio Pritzker, considerado el “nobel de la arquitectura”. Era el autor, en colaboración con el estudio del español Antonio Lamela, de la nueva terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid - Barajas.
Nacido en la ciudad italiana de Florencia el 23 de julio de 1933 en Florencia en el seno de una familia inglesa, pasó en Italia solo cinco años de su infancia, hasta que la familia se trasladó a Londres. Estudió Arquitectura en la Architectural Association londinense y luego amplió su formación en la Universidad de Yale, en EEUU.
Defensor del potencial de la ciudad como catalizador del cambio social, el autor de la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas consideraba la arquitectura tanto un problema urbanístico como una cuestión política. Defendía como única fórmula de ciudad sostenible la ciudad compacta, que ha marcado hitos en la historia de la arquitectura contemporánea. Su defensa del rendimiento energético y de lo sostenible ha dejado huella en la profesión.
El hilo que une la obra de Rogers, con estudios en Londres, Barcelona, Madrid y Tokio, es un rigor formal que incluye un conocimiento profundo de los materiales y de las técnicas de construcción en combinación con su pasión por el valor estético de la arquitectura. Aún así su fascinación por la tecnología no tiene un fin meramente artístico sino que va encaminada hacia una construcción enfocada a una mayor productividad para los que va destinado.
Era uno de los más representativos de la arquitectura funcional moderna. Su prestigio fue creciendo primero con el grupo Team 4, que formaron las parejas Norman y Wendy Foster y él y su primera esposa, Sue Rogers. Con Team 4 estrenó su primer trabajo, la Fábrica Reliance Controls de Swindon (1966-1967), en Inglaterra.
En 1967, tras la disolución del cuarteto, Richard G. Rogers empezó a madurar proyectos en su línea vanguardista o de alta tecnología tras asociarse al italiano Renzo Piano en el diseño de una de sus obras más emblemáticas: el Centro Nacional del Arte y la Cultura Georges Pompidou (1972-1977) de París, restaurado después, entre 1998 y 1999, y donde tuberías y salidas de ventilación encajan artísticamente en el conjunto con sus brillantes colores. Con este edificio revolucionaron el concepto de museo, “transformando lo que una vez fue un monumento de elite en un lugar popular de intercambio cultural, situado en el corazón de la ciudad”.
En 1977 fundó en la capital británica su propio estudio, la sociedad de arquitectura que lleva su nombre, Richard Rogers Partnership.
Otras obras más destacadas del arquitecto son la sede londinense de la firma Lloyds (1978-1986) y el edificio Lloyd's Register (1993-2000). El edificio Lloyds de Londres junto con la Terminal T-4 de Barajas demuestran, además de su categoría como maestro de la arquitectura urbana, una interpretación única de expresión arquitectónica, de su fascinación por el movimiento moderno a través de una concepción del edificio como máquina y un especial interés por la arquitectura transparente, integradora de espacios.
Es el autor el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (1989-1994) y del Palacio de Justicia de Burdeos (1992-1998), ambas en Francia. También la Terminal 5 del aeropuerto londinsense de Heathrow (1989-2008); el edificio Channel 4 de la TV gala en la capital británica (1990-1994); el nuevo distrito financiero de Shanghai (1992-1994), en China; la Cúpula del Nuevo Milenio (1996-1999), en Londres; la sede de Asamblea Nacional galesa de Cardiff (1998-2005); o el edificio londinense Grand Union (2001).
En España hizo la nueva terminal del aeropuerto madrileño de Barajas -T 4- (1997-2005), junto al español Antonio Lamela, inaugurada en febrero de 2006. Por esta obra recibió el premio “Stirling” de arquitectura, el más importante del Reino Unido, que concede cada año el Royal Institute of British Architects (RIBA). Otros ejemplos de su modernidad arquitectónica en España son el edificio de las Bodegas Protos de Peñafiel (1993-1999), en Valladolid; el Parque Balear de Innovación Tecnológica “ParcBIT” (1995-2001), activo en Mallorca desde 2002; el Hotel y Centro de Convenciones Hesperia de Barcelona (1999-2006); y la remodelación de la antigua plaza de toros Las Arenas de Barcelona en centro de ocio (2000-2006).
Sir Richard George Rogers, desde 1991, poseía la Orden de la Legión de Honor de Francia, 1986 y además de Pritzer, contaba también con la Medalla de Oro Royal Institute de Arquitectos Británicos (1985). Era Amigo de Honor de Barcelona (1997), por su colaboración en el cambio de la ciudad, además de la Medalla Thomas Jefferson Memorial Foundation (1999) y el Praemium Imperiale (2000). La madrileña T-4 del aeropuerto de Barajas, el Centro Georges Pompidou en París, el edificio Lloyds de Londres o el Tribunal de Amberes fueron algunos de los protagonistas de “Richard Rogers+Arquitectos.