Los creadores de FN Meka le han definido como “un robot rapero al que este mundo no acepta”. Y efectivamente ha sido así. Este producto virtual, construido por la empresa de la que toma la F y la N de su nombre (Factory New) fue fichado y también despedido, en pocos días, por la prestigiosa discográfica Capitol Records (propiedad de Universal), casa de Paul McCartney o Katie Perry. En un comunicado, Capitol ha dicho que “corta lazos” y se disculpa con la comunidad negra por la “insensibilidad al firmar con este proyecto sin realizar las suficientes preguntas sobre igualdad y el proceso creativo que lo sustenta”.
FN Meka tiene una cuenta de TikTok con 10,3 millones de seguidores en las que aparece un personaje generado por ordenador con perfil de raza negra, rastas teñidas de verde, lentillas también verdes, ropa deportiva y llamativos colgantes de oro. En los vídeos, ha realizado challenges, ha presumido de riqueza —un retrete con diamantes, un collar de oro y diamantes inspirado en Fortnite o Baby Yoda— y fardado de coches deportivos. Son 180 vídeos, los más recientes creados con Realidad Aumentada para situar el personaje en escenarios reales, en los que ahonda sobre los estereotipos asociados a los raperos.
En su primera canción publicada el mismo día que se conoció el fichaje de Capitol, Florida Water, FN Meka colabora con el rapero Gunna y con un jugador de Fortnite profesional, Clix. El tema está producido por Turbo (productor de Travis Scott) y con la producción ejecutiva de DJ Holiday (Nicki Minaj). Una línea de la letra no ha pasado desapercibida: “Niggas can't compete” (“Los negros no pueden competir”, usando una palabra peyorativa hacia las personas racializadas). El colectivo de acción antirracista Industry Blackout emitió un comunicado que tildaba a FN Meka de “caricatura ofensiva”, un “insulto a la comunidad y a la cultura negra”, “una amalgama de burdos estereotipos” y “manierismos apropiacionistas derivados de los artistas negros, completados con insultos en las letras”. El single ha sido retirado de todos los servicios de streaming y la cuenta de Instagram del rapero-robot tiene ahora un candado.
A pesar de que la cuenta a esta red social tiene ahora acceso restringido, una captura reciente de una publicación de 2019 muestra una imagen generada por ordenador en la que un policía golpea al avatar de FN Meka en la celda de una cárcel. El texto que la acompaña dice: “Me golpea porque no soy un soplón, no soy ninguna rata, la vida en prisión es muy deprimente”. Ante las críticas recibidas, sus creadores dijeron al New York Times que “el contenido antiguo, sacado de contexto, obviamente se ve peor o diferente de lo que se pretendía”.
Capital agradeció las opiniones “constructivas” que le han hecho llegar en los últimos días al respecto de FN Meka, en lo que el crítico musical de New York Times Joe Coscarelli, que ha seguido esta historia, ha interpretado como una alusión al comunicado del grupo activista Industry Blackout. Ese colectivo, centrado en la industria musical, nace en 2020 de la protesta que llevaba los perfiles de redes sociales a negro, tras el asesinato de George Floyd.
“Este retrato digital es una abominación descuidada e irrespetuosa con las personas reales que enfrentan consecuencias reales en la vida real”, dice Industry Blackout en su escrito dirigido a Capitol. Y, a continuación, recuerda que el rapero que colabora en el tema, Gunna, “está actualmente encarcelado por rapear el mismo tipo de letra que imita este robot. La diferencia es que su rapero artificial no estará sujeto a cargos federales por ello”. La información que publica Industry Blackout es incorrecta, ya que Gunna fue acusado, junto al rapero Young Thug y otros, de violar la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO), motivo por el que está en prisión provisional a la espera de juicio.
Artistas no humanos
Uno de los fundadores de Factory New, Anthony Martini, explicó a Music Business Worldwide que aunque a FN Meka le habían dotado con una voz humana —cuya identidad se desconoce— fue creado con Inteligencia Artificial a partir de una gran cantidad de información extraída de videojuegos y redes sociales. Para las letras y la música analizaron “un género específico” y el software generó recomendaciones para el “contenido lírico, acordes, melodía, tempo y sonidos”. Después combinaron estos elementos y crearon las canciones.
Según Martini —un empresario con pasado en la música pues fue vocalista de la banda de hardcore punk E.Town Concrete— el fichaje de artistas reales y los gastos que eso conlleva es “un viejo modelo”, donde solo triunfa un uno por ciento. “Ahora podemos, literalmente, crear artistas personalizados utilizando elementos que han demostrado que funcionan, lo que aumenta en gran medida las probabilidades de éxito”, explicó en esa entrevista.
Cuando Capitol anunció el fichaje, uno de sus vicepresidentes, Ryan Ruden, dijo al medio citado que FN Meka “se encuentra en la intersección de la música, la tecnología y la cultura del juego” y “es solo un adelanto de lo que está por venir”.
Esta factoría de artistas creados por ordenador se dedica a construir experimentos tecnológicos. En 2021, lanzó el single debut del criptorapero Lil Bitcoin, titulada I Love Bitcoin y que fue vendida como NFT. También están vendiendo a FN Meka como criptoartista y le han atribuido la creación de una obra digital, “un superinodoro” que se vende como NFT por 6.500 dólares (6.549 euros).