Muddy Waters
Muddy Waters
Electric MudGeffen / UniversalBLUES8/10Electric Mud
1968 fue el año en el que se publicaron The White Album, Electric Ladyland, White Light / White Heat, The United States Of America, Silver Apples o Sweetheart of the Rodeo. El tema estaba realmente complicado para las viejas glorias del blues que habían hecho carrera una década antes, para pesos pesados del calibre de Muddy Waters o Howlin' Wolf.
Al capo de su sello de siempre, Chess Records, se le ocurrió algo: montar un subsello al que bautizó como Cadet Concept Records. Con este intentaría reflotar la carrera de ambos apostando por producciones más acordes con los tiempos, con la fiebre psicodélica que se vivía en el país.
Comercialmente la ocurrencia se vistió de disco conceptual: frente a la sobriedad espartana de sus trabajos previos, que básicamente se limitaban a reproducir el sonido de directo de Waters y su banda, esta era la oportunidad de que el bluesman del Mississippi experimentara todas las posibilidades del estudio. Desde la perspectiva que da el tiempo, el movimiento parecía encaminado a aprovechar el tirón popular de Jimi Hendrix, a exigir el pago de cuentas pendientes con sus mayores.
Una nueva toma de I'm Your Hoochie Coochie Man y otros dos temas originales de Willie Dixon, la versión del Let's Spend the Night Together de los Rolling Stones, una canción propia,… forman parte de un disco que acarreó críticas muy duras entre la élite del blues. Waters igualmente renegó de él. Sin embargo, gracias a esta nueva edición en vinilo 180 gramos con una preciosa carpeta gatefolder y póster adjunto, el tiempo aporta nuevos matices a un trabajo que desde la pegatina exterior no juega al engaño: “¡Uno de los discos de blues más polémicos de todos los tiempos!”.
Car Seat Headrest
Car Seat Headrest
Twin FantasyMatador / Popstock!POP-ROCKâ Twin Fantasy
9/10
¿Qué habría sido de Twin Fantasy si Will Toledo, su autor, hubiera contado un más recursos y buenos músicos a su alrededor? La respuesta, en esta reedición. El planteamiento no deja de ser curioso. Uno de los pocos artistas destacados que ha dado el indie de guitarras norteamericano reciente se lanza a regrabar su primer álbum, publicado originalmente en 2011 cuando el proyecto todavía era objeto de culto entre los más avispados rastreadores de rarezas en Bandcamp.
Además, en la edición que acaba de llegar a las tiendas se incluyen las dos versiones del disco. Para que aquellos a los que el original se le escapara en su día ahora pueda comparar. Lo difícil en estos casos es que la nueva versión, obviamente registrada con mejores medios técnicos pero ideas mucho más encorsetadas, no acabe matando la frescura del original. Sin embargo, esta es una de esas raras ocasiones que nos hacen creer en la magia.
Entre arrebatos guitarreros a lo Neil Young, golpes melódicos que le ha valido a Will Toledo la comparación habitual con Pavement, y un tono vocal que recuerda a J. Mascis malherido, Car Seat Headrest convierte su disco más personal en una referencia que se suma a los clásicos del género.
Belle & Sebastian
Belle & Sebastian
How to Solve our Human ProblemsMatador / Popstock!POP7/10How to Solve our Human Problems
Encerrados en un suerte de palacio de cristal desde hace más de dos décadas, Stuart Murdoch y sus amigos buscan fórmulas que mantengan viva la llama de la eterna juventud que una vez fue santo y seña de Belle & Sebastian. Ya lo dice la letra de The Girl Doesn't Got It: “Estás sentada en la noche oscura / Sentada con tus preocupaciones / Porque tu gloriosa juventud está jodida”. Y más líneas, bastantes más, que a lo largo de estas quince canciones capturan un poso de amargura porque el tiempo no pasa en balde. Ni siquiera para ellos.
La búsqueda de estímulos que inyecten nueva energía en la banda se traducía hace tres años en la colección de canciones más festiva de su discografía, Girls in Peacetime Want to Dance, de 2015. Y lo hace ahora en una estrategia que remite a sus años mozos: la publicación de EP's en lugar de largos, aunque a la postre esos tres lanzamientos han terminado por reunirse bajo el título de How to Solve our Human Problems y conformar así el décimo largo de su carrera.
Al igual que en sus conciertos en España del pasado verano, aquí de alguna forma están representados los diferentes estadios de Belle & Sebastian durante sus 22 años de existencia. Melancolía y pop supervitaminado, homenajes a la Motown junto a amagos de sonido disco, parte del espíritu amateur de aquellos chavales que ensayaban en la iglesia de su barrio... Todo ello, además de unos arreglos acordes con la banda profesional en la que se han convertido. Por eso, el disco difícilmente decepcionará a sus numerosos fans, aunque se encuentre lejos de la inspiración que encontramos en Tigermilk o If You're Feeling Sinester.
Everything Is Recorded
Everything Is Recorded
Everything Is Recorded by Richard RussellXL / Popstock!R'n'B / ELECTRÓNICA7/10Everything Is Recorded by Richard Russell
Hoy por hoy, XL posiblemente sea el sello independiente más parecido a una multinacional. Su trascendencia se traduce en una serie de nombres que forman o han formado parte de su catálogo, buena parte de ellos desconocidos antes de llegar a la casa: Adele, Radiohead, The XX, The White Stripes, The Prodigy, Sigur Rós,... Richard Russell es su fundador y aún hoy el capo máximo.
Pero, aunque el día a día de Russell se centra en las labores de A&R y en la toma de decisiones importantes para XL, él siempre ha tenido su corazoncito de artista. Allá a principios de los 90 ya hizo sus pinitos como parte de Kicks Like A Mule, autores de aquel éxito de la era jungle titulado The Bouncer. En cualquier caso, podría decirse que Everything Is Recorded es su proyecto más ambicioso hasta la fecha en su faceta como músico y productor.
This Mortal Coil, aquel capricho del jefe de otro sello, 4AD, marcó una etapa en el terreno afterpunk de los ochenta. Así, de la misma manera que este, Russell convoca a amigos y a algunas de las estrellas en nómina de XL y los pone a trabajar para él: Peter Gabriel, Ibeyi, Sampha, Owen Pallett, Kamasi Washington,…
Todo siguiendo una línea de rhythm and blues contemporáneo, muy de nuestro tiempo, siempre agradable. Aunque, por continuar la comparación con aquella aventura en el seno de 4AD, sin la capacidad que sí tuvo el proyecto de Ivo Watts-Russell para definir todo un estilo musical y hasta una época.
Lichis
Lichis
Mariposas & Torneos de veranoSideralFOLK-ROCKâ Mariposas & Torneos de verano
7/10
Lichis, ex de La Cabra Mecánica, se reinventó hace cuatro años con Modo avión, un movimiento que merece el mayor de los respetos, con el que el barcelonés-madrileño buscaba el crecimiento creativo y personal por encima de un incremento en la cuenta de resultados.
Era un paso arriesgado que, efectivamente, ha supuesto poco menos que un reseteo para empezar de nuevo desde cero. En él, Miguel Ángel Hernando se acerca a un folk-rock de aires americanos y versos en castellano, a medio camino del universo “Enemigo”, la sensibilidad del leonés Fabián y el todocampismo de Quique González . Los siguientes pasos fueron dos EPs que exploraban un poco más ese territorio y que ahora ven la luz conjuntamente.
Nos encontramos a un Lichis que un buen día se despierta atónito al observar el mundo que le rodea: “Suena La estaca en el cierre de un mitin / Sigue en pie el Valle de los Caidos / Sintonizo la FM y me pregunto / Cuánto tiempo he estado dormido”. Es la resaca, el catastrófico escenario en el que tienen lugar los naufragios sentimentales de Tu coartada, Ruido, No soy París o la delicada Febrero, que dominan el tono del regreso de este romántico empedernido.
Mark Renner
Mark Renner
Few TracesRVNG Intl. / Popstock!ART POPâ Few Traces
9/10
Las notas interiores de este recopilatorio arrancan con una imagen sugerente: Mark Renner subido a la azotea de su apartamento en Baltimore y dejando que las notas de la guitarra eléctrica se las lleve el viento. ¿Le escucharían al corretear por las calles (todavía eran niños entonces…) quienes años después formaron Beach House o Future Islands? ¿Visitaría en algún momento el vecindario Adam Granduciel (The War On Drugs) desde la vecina Philadelphia?
Todos ellos podrían ser alumnos aventajados de la música que Renner practicó durante los ochenta. Sin embargo, la figura de este músico y pintor se pierde en el tiempo y apenas nadie ha reivindicado su legado antes de este maravilloso recopilatorio que recoge grabaciones realizadas entre 1982 y 1990. Un verdadero misterio.
Su música, que el paso del tiempo ha convertido en visionaria, se debate entre el lado más experimental del synth-pop, la new age, la canción americana springsteeniana y el art-pop de The Feelies, escorándose caprichosamente con cada una de las canciones hacia uno u otro de los elementos de esta ecuación. En otro giro rocambolesco para hacer todavía más extraña su historia, Renner reconocía el magisterio de Stuart Adamson de los Skids, una banda escocesa de nueva ola a la que resulta complicado vincular con estas preciosas miniaturas do it yourself.
Además, de la mano de la publicación del disco llega un documental dirigido por Maia Stern sobre la figura de Renner. Bienvenido sea todo lo que nos ayude a profundizar un poco más en una figura hasta hoy tan desconocida como fascinante.
Natos y Waor
Natos y Waor
CicatricesNatos y WaorRAP7/10Cicatrices
Pese a quien le pese, Natos y Waor son de un tiempo a esta parte unos de los fenómenos del rap nacional. Cuestión de números, poco que discutir en ese aspecto. Con apenas dos discos en la mochila -este Cicatrices sería el tercero- los de Aluche se han convertido en el relevo natural del rap español clásico de los noventa: orgullo de barrio, estética macarra, bases sencillas y contundentes,… Pero aunque a Nator y Waor el dichoso trap les pilla bastante lejos, el dúo no renuncia a evolucionar su sonido al tiempo que crece su numerosísima base de fans.
Algo ya se percibía en Martes y 13 (2015), un año más tarde la creación del proyecto Hijos De La Ruina con Recicled J ejerciendo de productor terminó de confirmarlo, y este Cicatrices se convierte en el primer trabajo del dúo en el que la heterodoxia campa a sus anchas.
En Niño de cristal la sombra de 7 Notas 7 Colores todavía es alargada, pero la aparición de colaboradores diversos se lleva las canciones a territorios insospechados. El amago pop comercial de Pecados (de nuevo con Recycled J en la producción), el flamenco rap de Alfa y Omega junto a Denom o las guitarras AOR de Piratas, el tema con el que empieza el disco, dan fe de la expansión de estos auténticos héroes de barrio.
Superchunk
Superchunk
What a Time to Be AliveMerge / Popstock!PUNK-ROCK8/10What a Time to Be Alive
28 años después de su debut, Mac McCaughan y sus compañeros peinan canas. Aun así, todavía están dispuestos a electrificar al que se ponga delante con sus melodías de indie-punk guitarrero. Un vistazo a su producción discográfica confirma dos cosas. Por un lado que, más allá de una ligera pérdida de velocidad a la altura de Foolish (1994), Superchunk, orgullo de Chapel Hill, se mantienen tercos como mulas en su propuesta. Por el otro, que apenas se perciben bajones en el control de calidad en la decena larga de discos firmados por la banda.
En What a Time to Be Alive diría que hasta vuelven a pisar el acelerador para recuperar parte de la energía infecciosa de los inicios (titular a una canción Reagan Youth es toda una declaración de principios). Algo que les agradecemos de todo corazón en un tiempo en el que las guitarras furiosas se han convertido en especie en peligro de extinción.
La interpretación vocal de McCaughan, con su caracaterístico tono nasal, mantiene la impertinencia de sus comienzos cuando declaraban su amor por Buzzcocks. Y en general estas canciones, en las que encontramos a ilustres como Stephin Merritt (Magnetic Fields) o Katie Crutchfield (Waxahatchee) rindiénoles pleitesía en forma de colaboración, se pasan en un suspiro. Será un placer reencontrarse con ellos dentro de unos meses en el Tomavistas madrileño…
The Nightcrawlers
The Nightcrawlers
The Biophonic Boombox RecordingsArc / Kemado / Popstock!EXPERIMENTAL8/10The Biophonic Boombox Recordings
Tengo un recuerdo fugaz de mi paso por Philadelphia hace algo más de una década en compañía de una amiga norteamericana: “'Filthydelphia', así es como conocemos en mi país a esta ciudad”, aseguraba. El juego de palabras -“filth”, “mugre” en inglés- cobraba todo el significado en el preciso instante de poner los pies sobre las calles de la capital de Pensilvania.
The Nightcrawlers desarrollaron durante la década de los ochenta en Philadelphia una inabarcable discografía registrada en cinta que alcanza las 35 referencias, la mayor parte de ellas objetos de culto de difícil localización a día de hoy. Su música, hipnóticas sinfonías electrónicas levantadas a partir de Rolands, Korgs y Kawais a la manera de los correos cósmicos alemanes, se diría que aspiraban a convertirse en el electrocardiograma de la cuarta ciudad más poblada de los EEUU, y también una de las más degradadas socialmente.
En las generosas notas interiores de Peter D. Gulch, cabeza pensante del proyecto, recuerda aquel concierto que el trío dió en una iglesia “y prácticamente todo el mundo allí terminó dormido”. El comentario tiene mucho de ironía, pero es cierto que en sus performances en directo The Nightcrawlers bordeaban la fina línea entre la vigilia, el sueño y la hipnosis. Y esto, no te equivoques, es todo lo contrario a un reproche.
Este recopilatorio (publicado en doble vinilo o doble CD) recupera parte de aquel material directamente desde las cintas originales, restaurándolo y poniéndolo de nuevo al alcance de todo mundo, en un nuevo ejercicio de admirable retromanía.
U.S. Girls
U.S. Girls
In a Poem Unlimited4AD / Popstock!POP8/10In a Poem Unlimited
Dice Megan Remy que el origen de In a Poem Unlimited hay que ir a buscarlo en la situación de excepcionalidad que vive su país de origen, Estados Unidos, aunque ella viva desde hace años en el “exilio” en Canadá. Para Remy todo el caos que la administración Trump ha venido a traerle al mundo en general y a su país en particular puede explicarse desde una perspectiva de género.
Porque, si justamente en los tiempos del #MeToo el puesto de mayor poder en el mundo recae en un tipo que ha degradado a cuantas mujeres ha encontrado a su paso, verbal y hasta físicamente, es que algo está funcionando mal… rematadamente mal.
Un poco a modo de respuesta del triunfo de Trump, Remy comenzó a escribir esta serie de canciones que relatan de forma cruda el choque de sexos que vive la sociedad occidental, muy especialmente en Norteamérica. No hay mejor ejemplo de ello que el vídeo sobre estas líneas, en el que el miedo cambia de bando y una mujer lidera la cacería de un hombre por las calles de la ciudad.
Curiosamente para ello se ha rodeado por vez primera de una banda -el colectivo canadiense The Cosmic Range, del que forma parte su propio marido- y más de una decena de músicos que le ayudan a dar forma al álbum más orgánico de su carrera, con ecos del soul y el funk setentero entre los que se cuelan sus habituales texturas electrónicas.