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Componer la música de la natación artística y que en televisión suene “horrible”: “Es el gran drama”

El equipo español de natación artística logró este miércoles la medalla de bronce a ritmo de Eminem y Carmina Burana. Aladdín y una pieza de composición propia, inspirada en Antoni Gaudí, han sido otras de las melodías que han acompañado a las deportistas en sus ejercicios durante los Juegos Olímpicos de París que concluirán este domingo tras dos semanas de torneo. El compositor y baterista Salvador Niebla ha sido el encargado de mezclar y crear las canciones que han sonado mientras ellas realizaban lo que el percusionista define como “ballet acuático”.

Este batería lleva desde las olimpiadas que se celebraron en Sídney en el año 2000 trabajando codo con codo con las entrenadoras de la selección de esta disciplina. Empezó con Anna Tarrés y ha continuado su colaboración con el equipo tras tomar las riendas Mayuko Fujiki, además de colaborar con otros países como Estados Unidos y China.

Años antes de la competición que se celebró en Australia, había conocido a personas que trabajaban en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona. “Haciendo la locura de batir el récord de horas tocando la batería, su director me dijo que necesitaba un músico y que por qué no intentaba ayudarles, aprovechando mi dominio sobre la rítmica”, recuerda a este periódico. En ese momento apenas sabía sobre este deporte más allá de Esther Williams, la estrella del cine considerada como la 'sirena de Hollywood', creadora del musical acuático y madre de la natación sincronizada (rebautizada como artística desde 2017).

“Querían una música dedicada al folclore español. Fui a verlas y, cuando llegué a la piscina, estaban escuchando la música desde una especie de megáfonos. Pensé que aquello era ruido y que no era posible que se sincronizaran así”, indica. Decidió sumarse a la aventura: “Nació de una manera circunstancial que nadie esperaba. Me gustaba hacer música para danza y esto era cercano”.

La música que escuchan las nadadoras difiere mucho de lo que oye el público que sigue las rutinas desde casa. Mientras que las nadadoras cuentan con un altavoz dentro de la piscina para oír las canciones, el sonido que llega a las televisiones no sale de la misma mesa de mezcla.

Ese es el gran drama, lo que suena en la televisión es horrible. Usan el sonido de ambiente, con todo el eco de la reverberación. Llevo 24 años trabajando en esto y no he conseguido que cambie

“Es es el gran drama, lo que suena en la televisión es horrible. Usan el sonido de ambiente, con todo el eco de la reverberación. Llevo 24 años trabajando en esto y no he conseguido que cambie”, lamenta, “es una lástima porque se podría hacer para que la gente escuchara más y mejor. Vale que así se oye a la gente que anima en directo, pero es que la música es muy importante, es la que mueve todo lo que se mueve en la piscina. Haría que se disfrutara más”. “Imagina que fueras a ver un ballet al teatro y no escucharas la misma música que ellas”, compara.

Salvador Niebla explica que los altavoces bajo el agua se desarrollaron como arma bélica. “En la Guerra Fría se usaron para educar a los delfines para transportar bombas”, comparte, “este fue el sistema que se aplicó a la natación sincronizada para poder escuchar música bajo el agua”. Ahora bien, el sonido no se desplaza a la misma velocidad dentro que fuera de la piscina.

“Va más rápido cuanto más sólido es el medio en el que está. En el aire va más lento. He tenido que bregar con eso”, señala. El compositor explica que en todos los altavoces –exteriores e interiores– suena la misma música, no se realizan pistas a diferentes velocidades específicas para cada uno de ellos. “Las solistas lo notan más, pero sus cerebros se adaptan”, indica sobre la capacidad que desarrollan las nadadoras para seguir los temas en la ejecución de sus ejercicios.

El compositor indica que el tono de las melodías afecta en la acústica. “En la música épica, que se usa mucho porque hay esta sensación de que les da fortaleza, hay muchos graves. No ayudan demasiado porque tienen frecuencia más lenta, que choca más con las paredes. Hemos ido buscando el equilibrio”, describe.

Gaudí, Aladdín y Eminem

“Se hace un traje a medida”, describe sobre el resultado de las piezas, ya sean arreglos o composiciones originales. “Lo vamos construyendo, la entrada a la piscina, el primer largo, viendo qué se nos va ocurriendo, desarrollando y probando”, expone, “voy montando según las necesidades que van surgiendo cada vez que van a probarla”. Para los Juegos Olímpicos que se están celebrando en París, ha tenido que componer un tema inspirado en Antoni Gaudí.

“Se les ocurrió hacer algo sobre la Sagrada Familia”, recuerda el percusionista, que indica que su máxima es “crear una historia, que haya un guion” dentro de sus partituras. En este caso se centró en la religiosidad del arquitecto y pensó “mucho en el mundo místico”. A partir de ahí, construyó “unas bases”, sobre las que posteriormente modificó la velocidad, subdividió métricas, etc.

Para ello, emplea lo que se conoce como música descriptiva: “Sonidos para que la gente sienta lo que quieres. Igual que en el cine de terror, sin la música daría menos miedo. Este año querían también rendir homenaje a Aladdín y a West Side Story, como homenaje a Leonard Bernstein. Antes de pegaban trozos, cosas que podían no armonizar o métricas que no estuvieran bien ajustadas”. “Hay temas más técnicos, con más velocidad, distintas métricas”, describe.

Niebla revela que no se ha encontrado con ninguna petición por parte de los entrenadores y entrenadoras que le haya sorprendido especialmente en estos años. Es más, asegura que “lo más extraño” que ha acabado entrando en sus creaciones han sido sus propias aportaciones.

“Soy muy radical. Cuando estuve con el equipo chino, por ejemplo, les dije que quería escuchar su folclore y música. Intenté usar esa raíz con un concepto más universal”, detalla, “trato de huir de la épica, aunque ellas están muy habituadas a usarla. Pero a veces no hace falta tanto. La música ya tiene suficiente fuerza hasta con una guitarra sola”.

Intento huir de la música épica, aunque las nadadoras están muy habituadas a usarla. Pero a veces no hace falta tanto. La música ya tiene suficiente fuerza hasta con una guitarra sola

La rutina que valió al equipo español para alzarse con la medalla de bronce contó con una particular mezcla de estilos como banda sonora. “Mayuko Fujiki quería que sonara Eminem y tenía una idea con Carmina Burana. Vi que el estribillo de la canción del rapero se acercaba armónicamente, intenté ajustarlo como si fuera de la misma canción y vi que funcionaba”, comenta.

Salvador Niebla añade que una de las cosas que más le gusta de componer para las rutinas de natación artística es que le permite “experimentar muchísimo, probar cosas que igual parece que no van a pegar y ver qué pasa. Son como retos”.

El percusionista señala que el proceso y el resultado es distinto dependiendo de si las rutinas son por equipos, en dúo o solistas. “No es lo mismo hacer sincronizar a ocho que a una sola nadadora, que es donde más pueden demostrar su creatividad. Se pueden permitir ser más elásticas. En equipo es más difícil”, asegura.