Iván Ferreiro
CasaWarnerPOPâ 7/10Casa
Las circunstancias han convertido Casa, séptimo álbum del truhán por excelencia del pop nacional, en un disco-refugio. Cuenta Ferreiro que un parón en su frenética agenda laboral y una ruptura sentimental le llevaron a afrontar su nueva colección de canciones de otra manera, dejando de lado la presión que había servido como motor en anteriores ocasiones. Sentado al piano esperó a que las canciones llegasen en su debido momento, y así el propio proceso compositivo y la propia estancia en esa casa que da título al disco ejercieron de curación y empaparon el espíritu del disco de un positivismo inédito en su carrera.
Ese valor de las pequeñas cosas (¿madurez?) está muy presente en un álbum que, por otra parte, consolida la posición de Ferreiro como rara avis en el pop español: hay en su trabajo una manera de hacer las cosas, un indudable sello de autor que le hace reconocible (más allá de esa característica voz nasal que siempre ha horrorizado al que escribe esto, quiero decir).
Al mismo tiempo incluso en este disco, uno de sus trabajos más íntimos, el ex Piratas escribe dirigiéndose a un público masivo, situándose por momentos al borde del cliché como en el rock vulgar de Dies Irae o, en el otro lado de la balanza, la pasada de azúcar pero no por ello menos emocionante balada Farsante.
Que la producción de Ricky Falkner, de un tiempo a esta parte productor oficial del “indie-mainstream” y quien ya estuvo a los mandos de Val Miñor - Madrid / Historia y cronología del mundo, no sepulte la singularidad de las canciones dice mucho a favor de ellas.
Cerrone
Red LipsBecause / WarnerDISCOâ 7/10Red Lips
El revival del sonido disco que ha tenido lugar en los últimos años y del que han sido en buena medida culpables sus compatriotas Daft Punk, ha provocado el milagro de traer de vuelta al primer plano musical a Jean-Marc Cerrone. Lo hace con catorce canciones originales en las que, un poco a la manera de la reciente resurrección de Jean Michel Jarre, una serie de grandes nombres se unen a la fiesta para aportar su granito de arena y de paso reivindicar al autor de Supernature.
Aloe Blacc, el líder de Hot Chip Alexis Taylor, Kiesza, y nombres igualmente míticos como Nigel Rodgers o el percusionista de Fela Kuti Tony Allen, se unen entre otros muchos en un disco que el propio Cerrone define con las siguientes palabras: “Red Lips busca recrear la atmósfera que se respiraba en Studio 54 o Le Palace en París. Estos clubs tenían una atmósfera única, dónde podíamos hacer básicamente lo que quisiéramos”.
Colin Newman
A-Z /Provisionally Entitled The Singing Fish /Not ToSentient Sonics / PopstockROCK EXPERIMENTALâ 8/10A-Z /Provisionally Entitled The Singing Fish /Not To
En 1980, después de haber publicado tres discos de creciente éxito, Wire se encontraban en la clásica encrucijada de todo grupo de corte experimental que súbitamente despierta la atención de crítica y parte del público: ¿debían seguir apostando por un sonido cada vez más accesible o encerrarse en la torre de marfil de lo puramente experimental? De las tensiones internas que generó ese debate surgieron una serie de escisiones. Las principales, Dome (de corte abstracto, cercano al ambient) y por otro lado la carrera en solitario de Colin Newman, quien había sido voz y principal motor creativo de la formación.
A-Z (1980), reeditado ahora por el propio Newman con abundantes contenidos extras inéditos hasta la fecha, resulta de hecho la continuación natural de aquel 154 de Wire. Aunque B e Inventory fueron elegidas como singles, en realidad dos temas han terminado por convertirse en emblema de esta joya del pop y el rock torcido: Order for Order y Alone, versionada años más tarde por This Mortal Coil y que acabó apareciendo en El silencio de los corderos.
Igualmente recomendables aunque renunciando al potencial pop de este disco, son los dos siguiente álbumes que también se reeditan ahora con extras: Provisionally Entitled The Singing Fish (1981), suerte de banda sonora imaginaria con aires a Eno, y Not To (1982, colección de canciones que a priori se escribieron para un regreso, el de Wire, que todavía tardaría años en concretarse).
Julián Maeso
Somewhere SomehowSonyROCKâ 8/10Somewhere Somehow
En un momento determinado de su carrera Julián Maeso decidió abandonar una exitosa carrera como instrumentista de una de las bandas que más y mejor estaban funcionando en el circuito indie, The Sunday Drivers, para entregarse en cuerpo y alma a grabar discos de los que verdaderamente sentirse orgulloso. Y eso a pesar de que el rock de raíz siempre se haya visto por estas tierras como un ejercicio revivalista sin premio, más aún si, como Maeso, la apuesta incluye interpretar las canciones en inglés.
El caso es que el tiempo ha ido dándole la razón. Somewhere Somehow es el tercer disco en una carrera hasta el momento impecable por parte del virtuoso organista toledano. Ha crecido como intérprete mientras deja que otras influencias sutilmente empapen sus canciones: el arranque de Riding the Stars Above, puro afrobeat, o los aires reggae de I Wonder and Wander sirven de contrapunto a este enciclopédico viaje por las raíces de la música negra en el que le acompañan, entre otros, Jorge Pardo, Alana Sinkey, Erin Corine, Albert Sanz, Adrián Costa o Sergi Fecé junto a los componentes de The Magic Souls, su banda de acompañamiento.
Soft Hair
Soft HairDomino / MAUPOPâ 7/10Soft Hair
Cuentan que cuando Connan Mockasin y Sam Dust se conocieron allá por 2007 en una fiesta de la industria musical en la que que también echaba sus canciones una incipiente Adele, terminaron liándose a mamporros, acusándose mutuamente de birlarse el equipo del otro; discusión que sólo llegó a su final cuando se pusieron de acuerdo para robar un enorme cerdo que servía de elemento decorativo en la sala. Es una imagen bastante gráfica que, una vez escuchado su disco de debut como Soft Hair, da que pensar que casi diez años más tarde las cosas no han cambiado demasiado ahí dentro.
El neozelandés Connan Mockasin es uno de los talentos más desbordantes (y desconcertantes) de la psicodelia contemporánea. Por su parte el británico Sam Dust, ex Late Of The Pier y con su propio proyecto en solitario como LA Priest, aporta dosis de oxígeno líquido, una serie de detalles electrónicos que sitúan las canciones siempre a punto de quebrarse. Llámenlo pop hipnagógico, psicodelia espacial o simplemente pegarse un buen viaje. Ahora que a Tame Impala se les acusa de haber acercado a la radiofórmula su sonido, Soft Hair funcionan como una suerte de reverso perverso, trash, sin domesticar de aquellos.
The Pop Group
Honeymoon on MarsFreaks R Us / PopstockPOST PUNKâ 8/10Honeymoon on Mars
Entre 1977 y 1981 The Pop Group fueron, además de una de las más salvajes bandas en directo de su generación, pioneros de la fusión de diferentes tradiciones musicales en una ciudad de Bristol siempre abierta a diferentes culturas por su posición estratégica mirando al otro lado del Atlántico. Reunidos de nuevo en 2010, este es el segundo disco desde entonces de una formación que tal vez ya no pueda aspirar a situarse en la vanguardia de nuestro tiempo pero que con sólo respetarse a sí misma tiene el camino hecho. Y vaya si lo consiguen.
Con un sonido algo más electrónico de que su disco del pasado año (produce Hank Shocklee de Bomb Squad, conocido por su trabajo en los buenos tiempos de Public Enemy) Honeymoon on Mars se convierte en una fiesta de dub industrial deliberadamente disperso y turbador, la banda sonora ideal para la descripción de una distopía opresiva y totalitaria marca de la casa
Toy
Clear ShotHeavenly / PiasClear Shot
PSICODELIA
â 7/10
En nuestro país a Toy hemos terminado por conocerles como los hermanos pequeños de The Horrors que cuentan con una española en sus filas. Contaban: Alejandra Díez ha abandonado el barco precisamente en el ínterin entre Join the Dots y este tercer disco.
Liberados ya de coartadas patrioteras, lo cierto es que Toy siguen pareciéndonos una banda de lo más agradable. Han ido perdiendo progresivamente parte del empuje que les daba su obsesión por psicodelia sesentera para ir arrimando su discurso a un pop de tintes oscuros y formas shoegaze, en el que guitarras, teclado y voz juegan a fusionarse y confundirse. El resultado, una colección de huidizas y bonitas melodías que apelan al subconsciente.