Cantar para rescatar a las poetas del 27 con las que no contaron ni sus parejas
“Yo necesito un mundo que no existe / El mundo que yo sueño / Donde la voz de mis canciones halle / espacios y silencios / Un mundo que me asile y que me escuche / ¡Lo busco, y no lo encuentro!”. Estos versos pertenecen al poema Yo soy una mujer: Nací poeta de Concha Espina, incluido en su novela La esfinge maragata, publicada en 1914. Ha pasado más de un siglo desde que la escritora publicara estas líneas pero, por desgracia, siguen resonando a actualidad. Ella es una de las protagonistas de Invisibles Las Sinsombrero 2, el nuevo álbum de Paco Damas en el que recupera textos de autoras silenciadas concediéndoles una segunda vida en forma de versiones musicales.
El poeta y compositor jienense ha rescatado piezas de Zenobia Camprubí, Carmen de Burgos, María Lejárraga, Pilar de Valderrama, María Zambrano, María Teresa de León, Manuela López, Sagrario Torres, Concha Méndez, Concha Zardoya, Rosario Castellanos y la citada Espina. Para ello se ha acompañado de artistas como Conchita, Estrella Morente, Nena Daconte, Vetusta Morla, Miguel Ríos, Julia Medina, Andrés Suárez, Pasión Vega y Belén Rueda.
Es el segundo disco que el músico lanza en esta línea —séptimo en total de su carrera—, tras Paco Damas canta a Las Sinsombrero, que vio la luz en 2017. Ambos han sido fruto de un laborioso trabajo de investigación sobre las publicaciones de estas mujeres que, como Damas explica a este periódico, “no tuvieron oportunidad” de ver reconocido su talento.
Además de los temas, el volumen incluye una parte literaria con textos de Isabel Allende, Julia Navarro, Luis García Montero, Antonio Muñoz Molina y Rosa Montero, entre otros.
“La verdadera historia de la Humanidad está aún por escribir. Durante mucho tiempo creímos que había tan pocos referentes femeninos en nuestro pasado por las durísimas condiciones de discriminación que habíamos tenido que soportar las mujeres: sin acceso a los estudios ni al trabajo, sin derechos propios ni poder, parecía comprensible que no hubiéramos podido hacer gran cosa”, expresa la última, “pero no, ahora sabemos que la verdad es aún mucho peor: pese a esa brutal discriminación, miles de ellas se las arreglaron para hacer cosas extraordinarias en todas las épocas y países. Y el problema es que una historia sexista se encargó de olvidarlas”.
Pero ahí no acaba todo. El proyecto lo completa una plataforma educativa dirigida por Luis Miguel Miñarro con actividades para que el profesorado pueda utilizarlas en sus clases. “Repartimos 35.000 copias gratis del anterior disco en los colegios”, recuerda. Su acercamiento a los jóvenes lo amplía con, además de conciertos para todos los públicos con los que ha recorrido el país; espectáculos didácticos, cuya demanda ha crecido. “Es una manera de enseñarles igualdad y literatura a través de la música”, comenta, “los chicos y chicas suelen llegar con prejuicio pensando que va a ser algo aburrido, pero luego se sorprenden al ver que vamos toda una banda de pop. Les cuento anécdotas y también cantan conmigo algunas canciones”.
Pese a que considera que el alumnado de Secundaria y Bachillerato es quien “más pueden aprovechar” su trabajo, al ser las edades en las que se estudia literatura, asegura que se adapta “a todas las edades”. De hecho, recientemente actuó en un centro de Burgos para niños y niñas de dos a cinco años; y posteriormente un grupo de doce, que conocieron a través de sus composiciones a las citadas autoras.
Las poetas con las que ni sus parejas contaron
Antes de dedicarse por completo a la música, Damas estudió medicina y se especializó en salud mental. Cuando estaba terminando la especialidad grabó un proyecto y empezó a actuar. El compositor considera que ambas facetas convergen: “Lo que hacía desde el punto de vista de la psicoterapia y el psicoanálisis no está muy lejos de lo que hago en mis conciertos. Tiene que ver con cierta manera de hacer terapia en grupo. Es ayudar a los demás con las emociones”.
Dentro de su trayectoria, que arrancó con composiciones propias, hubo un momento en el que la poesía se “cruzó” en su camino. “Entendí que podía llevarla a ritmos contemporáneos”, recuerda del origen de sus discos sobre nombres como Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Antonio Machado.
El siguiente paso fue encontrarse con un grupo de poetas a las que no conocía en 2011, hallazgo que describe como “un shock”. “Era una literatura de grandísima altura y con una personalidad muy potente. Me encerré a investigar y a buscar obras suyas, y empecé a cantarlas”, añade Damas. “Eran mujeres que por el hecho de serlo estaban predestinadas por el corsé de matrimonio, hijos y casa. Me sorprendió su altura literaria, sus ganas y empoderamiento para salir de ahí y reivindicarse”.
Un año después recorrió el país interpretando textos suyos y en 2017 dio forma al disco Paco Damas canta a Las Sinsombrero. En él recuperó obras de poetas del 27 como María Zambrano, Rosa Chacel, Ángela Figuera y Josefina de la Torre junto a las voces de, entre otras, Rozalén, Roko, Carmen París y Marina Heredia.
“Muchas de ellas eran compañeras de esos artistas que nunca las tuvieron en cuenta”, lamenta, “algunos eran hasta parejas. María Teresa de León, de Alberti, Concha Méndez, de Manuel de Altolaguirre, Maruja Mallo, de Miguel Hernández, Zenobia Camprubí, de Juan Ramón Jiménez... Y nunca contaron con ellas, que lo que hacían era ayudarles a que ellos fueran muy visibles”. “Siempre se nos ha vendido que los poetas de la Generación del 27 eran modernos y progresistas. ¿Por qué no contaron con ellas? Porque eran tan machistas como toda la sociedad. Eso se llama violencia de género”.
Damas califica como “sangrante” el caso de María Lejárraga: “Es una autora teatral excepcional. Escribió más de 90 obras. Para que pudiera publicarlas tenían que estar a nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra. Él se separó y se fue con una amante, la cantante Catalina Bárcenas; y todos los derechos de Lejárraga fueron a pasar a la hija que él tuvo después con ella. María murió en la indigencia en Argentina y él disfrutó de todos los derechos de su obra”.
Siempre se nos ha vendido que los poetas de la Generación del 27 eran modernos y progresistas. ¿Por qué no contaron con sus parejas poetisas? Porque eran tan machistas como toda la sociedad
'Nos queremos vivas', contra la violencia de género
El disco incluye un único tema propio, Vivas nos queremos, que interpreta junto a Julia Medina, María Rodés, Marisa Valle Roso, Encarna Anillo, Ángela Bautista, Tere Bautista, Autora Power (Las Niñas) y Carmen Ferre. “Alguien apaga la luz y dice que es mi dueño / Y no me deja salir de este mal sueño / Hoy las mariposas no tienen colores / Hoy se han vuelto grises todas las flores”, arranca este tema que clama contra la violencia de género.
“La realidad es muy triste”, critica el músico respecto a esta cuestión, “terminar el año pasado con 49 mujeres asesinadas y llevar ya seis en este es terrible. Es una lacra de nuestra sociedad que hay que erradicar”. “Siempre he pensado que la base está en la educación. Sabemos qué le decimos a las niñas, que no les manipulen, no les controlen el móvil, etc. Pero tenemos que hacer mucho trabajo con los varones para enseñarles que una mujer no es propiedad privada de nadie. Por eso este proyecto tiene tanto contenido educativo. En mis conciertos canto canciones pero les doy mensajes que tienen que ver con todo esto”.
Con la vista puesta en el futuro, en el que ya tiene programadas varias actuaciones en ciudades como Sevilla, Son Servera en Mallorca y Fuerte del Rey en Jaén; el poeta asegura que le gustaría seguir trabajando en la misma dirección: “No concibo la música si no es para educar”.
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