Vender discos en Corea y Japón, colocar canciones en series de televisión de EE.UU. o ser el sello exclusivo de bandas británicas, son algunos de los méritos de Elefant Records, una pequeña discográfica madrileña que cumple este año su 25 aniversario.
Estos hitos, sin embargo, palidecen cuando la empresa se ha convertido en una referencia y el denominado “sonido Elefant” es una marca reconocida en la escena de la música independiente en todo el mundo.
La historia de esta minoritaria disquera comenzó en 1989. “Había un hueco. A finales de los ochenta toda la ola independiente estaba muerta y había necesidad de sellos para los nuevos grupos. Hicimos un fanzine -”La línea del arco“-, y a raíz de ello, empezamos a publicar discos y cosas de los grupos que nos gustaban”.
El que habla es Luis Calvo, un apasionado de la música que, junto a Montse Santalla, fundaron este sello que, en 25 años de existencia, ha apostado por la música pop con mayúsculas, las melodías, los estribillos pegadizos y las producciones brillantes.
“Somos un sello de pop muy influenciado por los sesenta, por la música francesa, por la bossa nova, por la música electrónica, el europop, el dance pop. Y no, no tenemos heavy metal, no me gusta nada”, añade.
El sello que descubrió a Los Planetas
De sus filas han salido bandas internacionales de éxito como los escoceses Camera Obscura, grupos gamberros como Papa Topo, agitadores sonoros como Willy Milkyway o bandas claves del pop en español como Le Mans o Nosoträsh, sin olvidar que Medusa (1993), primer EP de Los Planetas nació en el sello del elefante.
Con más de 600 discos publicados, Luis ha cumplido varios sueños. “Soy muy fan de Vainica Doble (legendario dúo de los setenta compuesto por Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen). Siempre tuvieron un espíritu muy independiente y decidieron publicar su último álbum con nosotros, en total libertad, en familia”.
Otros trabajos de orgullo “paquidermo” son, por ejemplo, la publicación del último disco de Carlos Berlanga, el imprescindible “Impermeable”(2001), o los títulos finales de los Flechazos, cuyo espíritu prosigue en el sello con Alex y “su proyecto Cooper”.
Además, en este breve repaso histórico, no se puede olvidar que sacaron uno de los discos fundamentales de la religión “indie”: “Un soplo en el corazón”(1994).
El único álbum de Family -Javier Aramburu e Iñaki Gametxogoikoetxea- se ha convertido con los años en un clásico del pop español y versos como “Bordeando en equilibrio sin poder disimular su amor”(de su canción estrella “Nadadora”), son palabras tatuadas en el corazón de toda una generación en los noventa.
No es de extrañar que, para celebrar las bodas de plata, los chicos del Elefante, lancen este mes una reedición en vinilo del disco y también un doble “Homenaje a Family” donde bandas de la escudería reinterpretan las canciones del dúo donostiarra.
Junto a estas novedades, el sello tiene previsto otro homenaje a “Le Mans”, con versiones, reediciones de La Casa Azul y nuevos trabajos de La Bien Querida, The Primitives y Single, entre otros. Y todo ello editado también en disco fonográfico que, por y para ello, son siervos de la iglesia del vinilo.
“Somos una empresa muy profesional pero tenemos un espíritu de hobby. Trabajamos en casa, somos tres personas y eso nos permite tener un contacto muy cuidado con nuestros artistas”, dice Calvo como clave para la supervivencia en el difícil sector de la industria musical.
“En EE.UU., Japón, Corea o Filipinas, tienen mucho cariño a los discos de Elefanta. Desde el principio hemos sacado grupos ingleses o americanos y lo lógico es venderlo en todo el mundo”.
Este espíritu global también se ha abierto a otras formas de distribución. “Al margen de los discos, puedes encontrar nuestra música en series de televisión famosas de EE.UU. como 'Anatomía de Grey”, la nueva temporada de “Revenge” o “Nurse Jackie” o “Bored To Dead'. Por no hablar de películas españolas, series mexicanas, anuncios... La música de Elefant está en todas partes”.
En la conversación con el jefe de Elefant sorprende el optimismo (o felicidad pop) que transmite cuando habla de la industria musical. Frente al discurso de la catástrofe, Calvo, consciente de que “la gente no compra música”, defiende la labor artesanal en el cuidado del producto -“las portadas las hago yo, por ejemplo”- y la adaptación permanente a los cambios “en un mercado que muta a nuevas fórmulas”.
Respecto al panorama musical en España se muestra, incluso, más expansivo. “En Europa podemos estar a la cola en las ventas físicas de discos por la piratería, pero tenemos eventos, conciertos, giras, publicación de discos...Es uno de los países más fuertes junto con Inglaterra y Alemania en el ámbito musical. Se ven muchas cosas, hay muchos fans, mucho movimiento, muy por encima de Francia o Italia”.
Esta actitud en positivo tiene mucho que ver con una feliz apuesta personal que cumple ahora 25 años: “Hago las cosas que hago porque la música es mi vida”, concluye rotundo.
Por Juan Carlos Gomi