Hidrogenesse: “Nos hemos especializado en gente que tiene la fantasía de tener un grupo”
Los responsables del dúo Hidrogenesse, Genís Segarra y Carlos Ballesteros, aseguran que funcionan mucho mejor como creadores cuando reciben un encargo. Músicas para exposiciones e instalaciones, canciones para películas y series. Esa es la explicación que ofrecen cuando se les pregunta acerca de la incesante actividad creativa que mantienen, especialmente en los últimos cinco años, en los cuales han ido encadenando una obra tras otra.
En 2019 sacaron el álbum Joterías bobas, un disco que se vio afectado por la crisis que desencadenó la pandemia. A este le siguió ¿De qué se ríen los españoles?, una obra aparecida en 2020, inspirada en la exposición Humor absurdo: Una constelación del disparate en España, y que toma como punto de partida a nombres que van de Gómez de la Serna a Faemino y Cansado. Durante los últimos meses han compuesto, grabado y editado la música para el capítulo de la serie Historias para no dormir dirigido por Nacho Vigalondo, para el que ahora están componiendo otra banda sonora. Hace unas semanas publicaban Ciutat de sorra, disco que nació siendo parte de una exposición de David Bestué. Además, son los autores de las canciones de Stella Maris, el grupo de pop cristiano que aparece en la serie La mesías.
“Es cierto que siempre estamos tramando cosas, pero nos cuesta mucho tramarlas porque sí. Si partimos de unas premisas nos resulta mucho más fácil. Nos impone mucho la página en blanco”, dice Carlos en una conversación con este medio. “Si alguien me encarga algo, hago cosas, si no, igual lo que hago es la siesta”, añade Genís. Sus respuestas se complementan tan bien hasta el punto de que en algunas ocasiones se funden con la misma facilidad que hacen suya cualquier propuesta externa al dúo. Es lo que ocurrió cuando Bestué les abordó para que escribieran una serie de canciones sobre Barcelona.
Si alguien me encarga algo, hago cosas, si no, igual lo que hago es la siesta
“David pensó en nosotros porque nos veía como una banda muy vinculada a la ciudad”, explica Genís. Nuestra relación con Barcelona es muy neutra. Sufrimos su éxito turístico y disfrutamos de sus éxitos culturales. Nunca nos habíamos visto a nosotros mismos como un grupo de Barcelona, pero a partir de su propuesta nos dimos cuenta de que sí que teníamos cosas que contar. No éramos conscientes de ello de una manera meditada“. Ciutat de sorra es una composición musical que se repite varias veces, contando cada vez una historia diferente. Bestué seleccionó un montón de titulares de prensa que abarcan décadas de historia de la ciudad y ellos eligieron los que más les divertían: Detenido un desempleado que combatía el paro con bombas en bancos y sedes de partidos. Herido por un cascote en Santa María del Mar. El fiscal llama torpe al acusado. Okupas interrumpen una misa. ”Hay titulares que parece que los hayamos inventado nosotros“, asume Carlos. ”Al leer los recortes de prensa nos fijábamos sobre todo en el toque tragicómico“. ”O en detalles que, al verlos, decíamos: esto en sí mismo ya es musical, ya es una canción“, añade Genís. ”Son cosas muy berlanguianas. Este país es así, aquí y allí“.
También están contentos con su participación en La mesías, la serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi. Trabajaron con libertad y comodidad, la serie ha sido aplaudida y ahora el grupo femenino para el que compusieron las canciones actuará en la próxima edición del festival Primavera Sound. “Nosotros nos enteramos por la prensa. Se les habrá ocurrido a los del Primavera, pensarían que iba a ser divertido y que daría mucho que hablar al anunciarlo. Al principio nos sorprendió, pero luego lo piensas y no es tan raro. En los últimos años siempre incluyen grupos k-pop, bandas en las que tocan actores o celebrities, todo tipo de cosas se programan en ese festival. La música solamente es una parte de lo que es Stella Maris. Es una clase de grupo que llama la atención por todo, por sus vídeos, por sus gestos, por su ropa... A nosotros nos hace ilusión. Y las seis componentes del grupo están contentísimas e ilusionadas, que es lo más importante”.
Nos enteramos por la prensa de que Stella Maris tocaba en el Primavera Sound. Se les habrá ocurrido a los del festival, pensarían que iba a ser divertido y que daría mucho que hablar al anunciarlo
Cuando hace casi dos años les llegó la oferta de componer para Stella Maris, se alarmaron. “Nos asustó la magnitud del proyecto –explica Genís– pero nos dejaron hacer. Delegaron completamente en nosotros. Aceptaron todas nuestras sugerencias, incluso las que iban más allá de las canciones ya que la serie transcurre en Barcelona”. “Luego conocimos a las actrices –prosigue Carlos– y trabajamos con ellas viendo los tonos, quién cantaba cada parte. Esa parte fue muy divertida porque pasamos de estar los dos solos metidos en una habitación, escribiendo canciones absurdas y compartiendo ideas a través de un grupo de WhatsApp con 'los javis', a trabajar con las chicas en un estudio”.
Escribir las canciones de Stella Maris, un grupo de temática religiosa compuesto por niñas que apenas tienen relación con el mundo exterior, se convirtió en un reto. “Lo más raro para nosotros –observa Genís– era abordar esa temática porque ninguno de los dos somos religiosos, de hecho yo soy antirreligiones, lo habitual en mi generación. Se trata de niñas que no salen de casa, no conocen el mundo exterior. Para ellas, el mundo es su hogar y todas sus referencias son domésticas. Eso y las películas que ven, que solamente pueden comentarlas con sus hermanas”. Escribiendo para Stella Maris, Carlos y Genís se dieron cuenta de que estaban haciendo algo habitual en ellos: trabajar con un grupo autodidacta, con gente que no está interesada en los procesos musicales sino en la fantasía de tener un grupo. Es parte de lo que han venido haciendo para su discográfica, Austrohúngaro, durante los últimos 25 años. “En el sello nos hemos especializado en trabajar con gente que quiere hacer canciones pero no quiere aprender a tocar instrumentos: Les Biscuits Salés, Feria, Mano de Santo... Lo de Stella Maris ha sido como volver a esa época de inventárnoslo todo, de hacer las cosas a lo bruto”.
Fundado a finales de los noventa, cuando Genís todavía formaba parte de otro dúo fundamental, los añorados Astrud, Austrohúngaro ha pasado a ser una marca de referencia a la hora de detectar formas de pop no normativas. Carlos y Genís fundaron el sello con el objetivo de editar a una de sus bandas favoritas, Chico y Chica, a la vez que lo usaron también como plataforma para dar a conocer su propia música. Una de las últimas referencias austrohúngaras es un álbum firmado por Josep Xortó + The Congosound, el proyecto musical del artista mallorquín Carles Congost, con el cual ya han colaborado en otras ocasiones. “Conocemos muy bien su música –comenta Carlos–, que suele ser de un estilo electrónico sofisticado y complejo. Y de repente, al unirse a Xortó, nos ha sorprendido haciendo canciones como las que suenan en la radio. Esta vez no se trata de un ejercicio artístico sino de hacer singles”. “Parece un grandes éxitos –dice Genís–, es un álbum al que no le sobra nada, no hay ninguna excentricidad. Y esa canción, Això que sona és nostre, italo-disco hecho en Catalunya, es una reivindicación que es casi una acción de arte conceptual, decir que esto que suena es nuestro, que el italo-disco en general es nuestro”.
La canción pertenece al álbum Ocells com tu, la última referencia hasta la fecha de un sello que ya es casi un acto de resistencia. “Hemos conseguido mantener un estatus”, afirma Carlos. “Tuvimos suerte. Cuando empezamos llamamos mucho la atención y como no hemos dejado de hacer cosas, mantenemos la visibilidad”. “Nunca nos han ido bien las cosas, pero nos mantenemos a base de no dejar de hacerlas”, añade Genís, aludiendo al perfil del sello y de sus artistas, grupos casi todos ellos que nunca han tenido cabida en los circuitos oficiales del pop español. “Habrá un momento en que esto se acabará, pero de momento aquí seguimos”.
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