El actor Sidney Poitier, de 94 años, ha fallecido sin que se hayan comunicado las causas, según ha informado públicamente el ministro de Asuntos Exteriores de Bahamas. Mitchell era un amigo íntimo de la familia, según la prensa local.
Poitier, bahameño nacido en Miami, labró una carrera de más de 50 años con medio centenar de películas, entre las que destacan Rebelión en las aulas, En el calor de la noche o Adivina quién viene a cenar esta noche. Consiguió su primera nominación a un Oscar por su participación en Fugitivos (1958), un thriller carcelario dirigido por Stanley Kramer. Fue la primera vez que un actor afroamericano entraba en la lista de candidatos al premio de la Academia al Mejor Actor; además, ganaba un Globo de Oro y un premio Bafta. Poitier se estaba convirtiendo en el primer ídolo de raza negra del star system de Hollywood, uno de los mejor pagados y un exito de taquilla asegurado.
No consiguió el prestigioso galardón hollywoodiense en esa ocasión. Tuvieron que pasar varios años para que en 1963 se alzara con la estatuilla por Los lirios del valle, un acontecimiento no solo cinematográfico sino simbólico en el campo de los derechos civiles en Estados Unidos. El momento de la entrega, anunciado por la actriz Anne Bancroft, despertó un gran aplauso en el teatro. “Por que ha sido un largo viaje para llegar a este momento, estoy en deuda con un innumerable número de personas”, fueron sus primeras palabras, visiblemente nervioso, al subir al escenario. Las personas que nombró, emocionado, fueron el director de la película, Ralph Nelson, el guionista James Poe y el autor de la novela en la que se inspiró la película, William E. Barrett.
Aunque Poitier nació en Miami en 1927 (prematuramente durante un viaje de sus padres, lo cual le otorgó la ciudadanía estadounidense), vivió hasta los 15 años en Las Bahamas, en la granja de tomates de su padre en Cat Island. Al cumplir esa edad se trasladó a Estados Unidos, a la casa de uno de los hermanos de su padre en Florida. Mintió para conseguir un trabajo en la Armada e hizo todo tipo de empleos, incluido lavar platos, para pagarse las clases de interpretación. Primero comenzó actuando en Broadway, aprovechando una sustitución por enfermedad del que luego se convertiría en gran amigo Harry Belafonte. Después, consiguió su primer papel principal en la película Semilla de maldad de 1955, con Glenn Ford como protagonista. A partir de las nominaciones a los Oscar, su carrera despegó, el actor eligió con mucho cuidado los guiones y su fama quedó reforzada con la oportuna Adivina quién viene esta noche (1967), una exitosa comedia romántica con el conflicto racial de fondo, dirigida por Stanley Kramer y coprotagonizada por Spencer Tracy y Katherine Hepburn. Tanto esta actriz como el guion merecieron sendos premios de la Academia. Fue en el año de estreno de la película cuando tienen lugar los disturbios raciales en Detroit, los más sangrientos de todos los que sucedieron en 1967, cinco días que dejaron más de 40 muertos y de mil heridos.
También en 1967 estrena En el calor de la noche, dirigida por Norman Jewison (El violinista en el tejado, Jesucristo Superstar), cuya acción tiene lugar en un pueblo de Mississippi donde sucede un asesinato. Poco después detienen a un hombre negro —interpretado por Poitiers— como sospechoso, cuando en realidad es un inspector de policía. En el mismo año clave se estrena Rebelión en las aulas de James Clavell (El último valle), una producción británica en el que Poitiers interpreta a un ingeniero en paro que acepta un trabajo en un colegio conflictivo de la periferia londinense.
Continuaron llegando películas interesantes, como Ahora me llaman Señor Tibbs (1970), una cinta de género policiaco junto a Martin Landau, secuela de En el calor de la noche (y que tuvo una continuación en El inspector Tibbs contra La Organización, de 1971, así como una serie de televisión).
Al poco, Poitier se lanzó también a la dirección, con poco éxito, realizando películas que durante la década de los 70 interpretaba él mismo, como Buck y el farsante (1972) con Harry Belafonte, Un cálido diciembre (1973) o tres títulos en los que daba la réplica a Bill Cosby: Sucedió un sábado (1974), Dos tramposos con suerte (1975) y De profesión estafadores (1977).
Poitiers tuvo seis hijas durante dos matrimonios, y publicó tres libros de memorias y una novela. Entre 1997 y 2007 sirvió como embajador bahameo no residente en Japón. “Hemos perdido un icono, un héroe, un mentor, un luchador, un tesoro nacional”, ha dicho el vice primer ministro de La Bahamas, Chester Cooper, según recoge The Nassau Guardian. En el año 2009, Barack Obama le condecoró con la Medalla de la Libertad, el máximo honor civil que se concede en Estados Unidos, por ser “agentes de cambio extraordinarios que nos recuerdan que cada uno de nosotros lleva dentro el poder de realizar sueños, de facilitar los sueños de otros y de rehacer el mundo para nuestros niños”, dijo el expresidente del país.