Inca, capital balear de calzado, alberga a partir de hoy una singular y sorprendente colección de zapatos en miniatura y también enormes, pero todos con una estética “muy kitsch” que invita al asistente a reflexionar sobre esta tendencia que impregna nuestra sociedad actual.
La muestra, denominada “Eskistchos”, se expone en el Museo de la Piel y el Calzado de Inca, ciudad mallorquina en la que fabrican algunas renombradas firmas del calzado que se resisten al fenómeno de la deslocalización.
Las piezas de esta exposición fueron cedidas al museo hace unos cinco años por el representante de zapatos Toni Pons y su esposa, Inés Catalán, después de más de cuatro décadas de dedicación a la búsqueda de nuevas incorporaciones para su colección.
De las cerca de 900 piezas que forman la colección, en el museo se podrá ver una selección de diferentes medidas, colores, formas, procedencias, precios y usos, ha indicado el Ayuntamiento de Inca por medio de un comunicado.
Se trata de una exposición compuesta por unas doscientas piezas vinculadas a la estética kitsch en cuanto a la extravagancia, eclecticismo, colorido, elementos llamativos y la acumulación.
“Todos tenemos algo kitsch, que ha sido una cultura popular del siglo XX y de principios del XXI”, ha explicado la directora del museo, Aina Ferrero Horrach.
El museo ha iniciado un proceso de transformación con la finalidad de atraer la atención del público hacia una importante industria local de la que han salido marcas de calzado como Camper, Barrats, Lottusse, George's, Farrutx, Munper, Asinca, y otras.
“Es una exposición muy lúdica, queremos que la gente que la visite también se divierta”, ha apuntado Ferrero Horrach.
La exposición es de producción propia del museo y ha contado con el apoyo de Asociación de Fabricantes y Auxiliares de Calzado de Inca.