Escultural y deslumbrante, Beyoncé Knowles cantó en la toma de posesión del primer presidente negro estadounidense. Iba a ser la actuación del año pero, en la retransmisión televisiva, las caras de los dignatarios que le rodean tienen expresiones tensas. Posible razón: la cantante más famosa del mundo anglosajón no está cantando. Hace playback como en el más cutre show televisivo.
Esta farsa tendría que haber sacudido la escala de valores de la música comercial contemporánea, como en 1990 el escándalo Milli Vanilli hizo revivir la música en directo para la década siguiente. En el siglo XXI, sin embargo, recibe más condenas el fantasmón que hace la traducción para sordos del funeral de Mandela que la diva de papel de plata y espumillón navideño.
Según Frank T, una de las personalidades más queridas del hip hop del Estado Español, “Beyoncé es la gran artista actual sin contar el color de la piel”. Según el hijo de Zaireños afincado en Torrejón, la cantante está ya dentro de los círculos “de los que tienen el poder y manejan al público pero sigue siendo un ser humano y no sabemos cómo estaba ese día”. “Artistas de peso como Erykah Badu o Gil Scott Heron hubieran cantado en vivo, pero Beyoncé tiene un concepto pop de espectáculo global, en el que el playback es un recurso más”.
Los nombres que vienen a continuación son de artistas de peso, mujeres que han actuado y grabado con dignidad y han mostrado respeto hacia sus públicos y sus propias personas. Todas ellas han sido y son importantes para la música y para la gente. Y en determinados momentos dieron pasos y tomaron decisiones que han hecho un poco mejor y quizás más fácil la existencia de las mujeres en general y de las de raza negra en particular.
Marian Anderson (1897 - 1993). Contralto norteamericana que se enfrentó valientemente a los sectores reaccionarios que no aceptaban a una cantante de ópera negra. Tuvo que estudiar con profesores particulares porque las escuelas de música se negaban a admitirle y gran parte de su carrera se desarrolló en Europa porque en USA muchas salas de concierto la vetaban. En 1939, el presidente Roosevelt y su esposa tuvieron que mediar para que pudiera dar un histórico concierto en la explanada del Lincoln Memorial en Washington. Fue la primera cantante negra que actuó en el Met: cuando se alzó el telón, el público rompió en aplausos antes siquiera de que empezase a cantar.
Toña la Negra (1912 –1982). Bolerista mejicana de voz poderosa, presencia elegante y hábil dominio de la melodía. Nació en Veracruz y estrenó muchas de las canciones de Agustín Lara. Es la representante más popular de las poblaciones afromejicanas. Después de su muerte, la calle donde nació fue bautizada con su nombre y el Ayuntamiento veracruzano erigió una estatua en su honor.
Martha Jean Claude (1919-2002). La Dama de la Canción Haitiana nació en Puerto Príncipe. Amiga y protegida de Celia Cruz, grabó con la sonora Matancera y vivió en Cuba y Méjico huyendo del régimen dictatorial en su país donde había sido encarcelada. Voz sobrehumana con matices líricos, cantaba desde la infancia y también hizo cine y TV.
Celeste Mendoza (1930- 1998). Nació en Santiago de Cuba y debutó como bailarina y modelo, pero se convirtió en La Reina del Guaguancó porque fue la primera mujer que dominó este estilo callejero hasta entonces reservado a los hombres. Salerosa y sabrosona, actuó a menudo con el conjunto de percusiones Los Papines, con la orquesta Aragón y con las de Ernesto Duarte, Ignacio Piñeiro y Bebo Valdés. Celeste fue quien estrenó “La bemba colorá”.
Leonor González Mina (1934). La Negra Grande de Colombia. Bailarina, actriz y folklorista conocida por sus cumbias, porros, pasillos y demás delicias de la música colombiana. Tiene una voz preciosa y un sentido peculiar de la melodía. Ha estado siempre muy activa en política y recientemente se ha comprometido con un movimiento de comunidades negras. Ha seguido cantando y cuidando su voz y está empeñada en importar a su país el Sistema de las escuelas de música venezolanas.
Lucha Reyes (1936-1973). Conocida como La Morena de Oro del Perú y La Reina de la Popularidad. Nació en la pobreza, se inició en la música para sobrevivir y toda su vida arrastró una muy mala salud. Cantó valses, boleros y canciones criollas. A su entierro asistieron 30.000 personas y, lo mismo que ocurrió en El Cairo cuando falleció Om Kaltum, la multitud se apoderó de su ataúd y lo llevó a hombros a través de toda Lima hasta el cementerio. No confundir con la cantante mexicana del mismo nombre.
Sylvia Robinson (1936 –2011). Cantante, guitarrista y mujer de negocios norteamericana llamada The Godmother of Rap. En 1979 tuvo la visión de grabar y lanzar un disco con las parrafadas rítmicas de los DJs. El primer éxito del rap, Rapper's Delight por The Sugarhill Gang, fue editado por Sugar Hill, su sello discográfico recién fundado, y vendió cinco millones de copias. En 1982, Sylvia publicó el primer rap con contenido social: The Message de Grandmaster Flash and the Furious Five, uno de cuyos MCs acuñó precisamente el término hip hop. Sylvia había sido niña prodigio y en 1957 fue número 1 en R&B con Love is Strange, a dúo con Mickey Baker. En los 70, se especializó en temas eróticos con jadeos y susurros y volvió al número 1 de soul con Pillow Talk.
Nancy Wilson (1937). Elegante cantante de jazz, soul y cabaret de gran habilidad vocal que se define a sí misma como estilista de la canción. Pertenece a la escuela de Dinah Washington y ha colaborado con los grandes del jazz de los 60 y 70. Tuvo su propio show de TV y participó activamente en las actividades del Dr. King en pro de los derechos civiles. Ha obtenido una imponente colección de Grammys, premios, nominaciones y nombramientos y continúa, activa y en forma, actuando y grabando.
Elza Soares (1937). Llamada La Tina Turner brasileña, pertenece al gremio de las mujeres salvajes y desgarradas que fascinan a los comeyogures que han crecido a las faldas de sus madres. Procede de las favelas y es indestructible. Tiene una amplísima discografía, ha experimentado con distintos estilos y ha formado parte de las escuelas de samba donde ha asumido papeles tradicionalmente reservados a los hombres. Seguidora de Louis Armstrong, también fue pionera en adaptar el scat jazzístico a la música brasileña.
Lucila Campos (1938). Cantante peruana que ha colaborado con los grandes de la música peruana como Ronaldo Campos, Óscar Avilés, Arturo Cavero, etc. Formó parte de Perú Negro, la comunidad dedicada desde los 60 a defender la cultura y la música afroperuana. Lucila posee una voz limpia y hermosa que contrasta con la rítmica y percusiva música negra peruana de clara raíz africana.
Barbara Lynn (1942). Cantautora y guitarrista tejana que en los primeros 60 tuvo algunos éxitos en las listas de soul. A pesar de que los Rolling Stones y Aretha Franklin habían grabado sus temas, su primer álbum, Here's Barbara Lynn (Atco, 1968), pasó sin pena ni gloria. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en clásico solo con el boca a boca sin necesidad de campañas de promoción. Muy admirada por las nuevas generaciones de jóvenes feministas.
The Shirelles (Shirley Owens, Doris Coley, Addie “Micki” Harris y Beverly Lee). Cuarteto vocal fundado en 1957 que consiguió ser el primer grupo de chicas que llegó al número 1 de las listas (Will You Love Me Tomorrow, Scepter, 1960). Fueron coristas de Little Richard y han estado activas hasta recientemente. Pertenecen a la tradición de los grupos afronorteamericanos que practicaban complicadas armonías vocales para sustituir los instrumentos de acompañamiento que no podían costearse.