Fangoria: “Creemos rabiosamente en el individualismo”
El nuevo single de Fangoria, Mi burbuja vital, defiende el derecho de todo individuo a encerrarse en su propio universo personal. Quizá por eso esta entrevista tiene lugar en la azotea del Hotel Emperador de Madrid, un edificio que está a 150 metros de la casa de Alaska. En ese edificio de la Gran Vía, como mostraba el reality de MTV Alaska y Mario, celebró su boda la pareja estelar de músicos y celebrities. “Me paso la vida aquí”, admite la cantante.
Con más de 30 años a sus espaldas como Fangoria, Alaska y Nacho Canut presentan un nuevo EP titulado Edificaciones paganas con cinco canciones que se pasean entre el cabaret electrónico y el tecno pop y letras que hablan de refugiarse en uno mismo, quitarle importancia a las opiniones ajenas y el amor a Benidorm. También hay referencias al espacio, aunque Canut reniega de los que le acusan de estar hablando siempre de lo mismo: “¿Qué pasa con los que hablan del amor todo el rato? Amor, amor, amor… Pues oye, por lo menos del espacio, mira… Hagamos lo que hagamos, hay gente que siempre le va a parecer mal”.
Uno no puede evitar ser uno mismo, al fin y al cabo. Como bien demuestra este tándem creativo: empiezan cada entrevista asegurando que van a morderse la lengua para no provocar polémicas pero acaban metiéndose en todos los charcos que se cruzan por su camino, y saltando en ellos para salpicar bien fuerte. “Nos puedes preguntar sobre todo, pero no nos hagas caso sobre lo que contestemos”, avisa Canut. “No hay que darle importancia a nada”, sentencia Alaska. Entre el individualismo, el escapismo, el relativismo y el nihilismo baila Fangoria. Y es un placer bailar con ellos.
La letra de Mi burbuja vital habla de "inventar otra realidad, disfrazar lo que no sé arreglar". También dice: "No respondo por nadie, ni siquiera por mí". El escapismo y el individualismo siempre ha estado presente en su música.
Alaska: Totalmente.
Nacho: Somos personas de cultura individualista. Yo por cultura familiar, por mis padres, que emigraron a Estados Unidos. Entonces la cultura americana es: tú, y búscate la vida. Yo siempre he tenido eso muy… igual es un fallo.
A: No, y cuando nosotros decidimos fijarnos en el glam o en el punk, por la edad que teníamos nos podría haber dado por el jipismo, que también estaba muy en boga. Y no nos dio por eso. Cuando vemos las vanguardias culturales de mediados del siglo nos fijamos en Pollock. Todo lo que nos gusta tiende un poco al individuo.
N: Yo desconfío un poco de las cosas que son de mucha gente. Pero eso es igual un fallo.
A: No, es una opción. Las burbujas vitales son eso: yo me creo una burbuja vital, no te la quiero imponer a ti. Yo no quiero cambiar tu mundo, quiero cambiar mi mundo, y tú con el tuyo haz lo que quieras.
N: No me gusta que me impongan su mundo los demás. Cuando hay alguien que quiere que yo acepte que el mundo es como ellos me dicen, me rebelo inmediatamente. Y la burbuja vital es eso, es “alicatar por no desesperar” porque es que no puedes más, pero tú haces tu cosita, te metes ahí y no molestas a nadie. No le dices a alguien: “Oye, tiene que ser todo como lo que yo pienso que es, porque mira qué bien vivo yo”.
Cuando hay alguien que quiere que yo acepte que el mundo es como ellos me dicen, me rebelo inmediatamente
Supongo que están hablando de cierto aleccionamiento que viene por…
N: Siempre lo ha habido.
A: Siempre, siempre. No viviste los 70, mi amor.
N: Claro, ni los 60. Ahí era aleccionamiento a lo bestia. Siempre hay gente que se cree que lo sabe todo y que sabe cómo tienen que ser las cosas. Y que lo están haciendo por tu bien, además. Eso es lo malo, que te dicen que es por tu bien. Lo de fumar, lo de las drogas… todo.
Y la ruta del individualismo y el escapismo en un momento en el que están presentando un EP con una pandemia, el escenario político horroroso, una guerra que tenemos aquí al lado… Supongo que les parece aún más apetecible que nunca, ¿no?
A: Pero la burbuja no la creas para defenderte de lo que hay fuera, sino para sobrevivir en el día a día.
N: Además, es que [a Alaska] tú acuérdate un día que estábamos ensayando con los Pegamoides en Bravo Murillo y de repente nos llama nuestra madre y nos dice el señor del local: “Acaban de dar un golpe de Estado”.
A: “Iros a vuestra casa corriendo”.
N: ¿Un golpe de Estado ahí a dos metros de donde yo vivo? Entonces, ¿tú te crees que esto da más miedo que eso?
A: Intentamos relativizar.
N: Cuando se cayeron las Torres Gemelas, no hace tanto. Fue como lo de ahora. O cuando Serbia y Kosovo, que estaban bombardeándose y estaba aquí al lado.
A: El mundo es así continuamente. Lo que pasa es que cada vez que ocurre algo parece que es lo último, lo más, lo diferente… pero por desgracia, no sé si es que somos unos descreídos o unos realistas empedernidos, esto es así.
Cada vez que ocurre algo parece que es lo último, lo más, lo diferente… pero por desgracia, no sé si es que somos unos descreídos o unos realistas empedernidos, esto es así
¿Quién produce el EP?
A: En este caso Juan Sueiro, alias Spam, y una canción es de Jon Klein.
Llama la atención que ha habido varios productores a lo largo de su carrera que han dado bastante forma a la etapa en la que estaban. Como Carlos Jean…
N: Guille Milkyway…
A: Para eso buscas a un productor.
¿Cómo trabajan con ellos?
N: Como trabajaríamos con el que nos hace las portadas. Es un artista al que respetamos muchísimo y que nos fiamos de él. Entonces, a veces nos va a decir cosas que nosotros creemos que no, pero como es él, se lo aceptamos y nos fiamos.
A: Hemos intentado en el pasado no repetirnos mucho con el mismo, pero yo creo que eso ya en la pandemia lo hemos superado. Esa tontería de hacer tres y no volver a repetir…
N: “Como Bowie nunca repetía, nosotros tampoco vamos a repetir”. Pero es que eso es muy infantil y no puede ser así. Hay que pensar más con la cabeza.
A: Donde estemos cómodos y con quien estemos cómodos lo haremos. Pues mira, con algunos trabajamos de forma presencial, como por ejemplo con Juan Sueiro. Vamos al estudio y estamos allí con él. Y con otros como Guille Milkyway o Jon Klien que está en Londres…
N: A mí me gusta mucho trabajar a distancia. No me gusta estar en contacto con la persona con la que estoy trabajando. Prefiero verla a través de una pantalla.
¿Por qué?
N: Porque todas las opiniones y todas las discusiones no son tanto. Si te digo de repente: “Es que ese bajo a mí no me gusta”. Si estás con la persona ahí, es como… pero si estás a través de la pantalla parece que…
A: Que hay más distancia.
N: O le mandas un mensaje: “Oye, ¿te acuerdas del bajo de ayer? No me gusta… Lo voy a cambiar”. Tiene otra manera, yo lo prefiero. No nos gustan mucho los conflictos, y a distancia se suelen crear menos conflictos.
Hagamos lo que hagamos, hay gente que siempre le va a parecer mal, le va a parecer que siempre hacemos lo mismo
Sin embargo lo que siempre está presente son ustedes dos, juntos.
A: Es el hilo conductor. Siempre lo decimos: da igual que la música la componga Guille, o Santi Capote. En el momento en el que yo la canto de la forma que yo canto, ya no es una canción de Milkyway.
N: De hecho hay gente que dice: “Siempre están haciendo lo mismo. Siempre hablan del espacio”. No sé por qué dicen eso.
A: Es que hablamos mucho del espacio.
N: Pero no tanto… en Momentismo absoluto no hay espacio.
A: [Canta] “Una nebulosa planetaria…”.
N: Eso es ahora, ¡en esta! En Momentismo absoluto no. En Dramas y comedias no se habla del espacio, en Espectacular no se habla del espacio… Y ¿qué pasa con los que hablan del amor todo el rato? Amor, amor, amor… Pues oye, por lo menos, del espacio, mira… Hagamos lo que hagamos, hay gente que siempre le va a parecer mal, le va a parecer que siempre hacemos lo mismo. Entonces da igual.
[A Nacho Canut] Al hablar de su infancia en Estados Unidos, cobran algo de sentido aquellas declaraciones suyas tan polémicas en 2016, sobre las hipotecas… [Canut dijo en una entrevista “Si has decidido meterte en una hipoteca, lo has decidido tú y ¿ahora quieres que el Gobierno venga a sacarte?”, provocando críticas por parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca].
N: Es que yo no hice unas declaraciones sobre las hipotecas porque yo no entiendo de hipotecas.
A: Contestamos a una pregunta sobre una canción.
N: Pero de todas formas te tengo que decir: mis padres se fueron a Estados Unidos y se vinieron a tenerme aquí porque allí la sanidad es más cara. Entonces los niños los tenían aquí. Pero después se volvieron hasta que mi padre encontró trabajo aquí en la base de Torrejón. Mi padrino era un señor americano con dos pistolas, que sería de él. Tenía un rifle ahí puesto. Y yo los veranos los pasaba allí. Entonces claro, perdonadme.
A: Perdona, pero eso no tiene nada que ver porque hay gente que nace en el seno de una familia y se convierte en lo contrario. Pero nosotros siempre lo hemos dicho: yo soy mexicana, qué te voy a decir. Hija de refugiados de los dos extremos. ¿Qué podemos decir más que creemos rabiosamente en el individualismo y en que al final de todo, está en ti? Tú puedes tener un buen grupo de amigos que te ayude, tener una estructura social que te ayude, tener una estructura social peor, una mejor… pero creemos mucho en la fuerza individual.
N: Pero vamos, que yo tampoco hago bandera de nada. Y de repente me encontré al día siguiente como que yo soy el abanderado de… Para empezar, ¿qué más da lo que yo diga? Si solamente soy el miembro de un grupo pop, que en la escala de la hormiga y del premio Nobel debe de estar abajo del todo. Coño, haz caso de lo que diga un político, un sociólogo, un economista, pero no de mí…
Les voy a preguntar sobre música.
N: No, nos puedes preguntar sobre todo, pero no nos hagas caso sobre lo que contestemos. Porque sabemos lo mismo que tú.
El género preferido por los jóvenes ahora es el trap, el reguetón…
N: Y no me extraña porque es una música buenísima.
Noto cierto desprecio por parte de las generaciones mayores, que es el que ustedes sufrían cuando hacían punk, glam…
A: Y el que vimos después.
N: Con el techno, con el acid… por cantar en castellano cuando se puso de moda cantar en inglés.
A: Lo leímos sobre el rock, cuando empezó se dijo lo mismo: lo de Elvis no es bailar. Lo vivimos con el punk. Lo vivimos con la música electrónica. Lo vivimos con hacer música electrónica con letra y en español… Lo que tú siempre dices, Nacho: vale, la señora que va por la calle y le ponen un micrófono y le preguntan si le gusta el reguetón y dice “no, eso no es música”. Eso vale, pero que lo digan los músicos… qué feo.
N: Eso es lo que a mí me choca. Por favor, es un ritmo muy sofisticado, latino… Y después, las letras, que hablan de lo mismo… No hablan de lo mismo, y segundo, la copla siempre es de amor, pero hay mil maneras de decir lo mismo. Yo alucino con que digan eso, porque son canciones muy trabajadas, producciones muy buenas, las letras son muy buenas, la imagen está supercuidada…
A: Y sobre todo, ya que eres un músico, haz una base de reguetón. Intenta hacerlo.
N: Y sal tú con tu cuerpo bailando.
A: Que no es necesario. Claro que no lo tienes que hacer, porque tú tienes un estilo y eres otra cosa. Pero no desprecies otras cosas.
N: Hace dos o tres años en El País cogieron a muchos músicos para hablar mal del reguetón, por qué el reguetón no era música. ¿Pero cómo puede ser posible que una gente relativamente joven esté diciendo esto? Es lo que te decían de pequeño. Recuerdo cuando mi padre oyó a Gary Glitter y decía: “Sabrás que eso no es música, que es solo ruido, que ahí no hay notas”. Lo han dicho del punk. Y dicen: “No es lo mismo, porque el punk todavía se sigue oyendo, ya verás como esto no…”. ¿Qué tienes, una máquina del tiempo que has ido al 2050 y ya no se oía el reguetón? Pues seguro que quedarán canciones.
A: A lo mejor están rabiosas porque el rock no existe de repente.
Intuyo que tienen una opinión sobre Rosalía y el cambio de su nuevo disco.
A: Nos encanta. Puede hacer lo que quiera.
N: Súper a favor. Como Bowie, cada disco cambia todo.
A: Y su novio, Rauw Alejandro, monísimo, es como Prince.
N: Menuda pareja. Así es como tiene que ser el pop, con estos personajes. Que son monos, que cada cosa que hacen cambian todo, y hacen bailes… Todo, yo estoy encantado con el mundo pop actual.
Alaska, en una entrevista en 2017 decía que los festivales se habían vuelto muy rockeros.
A: Es que les cuesta, ¿eh?
N: Lo del trap les ha salvado un poco.
A: Coincidimos en uno con Anitta por ejemplo. Era raro que una artista de ese género estuviera en España. Y supongo que cada vez será más, pero es verdad que los festivales en España eran sota, caballo y rey. Eran cuatro heterosexuales puestos allí.
N: Y con barba, encima. Nosotros íbamos con bailarines, techno, sin batería… Y era todo grupos de barbudos con batería. Jo, la música pop es algo más que esto.
Los festivales en España eran sota, caballo y rey. Eran cuatro heterosexuales puestos allí
¿De qué hablaban con ellos?
A: Nosotros somos dos señoras que sacamos nuestra silla a la puerta y el que pase por allí…
N: “¿Qué tal, señora? Y la barba esa, cómo se la ha dejado…”
A: Y además te doy fe de que se lo dice. “Chiquillo, cómo lleváis esa barba…”.
N: Pero claro, es la moda. Y yo, ante la moda… Lo que pasa es que la gente cuando lo está haciendo no lo vive como si fuera una moda, se cree que lo han inventado ellos.
A: Eso tiene un nombre maravilloso que se llama “adanismo”. El adanismo es que toda generación se cree que es Adán y que antes de ellos no había nada.
N: Es como ahora, que ya lo estoy viendo venir, que hay así grupos como indies que están con el bakalao.
A: Ay, qué bien. Pues me alegro. Harán cosas totales.
N: Sí, pero acuérdate, el bakalao era lo puto peor. Era como de macarras, drogadictos… era máquina.
A: Por eso no hay que darle importancia a nada. Ni de lo que diga uno ni de lo que diga el otro.
¿Qué les parece Samantha Hudson?
N: Me encanta. Es Fabio McNamara.
A: Pero no, eso es feo decirlo. No es Fabio, es Samantha.
¿Qué tiene de Fabio?
N: Un cierto alienismo.
A: No, Fabio nunca estuvo pendiente de la corriente.
N: Eso es verdad.
A: Hoy en día la gente más joven tiene ese problema. Cuando nosotros éramos pequeños no había corriente con la que estar en sintonía o no. Y ahora la gente joven es muy consciente de estar en sintonía con lo correcto, e incluso con lo correcto dentro de lo incorrecto.
N: Siempre hay límites. Con Fabio no hay límites. Si tú te fijas, el discurso de Samantha parece muy loco pero no lo es. Ella tiene unos límites, funciona en una parte del espectro. Fabio no tiene espectro. Bueno, Fabio está internado.
A: ¿Cómo que está internado?
N: A Fabio le han quitado la patria potestad sus padres cuando prendió fuego a su propia casa.
A: De eso hace 30 años. Bueno, lo que sí que es muy distinto y por eso no se puede decir nunca “Es la tal de tal…” porque no es verdad.
N: Es injusto hacia ella.
A: Es injusto hacia los dos, no tiene nada que ver.
N: Pero es un personaje muy interesante desde luego.
Ustedes también son muy conscientes de lo que dicen desde hace unos años.
A: Pero no somos jóvenes. El joven no tiene que ser consciente de lo que dice.
N: Nos obliga la juventud. Yo estoy acostumbrado a decir lo que me da la gana porque me da la gana. Y no tengo que dar explicaciones. Y lo primero que me pasa por la cabeza lo digo. Que eso está muy mal, porque una persona adulta no debe comportarse así. Pero los jóvenes nos han dicho: “Eh, tú no puedes decir lo que te da la gana. O si lo dices tienes que explicarlo bien”. Y eso está muy bien, pero te quita libertad.
A: Tenemos amigas que son ultraestrellas de este momento que todo el rato están cuestionándose lo que han puesto.
N: Tienen vidas muy difíciles porque tú pones una cosa y dices: “A ver, pero esto a quién le va a ofender”.
A: ¡A alguien, seguro!
N: Y según a quién ofendas, nadie te dice nada. Hay gente a la que se le puede ofender, y se te va a aplaudir. Pero hay otra a la que cuidado…
¿Cuál es una y cuál es la otra?
N: No lo voy a decir, porque si lo digo me meto en un lío. Y todos lo sabemos.
¿Creen que existe la cultura de la cancelación y tiene un efecto real?
N: A Marilyn Manson lo han cancelado y ya no existe. Yo que soy muy fan…
A: O que por lo que sea en una entrevista, alguien te llame y te diga: “Oye, mira, o hay una rectificación o no hay concierto…”.
N: A Morrissey le quitaron todos los anuncios del metro de Londres por una chapa de un partido político. Luego: no puedes votar a cualquier partido político. Son cosas que dices… ¿en qué sociedad vivimos? Que yo a lo mejor no estoy de acuerdo con lo que dijo Morrissey, pero estoy de acuerdo con que lo diga.
A: Y con lo que está ocurriendo en este momento, de acuerdo, pero coger las cosas que ya se han hecho culturalmente en el pasado para darles una lectura… es quemar libros. Quemar libros me da igual los que quemes, no los quemes. Está todo mal. Y nosotros somos muy mayores como para que nos ofenda. Y la gente muy joven, incluso la más combativa, tiene la piel muy fina en ese tipo de cosas que les escandalizan. Y eso los hace muy distintos a la gente que podía ser joven a finales de los 70. Es así.
Ustedes son conocidos por tener amigos de todo tipo de procedencias, colores… Ahora que hablamos mucho del cordón sanitario en política, ¿pondrían un cordón sanitario en sus amistades? Como no juntarse con alguien de extrema derecha.
N: Yo no puedo hacer eso porque yo tengo amigos en todas partes. Y no son monstruos.
A: Y perdona, ¿por qué solo el posicionamiento político es lo que importa? Porque a lo mejor en un momento dado te importa más, yo qué sé…
N: Que sean homófobos.
A: Y la homofobia no es solo de un determinado partido. La homofobia aplicada en el día a día, no la de discurso. Yo creo que voy más a la relación directa con las personas, en mi burbuja vital. Fuera de mi burbuja vital usted haga lo que quiera.
N: Yo no le pregunto a la gente si está vacunada o no. A qué partido votan… No hablo de ese tema.
A: De todas formas, a nosotros como generación dentro de la Transición, la política nunca tuvo espacio. El mundo era así. En Kaka De Luxe teníamos un cantante que era de FE de las JONS y tocábamos en el festival de la Joven Guardia Roja. Para nosotros eso era lo normal.
N: Yo no sé qué votaban mis padres. Nunca le he preguntado a mi madre… últimamente me lo ha dicho. Pero yo no sabía qué pensaban, ni mis abuelos. Porque no había simbología en sus casas, no tenían retratos de nadie.
A: Bueno, es otro momento de la vida.
N: Era más cómodo porque no tenías que estar todo el rato peleándote y sobre todo explicándote. Y si tú no eres ni del Barça ni del Real Madrid… Antes era con el fútbol pero ahora es con todo, tienes que tomar partido.
A: Pero es que si ni siquiera te interesa el fútbol, o como a mí la política… ¿Qué haces?
N: Pero a mí sí me interesa la política.
A: Y a mí el fútbol.
Entrevista completa a Fangoria
Vídeo: Nando Ochando y Claudia Martínez
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