25 años de 'Super 8', el disco con el que Los Planetas alcanzaron la estratosfera del pop

Pese a ser uno de los emblemas del indie patrio, Los Planetas sacaron su disco debut con la multinacional RCA en 1994. Super 8 no solo se convirtió en la banda sonora de una generación amante del ruido, las letras sentidas y los alteradores de consciencia. También fue el indicio, hace 25 años, de que aquella música que parecía casi una broma para muchos, acabaría llenando festivales multitudinarios. Y también fue el principio del fin para algunos puristas de la escena, claro.

Solo un par de años antes, aquel grupo que estuvo a punto de llamarse Los Subterráneos si no llega a ser por Christina Rosenvinge, había grabado una demo que se convirtió en un éxito para los oyentes de Radio 3, gracias a Julio Ruiz de Disco grande y Jesús Ordovás de Diario Pop. Contemplar el contexto es importante: estábamos al principio de los años 90 en una España sumida en otra crisis económica y en la que conseguir música nueva todavía era, si no una odisea, difícil dependiendo de dónde se viviese.

Quedaron los segundos en el concurso de maquetas de Rockdelux -les ganaron unos tal Eat Meat- pero un avispado Javier Liñan, A&R de RCA, les ofreció el contrato que su discográfica daba como premio. Y lo firmaron, aunque en un principio tenían pensado seguir con Elefant, el pequeño sello con el que habían sacado su primer EP, Medusa.

Para TGL, miembro del equipo de la página especializada en música española La Fonoteca, aquella firma “probablemente tuvo algo de consolidación de toda una escena. O al menos de pequeño cambio de funcionamiento: paso al formato de LP en vez de los singles con los que habían empezado muchas de las bandas de entonces: Sr. Chinarro, Penélope Trip, Patrullero Mancuso, Parkison DC… Y por otro lado, la entrada de grandes discográficas apostando por todo aquel sonido”, explica a eldiario.es.

Actualmente solo dos miembros de los que integraban el grupo en aquel momento siguen en él: J, cantante, y Florent, guitarra. El batería Paco Rodríguez se marchó poco tiempo después de la publicación de la segunda edición del disco y May, la bajista que tocaba de espaldas por timidez, abandonó la banda después de su segundo disco Pop (RCA - BMG, 1996).

Según el libro De viaje por Los Planetas, coordinado por Julio Jiménez y Alfonso Méndez (Ondas del espacio, 2014), “fueron la formación más especial que ha tenido el grupo. Quizás por ser simplemente cuatro amigos que reunían ese espíritu amateur, con la inocencia que ello implica y se movían con muchísimas ganas poniendo toda la ilusión en cada paso que daban”.

El ya mencionado periodista musical Jesús Ordovás menciona que el álbum fue la demostración de que Los Planetas eran un grupo de verdad, no solo un 'One Hit Wonder': “En Super 8 había canciones con garra, sentimiento, fuerza y energía suficiente. Y además empezaban con De Viaje -ya convertida en un clásico –y metían la quinta a cien por hora con Qué puedo hacer. Un comienzo soberbio”.

Camisetas, chapas y pegatinas

No hace falta ser un seguidor acérrimo de Los Planetas para haber cantado en alguna ocasión a voz en grito eso de: “Qué puedo hacer/Si después de tanto tiempo no te dejo de querer”. Pero los auténticos militantes del 'fandom' planetero tenían sus propios emblemas, conseguidos en las mesas de merchandising en los conciertos o en la tienda de discos de su ciudad si había suerte.

Si algunas de las canciones se han hecho clásicos, el diseño de Javier Aramburu no se ha quedado atrás. La figura del guitarrista tipo click de Playmobil en la portada -en la contra también aparecía la del batería y la bajista- con las ondas de colores de fondo saltó del disco a camisetas, pegatinas, bolsos, parches y, por supuesto, chapas (complemento esencial de todo popero en los 90).

Muchos de esos objetos estarán en trasteros o guardados en cajas de tesoros de juventud, pero ¿cómo le ha sentado al disco el paso del tiempo? Desde La Fonoteca, Raúl Alonso dice que “aunque internamente parece que de manera unánime opinamos que no ha acusado el paso del tiempo y sigue conservando la frescura y argumentos de entonces”, sí piensa que “requiere cierto ejercicio de nostalgia” marcado por aspectos como el sonido o el 'deje' de J. “No sé hasta qué punto podría interesarle enfáticamente a la juventud de ahora puesto que son códigos, para bien y para mal, totalmente diferentes”, añade.

Ordovás también señala el aspecto de banda sonora vital y el momento en el que se dio como aspectos positivos de la madurez del trabajo: “Pocos discos resisten el paso del tiempo, pero Super 8 es de los pocos LPs que tienen canciones que te recuerdan momentos claves en tu vida, encuentros y desencuentros, subidas y bajadas. Algo, por cierto, en lo que J y Florent nos demostrarán a lo largo de su discografía que son especialistas. Y el sonido que consiguieron con Fino Oyonarte de productor, suena tan sucio como excitante. Signo de los tiempos”.

Las preferencias

Los Planetas han sacado nueve discos, más de 30 sencillos y tres recopilatorios. Una larga trayectoria después de ese debut que no quiere decir que hayan conseguido superarlo, al menos en las listas de preferencias de sus seguidores (seguramente haya habido discusiones acaloradas sobre el tema entre los verdaderos fanáticos).

En opinión de TGL, “aunque posteriormente se ha escrito mucho (y bien) sobre Una semana en el motor de un autobús (RCA, 1998), es con Super 8 (RCA, 1994) cuando realmente se produce el despegue de Los Planetas. Tras el espectacular EP para Elefant, cargado de auténticos himnos para el indie-noise-pop que explosionaba entonces, los granadinos fichaban para RCA y facturaban un disco redondo. Tiene todavía a May como bajista y mucho del carácter con el que arrancaron. Por todo ello, el resultado logrado e importancia en la carrera posterior, para mí sería el primero sin duda”.

Para Ordovás no está tan alto en la lista, pero sí es el tercero en el podio. Lo sitúa después de Una semana en el motor de un autobús y Unidad de desplazamiento (2000, RCA - BMG). Y tiene una canción preferida: “Nuevas sensaciones. No iba en la primera edición del álbum y me pareció muy inteligente reservarla para single”.

En cambio, Fernando F. Rego destaca que “lo mejor que se puede decir del disco es que a lo largo del tiempo, esa canción ha ido cambiando constantemente, dependiendo del momento. Algo que deja en muy buen lugar al disco. El más emblemático es Qué puedo hacer, pero mi favorita es Rey Sombra”. Hay para todos ¿Alguna preferencia más ahí afuera?