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El nombre del español Celestino Alfonso entrará el miércoles en el Panteón de París
París, 18 feb (EFE).- El comunista español Celestino Alfonso entrará simbólicamente en el Panteón el próximo miércoles con el resto de su grupo de resistentes contra la ocupación nazi, fusilados en 1944, y conocido por el nombre de su líder, Missak Manouchian.
Una placa con los 23 nombres de los miembros del grupo se instalará a la puerta de la cueva sepultura número 13 de la cripta del Panteón cuando los féretros de Manouchian, un poeta de origen armenio, y de su esposa Melinée sean colocados en el corazón el monumento en el que Francia honra a símbolos de su historia como Émile Zola, Voltaire y Marie Curie.
Alfonso era miembro de un “grupo especial dirigido por Manouchian que realizaba acciones de guerrilla urbana contra importantes figuras del Ejército alemán”, explica a EFE Manuel Mingot, archivero del Museo de la Resistencia Nacional situado en Champigny sur Marne, en la periferia este de París.
El español, con el seudónimo de 'Pierrot' y el número secreto de identificación 10.608, integró ese grupo especial de ejecutores junto con el polaco Marcel Rajman y el alemán antinazi Leo Kneler.
El más famoso de sus atentados fue el asesinato, el 28 de septiembre de 1943, del coronel de las SS Julius Ritter, responsable en Francia del Servicio de Trabajo Obligatorio (STO), una institución enormemente impopular en Francia creada por los ocupantes para que los jóvenes franceses trabajaran por la fuerza para la Alemania nazi.
El Grupo Manouchian estaba formado por comunistas extranjeros, muchos de ellos judíos, integrado en la organización FTP-MOI (Franco Tiradores Partisanos-Mano de Obra Inmigrada). Durante 1943 fue la unidad más activa de la resistencia en París, con atentados contra oficiales nazis y descarrilamientos de trenes.
Todos fueron detenidos en el otoño de de 1943 durante una serie de grandes redadas de la policía francesa colaboracionista, y condenados a muerte tras un simulacro de juicio.
Los 22 hombres fueron fusilados en febrero de 1944 en la fortaleza de Mont Valérien en Suresnes, a las afueras de París, mientras la única mujer, Olga Bancic, fue enviada a Alemania para ser decapitada.
Precisamente la entrada en el Panteón de Manouchian, de su esposa y de los nombres de los miembros de su grupo coincidirá precisamente con el 80 aniversario del fusilamiento de Manouchian y varios de los demás.
Antes de su ejecución, los condenados pudieron escribir a sus familias, y el Museo de la Resistencia guarda la carta que Alfonso escribió a su familia: padres, esposa, hijo y hermanas.
“Sé por qué muero y estoy muy orgulloso”
En un francés correcto y con la letra angulosa regular de la época, dice: “Solo soy un soldado que muere por Francia. Os pido que tengáis mucho coraje, como lo tengo yo, mi mano no tiembla, sé por qué muero y estoy muy orgulloso”.
A su esposa le pide: “Vende mi ropa para ganar un poco de dinero. En mi paquete encontrarás 450 francos que tenía en depósito en (la cárcel de) Fresnes”. Confía también en que su hijo pequeño “tendrá una buena formación”.
El Museo de la Resistencia Nacional expone también una pistola de Alfonso, una Astra de calibre 7,65 de fabricación española, posiblemente recuerdo de su participación en la Guerra Civil española como miembro de las Brigadas Internacionales.
Tras la ejecución colectiva, los nazis publicaron el llamado “Afiche Rojo”, un cartel de propaganda famoso en Francia y que muestra a diez miembros del grupo, a los que señala como extranjeros, comunistas y judíos para tratar de desacreditar a la resistencia ante la población francesa. Alfonso figura como “español rojo, 7 atentados”.
Sin embargo, el efecto fue el contrario, ya que la población ponía flores a los pies de los carteles pegados en la calle o escribían sobre ellos para honrarles. Los franceses “los consideraban unos héroes”, resume Mingot.
Añade que este cartel ha sido “muy importante” para mantener la memoria de este grupo de extranjeros que lucharon y murieron por Francia.
En Mont Valérian los alemanes ejecutaron durante la ocupación a más de 1.000 personas, entre resistentes y rehenes, que eran asesinados como represalia por los atentados de la resistencia.
Un total de 185 de los ejecutados eran extranjeros, lo que muestra la importancia que tenían en la resistencia los llegados de fuera de Francia, señala a EFE el historiador Denis Peschanski, director emérito de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y especialista en esa época.
Alfonso, nacido en 1916 en la pequeña localidad salmantina de Ituero de Azaba, emigró a Francia junto a sus padres en 1927. Trabajó como ebanista pero partió en agosto de 1936 a la Guerra Civil española y combatió allí hasta el final del conflicto.
En la guerra española “adquirió una experiencia en combate que le resultó muy útil luego cuando entró a combatir en este grupo especial”, recapitula Mingot.
Ahora una calle en la localidad de Ivry sur Seine, situada junto a París y donde vivía recuerda su memoria igual que un cenotafio, que rinde homenaje al Grupo Manouchian en el cementerio local, donde fueron enterrados tras la guerra algunos de sus miembros.
por Rafael Cañas
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