Tarta Relena, el dúo catalán que canta hasta en latín: “Usar diferentes lenguas es riqueza”
Cuando aún eran unas niñas, Helena Ros y Marta Torrella jugaban a cambiar la inicial de su nombre por la de su apellido. Les hacía mucha gracia porque sonaba a ‘tarta rellena’ y en 2016 decidieron llamar así a su proyecto musical, uno de los más insólitos del panorama actual. En sus trabajos enlazan la música tradicional y la electrónica con letras en diferentes lenguas que van desde el italiano al judeocristiano pasando por el catalán o el latín. Acaban de sacar al mercado su cuarto disco, És pregunta, con el sello francés Latency, un ejercicio que explora las nociones del pensamiento trágico a través de diversos protagonistas. Su primer single ha sido Si veriash a la rana, que definen en su presentación como: “melodía tradicional sefardita y letra original basada en la historia bíblica de Jefté”. En un mes han conseguido 35.000 reproducciones en Youtube y 25.400 en Spotify.
Ros y Torrella se conocen desde que cursaban primaria. A los 16 años comenzaron a cantar en el mismo coro y por las tardes se juntaban para pasar el rato e interpretar los temas que habían aprendido. Ahí descubrieron, poco a poco, que sus dos voces se combinaban de una forma especial y reunieron un repertorio que contenía desde música antigua a canciones tradicionales con arreglos musicales que hicieron ellas mismas. Ambas habían adquirido bastante formación musical desde el colegio: Torrella tocaba ya en un cuarteto de clarinetes de la escuela donde estudiaba y Ros cantaba en un coro femenino del Orfeó Català.
La electrónica entró en juego cuando empezaron a dar conciertos. “Se nos presentó como una necesidad dar aire al repertorio tan denso con alguna otra sonoridad que no fueran nuestras voces, a la vez que la necesidad de dar soporte rítmico a algunas canciones”, dicen a elDiario.es por correo electrónico –están de gira y piden que la entrevista se haga por ese canal– de forma conjunta. “Empezamos jugando con una caja de ritmos muy sencilla que usábamos en un par de temas. Cuando grabamos nuestro primer EP, las canciones también nos pidieron algunos toques de producción, aunque muy sencilla, y con esto ya empezamos a pensar en las reverbs, delays y algunos samples como parte de nuestras canciones ya no tan a cappella”, detallan.
Con el paso de los años, se han atrevido a combinar material preexistente con composiciones propias, un método con el que se desdibuja la figura de la autoría. En su nuevo trabajo, que se mueve en el área geográfica mediterránea como los anteriores, confluyen letras en catalán, castellano, latín, judeoespañol e italiano. “Usar diferentes lenguas es riqueza para nosotras. Tanto a nivel fonético y sonoro como semántico. Cada lengua tiene sonidos diferentes y esto hace que suene de una forma concreta que no sonaría si estuviera en otra”, sostienen. “Como oyente, escuchar una canción en latín te lleva a un sitio y te abre un mundo conceptual y de imaginario diferente al que te lleva una canción en catalán”.
Esas palabras proceden de diversas fuentes. Pueden ser textos que ya existen a los que les ponen música y viceversa, covers de otras canciones o composiciones propias tanto de música como de estrofas. “Lo que nos gusta es referenciar bien de dónde sale lo que usamos o lo que nos inspira para componer, así como oyente también puedes tirar del hilo”, declaran. Además, están muy pendientes de los trabajos de artistas con los que comparten espacio y generación como Marina Herlop, Maria Arnal, Anna Ferrer, Júlia Colom o Cocanha. Además, comentan que: “También nos hemos obsesionado últimamente con el trabajo de Miyu Hosoi, Sissi Rada, Arooj Aftab o Daniela Pes”.
Además de su nuevo disco, Tarta Relena también ha presentado la instalación Sirenas y robots. En busca de los cantos de sirena en tiempos de narrativas climáticas en la pasada Bienal de Pensamiento 2024, que tuvo lugar en la capital de Cataluña el pasado mes de octubre. Se trata de un trabajo de arte y ciencia elaborado junto Joan Llort, oceanógrafo en el Barcelona Supercomputing Center, con el que estudian el destino del Mediterráneo ante los efectos del cambio climático a través de la mitología.
No es la primera vez que colaboran con otro creador. Por ejemplo, ayudaron a la artista norteamericana Holly Herndon a presentar su dispositivo de Inteligencia Artificial en la edición de 2021 del festival barcelonés Sónar. “Cuando hay propuestas interesantes con gente interesante no dudamos en subirnos al carro. Nos parece la mejor escuela, hacer cosas con gente buena que te muestran otras formas de entender la música o el arte o el mundo”, afirman.
Allá por el año 2008, Bob Boilen y Stephen Thompson, presentador del programa All Songs Considered y productor de la emisora de radio pública estadounidense NPR respectivamente, montaron los ya míticos Tiny Desk Concerts. La idea de grabar actuaciones al lado de la mesa del locutor en la sede Washington surgió después de un concierto de Laura Gibson en un local con una acústica desastrosa: querían disfrutar de la música en directo. Fue precisamente Gibson la que inauguró esta serie, disponible en Youtube, en la que han tocado todo tipo de intérpretes.
El pasado mes de abril, Tarta Relena se convirtieron en las primeras en la historia de los Tiny Desk Concerts en cantar en catalán y las quintas provenientes de España (antes que ella estuvieron Concha Buika, Diego El Cigala, C. Tangana y Omar Montes). El dúo comenta que la oportunidad surgió porque participaron en el Global Fest, un evento que se celebra en Nueva York. “Algunos de los artistas que tocan en el festival hacen luego un Tiny Desk”, explican. “Fue una experiencia muy buena: la gente del lugar es supermaja y resolutiva, estuvimos supercómodas en el rodaje. Estamos muy contentas de cómo quedó”.
Con el lanzamiento de És pregunta han emprendido una gira que, por el momento, las ha llevado al festival Unsound de Cracovia o la Fira Mediterrània de Manresa. El próximo día 16 de noviembre actuarán en el CentroCentro de Madrid y el 28 del mismo mes en L'Auditori de Barcelona. Estos espectáculos serán un poco más teatrales en comparación con los que acompañaban a los álbumes anteriores. “Hemos preparado una escenografía muy monumental aunque sencilla que nos ubica en un antiguo templo. Tocamos en sitios tan diversos que siempre es muy estimulante descubrirlos y conocer también el público que nos acompañará”.
Las niñas que se juntaban por las tardes para interpretar las canciones que habían aprendido en el coro, no se imaginaban ni por asomo que en el futuro grabarían discos, tocarían en escenarios o, incluso, llegarían a Nueva York. “Empezamos sin pretensión, estamos muy agradecidas de todo lo que va pasando. Trabajamos mucho para estar a la altura de las oportunidades que se nos están presentando y lo estamos disfrutando muchísimo”, concluyen.
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