Un chaval que se transforma en hombre lobo, muertos con grandes dotes para el baile que salen de sus tumbas al llegar la medianoche, Michael Jackson caracterizado de zombie y una de las canciones más legendarias de todos los tiempos, su Thriller. La primera gran superproducción para una canción, de casi catorce minutos de duración, un anuncio que tomó cuerpo como obra propia. Y que, aun así, no consiguió alzarse en la primera edición en 1984 de los MTV Music Video Awards como Mejor vídeo del año. Se lo arrebató You might think, de The Cars.
La llegada del vídeo a España provocó un shock mayúsculo. Su estreno tuvo lugar en la mismísima nochevieja de 1983, entre las actuaciones de Mecano o Norma Duval. Jackson decidió convertir su pieza en prácticamente un cortometraje por la admiración que profesaba hacia la cinta Un hombre-lobo americano en Londres.
Su flechazo con el largometraje fue tal que quiso que fuera su mismo director y responsable de los efectos especiales quienes trabajaran en él. El cineasta John Landis exigió que lo haría si podía trazar un hilo argumental y no limitarse a la canción. El resultado fue la obra maestra audiovisual que, cerca de cumplir cuatro décadas, sigue siendo recordada y considerada por marcar un antes y un después en la industria musical.
Aunque probablemente sea la ausencia más sonada de este galardón creado por el canal de televisión MTV, Thriller no ha sido el único videoclip que se ha quedado fuera del máximo reconocimiento. Esta edición, celebrada la madrugada del martes 21 de agosto, Havana de Camila Cabello ha sido la ganadora del premio más importante de la ceremonia, desbancando a Childish Gambino.
El también actor, guionista, director y productor ha tenido que conformarse con el galardón al Vídeo con un mensaje por This is America. Su videoclip requiere de varios visionados para poder apreciar la profundidad de muchos de sus detalles. Muestra la esquizofrenia de vivir en un mundo en el que el racismo institucional persigue y asesina por ser negro, al tiempo que se intenta olvidar de todo consumiendo, bailando y siendo fiel al the show must go on.
Thriller y This is America son dos nombres de una lista de olvidados, o compensados con otros galardones menores, a la que se suman otras producciones tan emblemáticas como Take on me, Like a prayer, Californication, Telephone y Happy. Las repasamos a continuación.
Take on me (A-ha)
Take on me
Take on me es el hit más conocido del grupo noruego A-Ha. Un imprescindible de las fiestas ochenteras. En su videoclip, un personaje de cómic cobra vida y se enamora de una chica. Se cuenta combinando la animación pintada a lápiz con escenas reales, usando una técnica conocida como rotoscopio. Las imágenes se superponen, cuadro por cuadro, brindando a las figuras movimientos realistas. La originalidad de la propuesta de con dibujos de Michael Patterson y dirigida por Steve Barron necesitó cuatros meses para su creación.
En la gala de los MTV VMAs en 1986 A-Ha recibió seis galardones que lo reconocieron como Mejor artista nuevo, Mejor vídeo conceptual, Mejor vídeo más experimental, Mejor dirección, Mejores efectos especiales y elección de los espectadores.
No corrieron la misma suerte en la categoría de Vídeo del año, que coronó a Dire Straits por Money for nothing. Compartieron protagonismo en la noche con Whitney Houston que interpretó How will I know y Greatest love of all, con las que la cadena trató de solventar las críticas recibidas por no emitir vídeos interpretados por artistas afroamericanos.
Like a prayer (Madonna)
Like a prayer
Ya explicamos las razones por las que Madonna lleva 35 años siendo la reina del pop, y en los premios concedidos por la MTV ha sido galardonada en numerosas ocasiones, una de ellas en su categoría reina al Mejor vídeo con Ray Of Light, pero echamos de menos que el controvertido videoclip de 1989 se quedara por detrás del de That Note's from you, de Neil Young.
La pieza en cuestión fue elegida por el público del canal 24 horas de la cadena a través de una encuesta en la que votaron más de 10.000 personas como el vídeo más revolucionario de la historia. En la misma selección se colaron otros dos de la artista, Ray of light y Vogue.
La pieza audiovisual de Like a prayer supuso el primer encontronazo de Madonna con la Iglesia Católica, que la acusó de blasfemia. La estadounidense baila dentro de una capilla, reza ante la estatua de un santo negro que cobra vida y la acaricia, y una ángel negra la impulsa al cielo.
Californication (Red Hot Chili Peppers)
Californication
Es uno de los videoclips más emblemáticos de la historia del rock. En el 2000, Red Hot Chili Peppers apostó por introducir la estética del videojuego y retratar a los sus componentes recorriendo una versión digital de Los Ángeles. Presentado desde el punto de vista del jugador, los cuatro sortean los obstáculos que tratan de impedirles llegar a una ciudad distópica.
Sus directores, Jonathan Dayton y Valerie Faris, que sí fueron premiados en los MTV VMAs de ese año, buscaron representar, al igual que la canción, el lado oscuro de Hollywood. El tema hace referencia al deterioro de la sociedad occidental, la pornografía, la cirugía plástica y elementos de la cultura pop como Kurt Cobain y Star Wars. También se alzaron con el premio a la Mejor dirección de arte pero no el de Mejor vídeo, que se lo llevó Eminem por The Real Slim Shady.
El rapero estadounidense repitió gesta dos años más tarde con el videoclip de su tema Without me. Forma parte del trío de artistas que han logrado ganar en dos ocasiones el máximo galardón, junto con Beyoncé (que lo consiguió con Single Ladies en 2009 y Formation en 2016), y Rihanna (triunfadora con Umbrella en 2007 y We found love en 2012).
Telephone (Lady Gaga y Beyoncé)
Telephone
A pesar de que juntas se alzaron con el reconocimiento a la Mejor colaboración por Telephone en 2010, Lady Gaga se coronó en solitario en la categoría de Mejor vídeo en la que también competía con Bad Romance. Fue la gran vencedora de la noche, con ocho estatuillas, siendo aclamada en las ternas de Mejor vídeo femenino, Mejor vídeo pop, Mejor vídeo dance, Mejor coreografía, Mejor dirección y Mejor edición. Ya había batido récords, al obtener un total de trece nominaciones con ambos vídeos y se erigió como la primera mujer en obtener dos candidaturas dentro de una misma categoría.
Como era de esperar, la unión de estas dos artistas se convirtió en un fenómeno instantáneo. Quentin Tarantino fue la inspiración de su vídeo que arranca con Gaga siendo encerrada en la cárcel. Beyoncé acude a su rescate en la camioneta Pussy Wagon usada en la película de Kill Bill. Juntas viajan hasta un restaurante de carretera en el que envenenan a todos los presentes del local. Mientras tanto cantan, bailan, planean, conducen y huyen. Puro espectáculo visual.
Happy (Pharrell Williams)
Happy
2014 fue el año en el que Miley Cyrus se alejó definitivamente de su imagen de “chica Disney” fruto de su papel como Hannah Montana, al aparecer completamente desnuda en su videoclip Wrecking Ball. Fue ella quien se alzó con el premio al Mejor vídeo del año y, en su recepción, cedió su tiempo de agradecimiento a un joven sin hogar llamado Jesse. El espontáneo aprovechó los minutos de la cantante para explicar al público cómo podían hacer donaciones a la fundación My Friend's Place, que apoya personas indigentes.
Únicamente como nominado quedó Pharrell Williams y su Happy. El tema formó parte de la banda sonora de Gru 2. Mi villano favorito (2013) y fue nominado al Oscar a la Mejor canción original. Su videoclip se ideó como el primero del mundo capaz de durar 24 horas y se presentó a través de la página web 24hoursofhappy.com.
Los cuatro minutos de duración de la melodía se repiten constantemente mostrando a cientos de personas cantando, bailando y repitiendo pasos similares, en diferentes lugares y situaciones. Williams aparece 24 veces y hay cameos de otros rostros conocidos como Steve Carrell, Jamie Foxx, Magic Johnson, Jimmy Kimmel y los Minions. El videoclip es interactivo y permite que los usuarios elijan el momento preciso que estén visualizando para compartirlo en sus redes.