Google ha anunciado que ha retribuido a la industria musical con 6.000 millones de dólares (5.895 millones de euros) entre julio de 2021 y junio de 2022 por el uso de contenidos publicados en YouTube. Según el gigante tecnológico, esto supone 2.000 millones más que en el periodo anterior.
Se trata de la monetización del contenido musical incluido en los videos largos pero también en los YouTube Shorts, las pistas de audio o las emisiones en directo. Procede del contenido que suben las discográficas pero también el generado por los usuarios. La plataforma ha indicado que el porcentaje de retribución que reciben los titulares de derechos a partir del contenido que crean y publican los usuarios particulares es de algo más del 30%, la misma cifra que revelaron el año anterior.
6.000 millones de dólares no es la cantidad que ha ganado YouTube gracias a la música ni tampoco indica cuánto han recibido los autores gracias a la utilización de su música en la plataforma. La compañía no aporta mayor detalle salvo esta cifra redondeada que se reparte a los titulares de los derechos, los cuales pueden ser editoriales musicales o entidades de gestión que retienen un porcentaje de los ingresos.
Una industria fragmentada
El streaming es el motor actual de la industria de la música grabada pero sus beneficios están mucho más fragmentados que cuando era el disco (cedé o vinilo) la pieza central. En el modelo anterior, la discográfica recibía ingresos directos. Ahora, son los gigantes tecnológicos los principales ganadores de este sistema. La principal sociedad gestora de los derechos de autor en España, SGAE, recaudó en 2021 19,9 millones de euros (un 27,8 % más que el año anterior) por la música a la carta sin descarga, el conocido como streaming.
Por los datos que aporta la SGAE, se sabe que en general los autores reciben más dinero de la explotación de su música en plataformas por suscripción que en las financiadas por publicidad, como es el caso de YouTube. Solo una pequeña parte de los beneficios llega finalmente a los autores, pues también reciben un porcentaje las editoriales musicales (casi todas en manos de las grandes discográficas) y las sociedades de gestión de derechos. Los ingresos son muy dispares y se desconocen los números. Sí se sabe que mientras la gran mayoría de los autores ingresan cantidades muy pequeñas, un reducido número consigue ingresos más altos, dependiendo de acuerdos privados y también del número de reproducciones. El video musical con más visionados en YouTube corresponde a Despacito, de Luis Fonsi con aparición de Daddy Yankee, que está a punto de llegar a los 8.000 millones de reproducciones.
En 2020, el 60,8% de los ingresos del mercado digital correspondió a suscripciones de audio y el 36,1% a música financiada por publicidad (21,6% de audio y 14,5% de vídeo). Esto es porque los revenue share (el porcentaje de ganancia que le toca al autor) es mayor cuando un oyente reproduce una canción mediante un servicio de pago que cuando lo hace escuchando antes un anuncio publicitario.
YouTube tiene un servicio de pago (10 euros al mes), pero está poco implantado y la mayoría de sus ingresos le llega por la publicidad que se inserta antes y durante los videos. De nuevo, la compañía no da cifras pero según el informe de Estudio anual audio digital 2021 de IAB Spain, tan solo un 3% de los usuarios que han escuchado música por un servicio de pago en 2021 lo han hecho con la opción prémium de YouTube. Aún menos que el año anterior, que fue de un 5%.
Según la última encuesta de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), YouTube Music es la tercera plataforma elegida por los usuarios para escuchar música, por detrás de la mayoritaria Spotify (80%) y Amazon Music (31%). Según la encuesta, un 23,6% utiliza YouTube Music.